Como siempre: Olivia [✔] ┋ ¡Capítulos completos!

Capítulo 13

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Este libro se encuentra disponible en las
librerías de Argentina, en España por e-book,
en mercado libre por los demás países y ahora, 
por ser que estamos en cuarentena, también
lo van a poder leer acá en wattpad con sus capítulos completos.
¡Espero que les guste!
Tengan consideración de que este libro lo escribí
a los 15 años, ahora tengo casi 20.
aclaro por si llegan encontrar algún que otro error.
¡Feliz cuarentena! ojalá se encuentren bien de salud.
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Luego de un día largo soportando a Claire y las miradas de Ryan cada vez que nos cruzábamos, claro, en lo último no tengo ningún problema, por fin vuelvo al departamento.

Voy a tomar el ascensor, pero hay un cartel que dice que está roto. No me sorprende. Voy a bajar las escaleras, pero Ryan me detiene.

—En tu estado no es conveniente que bajes las escaleras. Ven conmigo. —lo sigo y subimos a su ascensor privado. Las puertas están por cerrarse, pero unos tacos de los más lindos se interponen dejando ver la estúpida sonrisa de Claire.

—Discúlpame, Ryan. Los ascensores están rotos. ¿Te molesta si bajo contigo? —pregunta ignorando mi presencia por completo.

—Claro, no hay problema. —dice él sonriendo y mi furia empieza a crecer. Ella se acomoda el pelo y se pone delante de nosotros. Las puertas se cierran y el ascensor comienza a bajar.

Los tres estamos sumergidos en completo silencio. Su sola presencia logra molestarme, pero sin embargo no puedo decir nada. Ryan pasa su mano por mi cintura acariciando por sobre la tela del vestido. Eso logra arrancar cualquier sentimiento negativo de mí y casi que me olvido que ella está frente a nosotros.

Las puertas se abren. Ryan aparta su mano de mí y los tres salimos del edificio.

—Gracias por dejarme subir al ascensor. —dice ella—. Nos vemos mañana.

Se acerca a él y me contengo para no matarla. Deja un beso en su mejilla sin descaro alguno y Ryan le sonríe.

Se sube a su auto y se va de nuestra vista. La odio.

—Nos vemos mañana. —digo con tono burlón. Ryan se ríe y yo pongo los ojos en blanco—. Me voy. —digo sin más, pero él me detiene.

—¿En qué te vas? —me pregunta tomándome de la muñeca y ese gesto me pone nerviosa. Últimamente no soporto que me tomen desprevenida.

—En taxi. —digo viendo su mano. Espero que me suelte, pero no lo hace.

—¿Quieres que te lleve? —me pregunta.

—No, está bien. Puedo ir sola. —sonrío forzadamente.

—No quiero que vayas sola. Ven conmigo, yo te llevo. — insiste y termino aceptando.

Luego de unos minutos llegamos al departamento y entramos. Olvidé la caja con las cartas sobre la mesa y automáticamente me pongo nerviosa, pero él ni se fija en ellas si no que continúa mirándome como en todo el trayecto.

—¿Quieres algo para tom...? —no termino de hablar, que me toma y me pega a la puerta Su rostro queda muy cerca del mío.

—Lo único que quiero es besarte. No sabes las ganas que tenía de hacerlo cuando estábamos en el ascensor. —acaricia mi labio inferior con su pulgar.

—¿Por qué no besas a Claire ya que estabas muy cómodo con ella? —digo y no sé por qué reacciono así. Será por todo lo que aguanté durante el día. Él me mira frunciendo el ceño.

—¿Que tiene que ver Claire? Yo te quiero besar a ti nada más. —dice y mi corazón late muy rápido.

—Tienes novia, Ryan. No quiero ser la segunda en la relación de nadie. Además, Camila se merece respeto. No puedes ir por ahí haciendo lo que sientes si estas comprometido. —él se separa de mí. Pasa sus manos por su rostro con frustración.

—Es verdad. Mejor me voy. —dice, me da un beso en la mejilla y se va.

***

Llego a mi casa y Camila se acerca a abrazarme.

—Te extrañé. —susurra en mi oído. Se separa de mí y me besa.

Olivia aparece en mi cabeza como siempre. Tenía tantas ganas de besarla que no sé por qué no lo hice en vez de irme.

Tomo de su cintura y la acerco a mí. Sé que es Camila la que me está besando, pero no puedo sacar a Olivia de mi cabeza. Siento como si me estuviera besando ella y me separo de golpe.

—¿Que sucede? —me pregunta ella, extrañada.

—Nada, solo estoy cansado. —digo y me voy a mi habitación. Me despojo de mi ropa y me acuesto.

—Es por ella ¿verdad? Es por Olivia. —dice, pero no respondo. Siento como se acuesta a mi lado y apaga la luz. Hoy no podré dormir.