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Este libro se encuentra disponible en las
librerías de Argentina, en España por e-book,
en mercado libre por los demás países y ahora,
por ser que estamos en cuarentena, también
lo van a poder leer acá en wattpad con sus capítulos
completos.
¡Espero que les guste!
Tengan consideración de que este libro lo escribí
a los 15 años, ahora tengo casi 20.
aclaro por si llegan encontrar algún que otro error.
¡Feliz cuarentena! ojalá se encuentren bien de salud.
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Luego de unas semanas en el hospital, por fin me dieron el alta.
Salgo del baño ya vestida y Ryan está esperándome. Todos estos días estuvo viniendo para asegurarse de que estuviera bien y que nada me pasará. A veces se venía con Lucy y eso me gustaba.
—¿Lista? —me pregunta acercándose y yo asiento.
Salimos del hospital y subimos a su auto. Todo el viaje lo hacemos en silencio. Apenas llegamos al departamento le agradezco. Necesito bañarme, comer algo y luego dormir horas.
Él se va luego de dejarme y asegurarse de que estaré bien. Tomo mi celular y llamo a mi mamá. Hace como tres semanas que no hablo con ella.
—¿Hola? —atiende ella y me resulta raro no escuchar la voz de Karla.
—Mamá, soy Olivia. —acaricio mi brazo notando algunos moretones.
—¡Amor, te extrañaba! No sabía dónde estabas o si te había pasado algo.
—Yo también te extrañaba. Quería llamarte, pero ya sabes cómo es el trabajo. Casi que no tengo tiempo para nada. — miento. Obviamente ni pienso decirle lo ocurrido.
—Y Javier ¿Cómo está? —pregunta ella.
—No estamos más juntos. Terminamos. —intento parecer normal así no se preocupa.
Luego de hablar sobre el tema, obvio evitando sus ataques de violencia contra mí, me despido prometiendo que iré a visitarla.
Corto la llamada y me quedo mirando a un punto fijo.
Voy al cuarto y tomo la caja con las cartas que le escribí a Ryan. Voy al comedor y la dejo sobre la mesita. La abro, tomo una y comienzo a leerla.
"Querido Ryan:
Dejé de llamarte "Profesor" No tiene sentido que te diga así ya que no lo eres más. Hace una semana empecé de nuevo el colegio. Mi último año aquí.
¿Sabes? es difícil no verte frente al pizarrón, frente a nosotros. Es difícil aceptar que no me mirarás más, que no recibiré más una carta tuya y que tú no recibirás una carta mía. Es difícil aceptar que no eres más mi profesor. Pero es lo que asumir, ¿verdad? Con el tiempo pasará y solo serás un recuerdo como alguna vez me dijiste. Te olvidaré, eso espero.
El timbre acaba de sonar, tengo que volver a clases.
Te quiere, como siempre:
-Olivia".
Suspiro y guardo la carta en su lugar. Todas las cartas están mezcladas, nunca les puse fecha. Debería haberlo hecho, de ese modo tendría más sentido al leerlas.
El timbre suena. Me levanto dejando todo sobre la mesa y al abrir la puerta, me encuentro con la sonrisa de Ryan.
-Olvidé las llaves de mi casa. -dice sonriendo inocente y me hago a un lado dejándolo pasar. Toma las llaves y no me doy cuenta de que las cartas están sobre la mesa hasta que él toma una de ellas y siento mi corazón latir como nunca.
—¿Y estas cartas? —pregunta analizándolas.
—No es nada. —me adelanto y se la arrebato. La guardo en la caja y la cierro, él solo me mira atento a todo lo que hago.
—¿Estás bien? —parece desconcertado.
—Sí, estoy bien. —sonrío para hacerlo más creíble, pero me sale una mueca. Él solo asiente y se despide. Suspiro aliviada cuando se va y me siento en el sillón.
Frente a mi puedo ver la ventana que da al balcón. En ella hay varias plantas que puse hace poco. Me encamino hacía el y desde ahí puedo ver la ciudad.
Miro hacia el cielo algo nublado y respiro hondo. Entro nuevamente y voy al baño. Me despojo de mi ropa y abro la canilla. Frente al espejo puedo ver mi reflejo, los golpes ya son poco notarios, pero algunos se hacen más visibles que los otros. Mi cabello está mal cuidado y mi cuerpo maltratado.
Luego de darme una larga ducha y haber comido, me acuesto en mi cama y miro al techo, me doy cuenta de que no tengo sueño y que solo puedo pensar en cuatro cosas, o, mejor dicho, en cuatro personas:
Mi mamá.
Ryan.
Javier.
Y mi bebé que ya no está en mi panza creciendo.
La enfermedad de mi madre parece mejorar día a día y las esperanzas de que vuelva a estar bien crecen.
Ryan, que no puedo dejar de pensar en él y en lo que pasa entre nosotros. Sé que él se va a casar, pasaron ocho años de lo que vivimos cuando él era mi profesor y me tengo que olvidar, aunque sea difícil, lo tengo que hacer. De solo pensar cuando me besa, me abraza, me hace sentir bien, muy bien. Hace demasiado tiempo que no sentía un poco de felicidad y eso solo me pasa cuando lo veo.
Javier, que por lo que tengo entendido cuando lo fueron a buscar al departamento todo estaba como lo dejamos salvo él, él no estaba tirado en el piso. Simplemente no estaba en el departamento y ahora no sabemos a dónde fue, si me quiere venir a buscar, si busca lastimarme a mi o a alguien que amo. Tengo miedo.
Y el bebé, que, aunque no estaba ya formado haberlo perdido es algo que no puedo sacarme de la cabeza, recordar toda la sangre que perdí. Llevo noches teniendo tormentosas pesadillas que no me dejan dormir y que lo único que ocupa mi cabeza todo el tiempo es el no saber qué va a pasar conmigo. Si Javier me encuentra, ¿Qué será capaz de hacerme? Nunca creí que fuera capaz de querer acabar con mi vida, pero ahora, de él me espero cualquier cosa.
Sé que no podré dormir y lo único que me mantendrá entretenida es leer las cartas que yo misma alguna vez escribí.
"Querido Ryan:
Conocí a alguien. Su nombre es Javier.
Es lindo, bueno, amable, me llevó a tomar un helado y desde que salimos de mi casa no dejó de decirme que estaba hermosa.
Nos conocimos hace algunas semanas, pero me siento bien a su lado. Me siento protegida y llevamos saliendo algunos días.
¿Que podría salir mal?
Creo que me gusta...
Como siempre:
-Olivia.
Que ingenua fui...
***
Llego a casa y sobre la mesita hay una carta de Camila diciéndome que fue a buscar a Lucy a la escuela.
Voy a mi cuarto y de arriba del ropero saco mi caja que está con candado ya que no quiero que mi prometida la abra.
Hay muchas cartas escritas para Olivia. Tomo una, la abro y comienzo a leerla. Puedo sentirme más cerca suyo.
"Querida Olivia:
Me encuentro en el avión listo para rompernos el corazón a ambos. La sola idea de pensar que me odias, que lloras o que no quieres volver a ver nunca más en tu vida me arruina por completo, pero confío en que lo entenderás.
Espero que puedas entender que esto no lo hago para lastimarte, es más, lo hago para verte mejor. Ambos entendemos mejor que nadie los obstáculos que se nos pondrá en el medio si estamos juntos.
Te escribiré para de alguna forma, sentirme más cerca de ti.
Te quiero, para siempre:
-Ryan".
Ojalá no tuviera tanto miedo de darte estas cartas.
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Como siempre: Olivia [✔] ┋ ¡Capítulos completos!
Romance¡A la venta en las librerías de Buenos Aires y por e-book en España! ¡Disponible en wattpad! ¡Capítulos completos! Entrar a la historia para conocer la sinopsis. *** ©Todos los derechos reservados. Portada definitiva hecha por Tyler Evelyn Rood. ♥ ...