5. El cuchillo

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Empecé a chillar como una loca para que vinieran a por mí hasta que por fin dos vigilantes de seguridad vinieron, dije que me habían encerrado pero que no sabía quiénes habían sido.

Me llevaron a la zona de las celdas y empezaron a registrarme, como vieron que no llevaba nada fueron a llevarme a mi celda, pero justo cuando me di la vuelta...

Se escuchó algo caer al suelo, y cuando miré para ver que era quise que la tierra me tragase y que me escupiera bien lejos.

Eran las bolsitas de cocaína con las horquillas.

Las cogieron para ver que era pero supieron perfectamente lo que eran.

-ROMERO, ¡A AISLAMIENTO!

Y así fue, a aislamiento fui, y con el grito que dio el vigilante seguro que se enteró Mireya, así que al salir ya sabía lo que me esperaba.

Mi muerte.

{•••}

Ya había perdido la cuenta de los días que llevaba allí encerrada, todo era muy monótono y seguía la misma rutina: te levantas, te sientas a mirar al infinito y a pensar, te traen la comida, comes, te tumbas, haces un poco de deporte por la tarde, cenas y te duermes. Y sí, estaba aprovechando para hacer un poco de deporte, me venía bien, y noté que como mínimo había perdido un kilo.

En lo único que podía pensar era en lo que iba a pasar cuando saliera de la celda, ¿me va a matar Mireya de verdad? ¿Será una muerte dolorosa o me envenenará? ¿Me matará otra persona por ella? Miles y miles de preguntas sin respuesta alguna.

No sabía ni qué hora era, pero el mismo vigilante que me encerró abrió la puerta para decirme algo.

-Romero, sales de aislamiento

Me quedé mirándolo durante unos segundos porque no sabía si creérmelo o no, pero al final me levanté y me marché a mi celda para cambiarme, llevaba bastante tiempo con esa ropa ya que en aislamiento no puedes cambiarte ni ducharte siquiera.

Llegué a mi celda, encima de mi cama había ropa limpia, así que la cogí y cuando me di la vuelta y vi quién estaba delante mía se me cayó toda la ropa al suelo y empecé a temblar.

Mireya.

-¿Qué pasa Amaia? ¿Eh? —dice agarrándome del cuello de mi mono y estampándome contra la pared haciéndome toser—. ¿Te pillaron con mi droga verdad?

-Sí... —dije sin parar de toser—. Lo siento... Te lo pagaré de alguna forma pero no me mates

-¿Que no te mate? ¡JA! —se ríe—. Que te crees que no te voy a matar, lo voy a hacer ahora mismo, Thalía, el cuchillo

Y una chica que tenía pinta de ser de mi edad, entró a la celda, Mireya acercó su mano y la chica le tendió el cuchillo, la pobre chica estaba temblando, más que yo diría incluso, seguro que es su esclava o algo así.

-Bueno Amaia —dice clavando poco a poco el cuchillo en mi cuello—. Hasta aquí has llegado, aquí se acaba tu vida...

La tal Thalía estaba llorando al igual que yo, y con el nudo que tenía en la garganta no podía ni hablar.

-¡MIREYA! ¡DÉJALA!

Mireya se giró para ver quién había gritado su nombre, aunque yo reconocí esa voz al momento sin tener que mirar quién era.

Era Miriam.

-¿Miriam? ¿Desde cuándo te importan a ti las nuevas?

-Mireya, te he dicho que la dejes

-¿Y qué me vas a hacer si no la suelto y la mato?

-Sabes que no me da miedo matarte, ¿pero no crees que ya hemos asesinado bastante tú y yo?

-La han pillado con mi droga

-Me suda lo que viene siendo el coño Mireya, ¿te enteras? Venga, déjala de una puta vez

Entonces Mireya me clavó la punta del cuchillo en el brazo y yo empecé a chillar y a retorcerme a causa del dolor.

Entonces Miriam se acercó y apartó a Mireya de mí, lo que hizo que yo cayera al suelo y acabase sentada, Thalía vino corriendo a por mí mientras que Miriam estampaba a su amiga contra la pared y le gritaba de todo, pero yo sólo sentía dolor y no era capaz de centrarme en lo que le estaba diciendo, en mi cabeza sólo tenía la palabra "dolor".

-Lo siento —se disculpa Thalía—. Fue culpa mía, no tendría que haberle dado el cuchillo, pero entonces me habría matado a mí...

-No te preocupes —sonreí para tranquilizarla—. Esto tenía que pasar

-¿Te llevo a enfermería?

-¿Y qué digo? ¿Que me clavé un cuchillo sin querer?

-Tú di que no sabes cómo te lo hiciste... Pero te van a obligar a decirlo

-¡Amaia! —me dice Miriam mientras que Mireya intenta deshacerse de sus manos—. Di que al levantarte te clavaste un filo de la barandilla de la cama

-Vale

Entonces Thalía me llevó a la enfermería, y aunque el doctor no se había creído del todo el motivo de la herida, me curó y me puso una venda alrededor de la herida y volví a mi celda aceptando cada una de las disculpas que Thalía volvía a darme.

Cuando llegué a la celda estaba Mimi hablando con Miriam, Mimi se acercó corriendo hacia mí para abrazarme.

-Joder —suspira—. Pensaba que Mireya te iba a matar, ¿cómo es que no lo ha hecho?

-Bueno —al separarnos miré a Miriam y sonreí—. Ha sido gracias a Miriam, que llegó en el momento en el que Mireya iba a clavarme el cuchillo

-Pero —dice Mimi señalando la venda de mi brazo—. ¿Al final parece que sí te lo clavó no?

-Sí —respondió Miriam—. Tardé demasiado en ir a Mireya y apartarla de ella porque no pensaba que fuera capaz de hacerlo

-Me siento mal ahora —dice Mimi mirando mi brazo con tristeza—. Si hubiera estado en la habitación le hubiera parado los pies a esa...

-¡Eh! —dice Miriam—. Que a pesar de todo sigue siendo mi amiga

-Es verdad —se ríe Mimi—. Ya hablaré entonces de ella cuando no estés tú delante... Bueno, me tengo que ir que Ana quiere hablarme de no se qué de sus drogas, no sé ni por qué voy a ir con ella, pero bueno, no tardo, chao

Nos despedimos de ella y yo me senté en mi cama, y miré a Miriam que estaba sentada en la suya (que es justo la de en frente).

-Esto... —dije nerviosa— Gr-gracias por salvarme

-No tienes que darlas, es que... Bueno, últimamente a Mireya se le está yendo de las manos esto de los asesinatos, ha matado a cinco personas en este último mes

-¿Y tú también?

-Yo lo llevo mejor, sólo maté a dos

-¿Y... por qué?

-Pues la verdad es que no recuerdo los motivos sinceramente, se te olvida todo cuando te meten un mes en aislamiento, te hundes en tu propia mierda la verdad

-Ah...

-Pero bueno, pronto voy a huir de aquí así que seré libre

Y se marchó de la celda sin más, dejándome más confundida de lo que estaba. Y se me ocurrió una idea.

¿Y si escapo con ella?

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Aviso de que irán apareciendo más chicas de OT, aunque creo que sólo queda Marina JAJAJA

A lo mejor meto algún personaje secundario inventado así que podéis decirme un nombre y elegiré uno (nombre de chica).

Love In Prison | AmiriamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora