EPÍLOGO

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3 años después...

-¿Quieres café cariño?

Ahí estaba otra vez Miriam preocupándose por mí, intentando verme con esa sonrisa que tanto suele decir que le gusta.

-Vale —sonreí

Se metió otra vez en el piso y yo me quedé en la terraza admirando las preciosas vistas de California, nunca me arrepentiré de haber escogido California para huir.

Todavía no puedo creerme que Miriam destruyera una cárcel a base de bombas para rescatarme y llevarme lejos del país, solas, ella y yo.

-Aquí tienes

Mi novia se sentó a mi lado y me dio un beso en la mejilla al que yo correspondí.

-Gracias —dije cogiendo la taza de la mesa y llevándomela a los labios—. ¡Ah! ¡Quema!

-Pues claro tonta —dijo Miriam entre carcajadas—. No tienes remedio

-Haber avisado

-¡Claro! ¡Ahora será culpa mía!

-Es broma —dije cogiendo su mano—. Si sabes que yo te quiero

-O eso deberías, después de que bombardease una cárcel para salvarte

-Y después de que mataras a Alfred

-Era lo menos que podía hacer por mi cuñada —dijo suspirando—. Me hubiera gustado conocerla

-Ojalá hubiera matado yo antes a Alfred, hijo de puta

Y unos llantos nos interrumpieron.

-Joder —se queja Miriam—. Otra vez llorando

-Ve tú anda

-Te toca a ti

-Joder es verdad —digo mientras me levanto—. ¡Ya voy mi vida!

-¡Y trae unos donuts a la vuelta por favor!

-Vale

Salí de la terraza y fui directa a la cuna donde normalmente siempre duerme la pequeña Jade, que ahora mismo está llorando porque seguramente tiene hambre.

Llegamos a la conclusión de que las dos queríamos tener un bebé, y hace exactamente 8 meses ella llegó a nuestra vida.

No sabemos todavía si le contaremos nuestro pasado, porque seguro que cuando sea más mayor nos preguntará sobre cómo nos conocimos, o simplemente a lo mejor un día surge el tema. No es especialmente agradable hablar de que estuvimos en la cárcel y de que Miriam mató a varias personas y bombardeó esa misma cárcel, pero no me parece buena idea ocultárselo durante toda la vida.

Le di el pecho y cuando se volvió a quedar dormida con esa cara de angelito cogí los donuts que Miriam me había pedido y salí de nuevo a la terraza.

-Qué coñazo —dije cayendo rendida en la silla

-¡Oye no digas eso de mi bebé! Que es lo mejor que me ha pasado en la vida

-Pues a ver si hacemos algo para que tú también puedas darle el pecho que yo estoy harta

-Sí bueno, ya hablaremos de eso... ¿Qué es lo mejor que te ha pasado a ti en la vida?

Lo medité durante un momento mirando hacia la playa y cuando lo pensé volví a mirarla.

-Esto

Agarré de la mano a Miriam para que se levantara, cogí un donut y me arrodillé delante de ella tomando su mano y metiendo el donut en su dedo anular.

-Miriam, ¿quieres casarte conmigo?

Entre sollozos Miriam dijo un "sí".

Y así fue como improvisé una pedida de mano, con el llanto de un bebé de fondo y con un donut.

Y como yo siempre había deseado, me casé.

Quizás el amor no siempre se encuentra donde te lo esperas, yo jamás pensaría que iba a encontrarlo en una cárcel llena de asesinas, ladronas y traficantes.

Love In Prison | AmiriamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora