A saber qué mierda ha pasado.
-Pues venga, contádmelo
-Es que es difícil Amaia —dice mi madre con las lágrimas saltadas—. Verás... Esto...
-Bueno, pues voy a ser yo quien lo diga para ser directos —dice mi padre pasándole un pañuelo a mi madre—. Amaia, tu hermana ha fallecido
No, no, no y no.
-¿Qué?
-Lo siento Amaia —dice mi madre—. Mañana es el entierro... Puedes venir pero lo mejor es que te quedes aquí
-¿QUÉ? —dije levantándome y dando un golpe—. ¿ESTÁIS DE COÑA? CLARO QUE VOY A IR
-Amaia...
-¡No! Ahora voy a hablar —me volví a sentar—. No queréis que vaya por lo que puedan opinar los demás al verme, ¿verdad? No os importa que no vaya al entierro de mi hermana, preferís que los demás piensen que sois los mejores de la familia, porque seguro que los tíos, los primos y los abuelos no saben que estoy en el puto trullo
-¡Amaia basta! —dijo mi padre
-Me vais a llevar al puto entierro, acabo de perder lo único que me quedaba, ¡a mi hermana joder! Porque vosotros dejásteis de ser mis padres hace tiempo —me acerqué más al micro para susurrar—. O pedís que vaya al entierro, o estáis muy jodidos
-Está bien Amaia —dice mi madre para calmar la situación—. Irás al entierro
Asentí y se hizo un silencio, y entonces hice la pregunta que seguro que estaban esperando.
-¿Cómo murió?
-Nos la hemos encontrado muerta en la puerta de casa por un tiro en la cabeza
-Joder... —no pude evitar empezar a llorar—. ¿Y no sabéis quién fue?
-No...
-¿Tenía problemas en clase?
-Creemos que no —respondió mi padre—. De todos modos el caso ya lo está llevando la policía
-Al final la policía va a tenernos a todos fichados —solté una carcajada—. Esto me parece puto surrealista
Se hizo un silencio, y como parece que no tenían nada más que decirme, les miré una última vez y me levanté para marcharme, donde estaba Vázquez, que abrió la puerta y me fui a la celda, con las lágrimas (otra vez) saltadas.
Llegué a la celda y me tumbé en la cama boca arriba, aún sin creerme que me acababan de dar la peor noticia de mi vida, que mi hermana ya no está en este mundo y que ha pasado a mejor vida, y como me entere de quién coño la ha matado, me encargaré yo de matar a esa persona.
Ahora es cuando me estoy empezando a dar cuenta de que la muerte existe, no sabes lo que es hasta que un ser querido se va. Se ha ido y ni siquiera me he podido despedir de ella, no he podido darle las gracias por estar siempre ahí, por ser mi gran apoyo, por ser mi pilar fundamental, por seguir queriéndome incluso cuando entré a la cárcel. No pude decirle nada, ni siquiera un adiós. Siempre la he querido y siempre la querré esté donde esté.
Lo único que me queda de ella es ese tatuaje que nos hicimos juntas, yo me tatué su nombre y esa se tatuó el mío.
El tatuaje es una rosa, y en el tallo está escrito el nombre. Elegimos una rosa porque las rosas siempre han sido algo importante para nosotras desde pequeñas, siempre dijimos que cada vez que nos encontráramos una rosa se la daríamos a la otra.
Mañana podré despedirme de ella al menos.
-¡Amaia!
Ahí estaba mi novia en la puerta llamándome para a saber qué.
-Dime —dije sentándome en la cama para verla mejor
-¿Por qué lloras? —dijo acercándose a mí rápidamente y poniéndose de cuclillas en frente mía—. ¿Qué ha pasado? ¿Qué te han dicho?
-No te preocupes de eso ahora, estoy bien, ¿qué querías?
-Que Mireya en cinco minutos va a llevar a Mary a la lavandería, y tenemos que ir allí ya
-Vale
-¿Pero estás segura de que no te pasaba nada?
Sonreí al darme cuenta de que realmente se estaba preocupando por mí, y que si tenía que abandonar el plan de torturar a Mary para poder escaparse por mí, lo iba a hacer.
-Luego te cuento —le di un pico—. Y ahora vamos
-Vale, como quieras
Miriam me fue explicando por el camino qué era lo que tenía que hacer, y básicamente tenía que darle con una plancha a Mary en la cabeza para que se desmaye mientras que ella vigila, y después la ataremos a una silla y seré yo la que vigile mientras que Miriam le dice lo que tenga que decirle, y Mireya supongo que se quedará vigilando por la puerta de la lavandería y hará un sonido en clave si alguien se acerca, porque creo que la vamos a atar en una zona que hay escondida.
Llegamos y vimos cómo Mary y Mireya entraban a la lavandería. Cuando nosotras llegamos, Mary estaba de espaldas y Mireya de cara a la puerta, la malagueña no nos miró mucho pero se dio cuenta de que habíamos llegado, miré a Miriam y ella asintió.
Entonces agarré la plancha y le di un golpe seco en la nuca.
Y el pánico se apoderó de mí como si acabara de pillar una gastroenteritis.
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Holaa
Os aviso de que he empezado otro fic que se llama "Crazy In Love" y que podéis encontrarlo en mi perfil!!
Espero que os haya gustado el capítulo, y no sé si os esperábais la muerte de la hermana de Amaia, por los comentarios del anterior capítulo literalmente sólo una persona lo adivinó
Y bueno os agradezco otra vez todo el apoyo, que ya hay más de 900 votos en el fic!!
Y bueno eso es todo por hoy, nos vemos en el próximo capítulo y os quiero❤
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Love In Prison | Amiriam
Fanfiction-¿La nueva? ¡En mi celda no! ¿Quién iba a decirle a Miriam que Amaia iba a pasar de ser simplemente "la nueva" a ser su otra mitad?