Capítulo 7

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Este libro se encuentra disponible en las
librerías de Argentina, en España por e-book,
en mercado libre por los demás países y ahora,
por ser que estamos en cuarentena, también
lo van a poder leer acá en wattpad con sus capítulos
completos.
¡Espero que les guste!
Tengan consideración de que este libro lo escribí
a los 15 años, ahora tengo casi 20.
aclaro por si llegan encontrar algún que otro error.
¡Feliz cuarentena! ojalá se encuentren bien de salud.
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Luego de lo sucedido me encuentro acostada en el frío piso del baño. Algo no anda bien en mi cuerpo. Puedo sentir que algo se rompió, pero sin embargo no me puedo mover. Mi cuerpo me duele, mi cabeza me duele y el más mínimo esfuerzo que hago por levantarme se siente como mil cuchillos atravesándome. Quisiera poder irme lejos, a cualquier parte, no importa dónde con tal de que él no me encuentre.

No quiero esto, no quiero esta vida. Quiero dejarlo, pero no puedo, tengo miedo de lo que me pueda llegar a hacer a mí o incluso a mi madre. Vi muchos casos en la que la mujer decide alejarse, él la busca y la termina asesinando. Nadie hace nada para evitarlo, nadie parece querer ayudarte y estas entre la vida y la muerte constantemente. Sola. No quiero eso.

Muchas veces pensé en terminar mi vida, pero está mi mamá y no puedo, no la puedo dejar cuando está pasando su peor momento.

Soy débil, no soy fuerte, no quiero seguir viviendo. Luchar no me sirve de nada.

Lloro sin parar. Estoy toda golpeada, tengo todo mi cuerpo lastimado y cansado. Sólo quiero paz, terminar con mi infierno.

Cuando mi celular vibra sé que es Ryan quien me llama. Lo ignoro y continuo en mi posición fetal tirada en el piso. Vuelve a llamarme y lo atiendo.

—Olivia. —su voz suena preocupada—. ¿Estás bien?

—No. —digo directamente y rompo a llorar. Tapo mi boca para no ser escuchada.

Luego de contarle lo sucedido e insistirle para que no venga, la puerta del baño es golpeada fuertemente y escucho la voz de Javier del otro lado. Está más furioso que antes.

—Tengo que irme. —digo asustada. El me llama y corto el teléfono antes de que Ryan agregue algo más.

La puerta se abre de golpe y mi corazón se acelera.

—¿Con quién hablabas? —pregunta con cólera.

No respondo y él me toma del pelo. No creo aguantar un golpe más y él parece no importarle ya que comienza con sus golpes. Uno tras otro.

—¡Te voy a matar! ¿Acaso no lo entiendes? ¡Todo lo que siempre hice por ti y lo que hago es porqué te amo, Olivia y tú todo el tiempo buscas la forma de hacerme perder la paciencia! ¿Por qué eres así conmigo? ¿Qué te hice yo para que me odies tanto? —dice golpeándome sin piedad. Esta tan desquiciado que pareciera que no es la misma persona que conocí. Deje de reconocerlo hace tiempo y puedo verlo como un monstruo. Le ruego que se detenga y en ese momento la puerta de la entrada es abierta de golpe estrellándose contra la pared.

No llego a reaccionar que Ryan se acerca a Javier con los puños apretados. Lo toma del cuello y golpea fuertemente su nariz. Reparte golpes por todo su rostro y lo único que puedo hacer es intentar ponerme de pie. Mis huesos amenazan con fallarme.

—Por qué no golpeas a un hombre, ¿eh? Defiéndete y pégame a mí como haces con ella. ¡Cobarde! —dice con furia. Javier tiene sus brazos en su cara y no se mueve. Cuando reacciono me acerco a Ryan y lo tomo de los hombros.

—¡Ya está! —digo llorando, pero no me hace caso y sigue golpeándolo—. ¡Basta!

Lloro aún más y él lo deja tirado y se acerca a mí. Me envuelve en sus brazos y lloro aún más.

—No voy a dejar que sigas viviendo acá, Olivia. Agarra todo lo que puedas y nos vamos. —me dice mirando mis ojos.

—No tengo donde. —las lágrimas no paran de caer y él las quita.

—Yo si sé dónde puedes quedarte. Vámonos. —asiento y antes de ir a mi dormitorio, ambos vemos como Javier intenta levantarse. Ryan sin pensarlo lo patea con fuerza haciendo que se vuelva a desmayar.

Entro a mi cuarto, tomo mi valija y meto toda la ropa que puedo. Agarro las pocas cosas importantes que tengo y antes de salir, saco de mi escondite la caja con las cartas para Ryan.

Salgo y él me ayuda con las valijas. Por suerte no quiso ayudarme con la caja. Salimos del departamento y no sé por qué presiento que esto va a ser para peor. Javier no se va a cansar hasta acabar conmigo. Me buscará donde sea y no parará hasta lograr su objetivo.

Ryan toma mi mano dándome fuerzas para seguir y salimos del edificio. Una vez que nos subimos a su auto nos dirigimos a no sé dónde.

—Ryan, ¿a dónde vamos? —preguntó girándome hacía él.

—A un lugar seguro. A un lugar donde yo sepa que tú estás bien y que nada malo te está pasando. —me vuelvo a la ventanilla y a los minutos estacionamos frente a un edificio. Es enorme, mucho más que donde vivía yo.

Bajamos y él me ayuda de nuevo con la valija y yo tomo la caja. Cuando subimos al ascensor, él la nota y frunce el ceño.

—¿Que hay ahí?

—Son solo fotos. —digo cortante y sin mirarlo ya que si lo hago me sonrojo. El asiente y no dice nada más.

Toma unas llaves y abre el cuarto. Es demasiado grande. No creo que me haya traído a vivir con él. Lo dudo, si es así me voy en este instante.

—Aquí vas a estar bien. —me dice mirándome.

—¿Tú vives aquí con tu novia? —pregunto preocupada.

—No, este era mi departamento de soltero. —asiento y luego de mostrarme todo se dirige a la puerta, pero no quiero que se vaya, quiero que se quede conmigo.

—Ryan. —lo llamó antes de que se vaya y él se gira hacía mí. No sé qué decirle.

Se acerca a mí y pone sus manos en mis mejillas.

—Vas a estar bien, te lo prometo. Nada malo te va a pasar estando aquí. —asiento, me suelta y se va.

...

Salgo del baño envuelta en una toalla y entro al dormitorio. Esta todo tan limpio, el cuarto tiene su aroma. Abro su ropero y hay remeras de él. ¿No se supone que no vive más aquí?

Lo dudo, pero no creo que él se dé cuenta. Tomo una de sus remeras, la huelo y como era de esperarse tiene su perfume.

Tiro la toalla al piso y me pongo la remera luego de la ropa interior. Me miro al espejo y mi aspecto es horrible. Tengo unas enormes ojeras y estoy toda lastimada.

Sigo sin entender como Ryan puede ver a alguien como yo, estoy tan demacrada, mis labios están lastimados y no sé cómo no le doy asco al besarme. Simplemente él no tendría que estar ayudándome. Soy un asco y no puedo seguir viendo mi reflejo.

Como siempre: Olivia [✔] ┋ ¡Capítulos completos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora