Miriam vino corriendo hacia nosotras al escucharnos decir que venían, los guardias estaban al caer y espero que sea verdad eso de que tiene todo bajo control.
-Amaia desata a Mary, rápido
-Vale
Obedecí y fui a desatarla, tenía los tobillos ensangrentados por intentar soltarse, aparentemente muchas veces. Después desaté sus manos que estaban como los tobillos, igual de sangrientos, como ella en general, las rajas del cuello habían parado de sangrar, pero ya tenía toda su ropa manchada.
Para cuando acabé de desatarla, los vigilantes ya habían llegado.
-¡Rodríguez! ¡Bravo! —reconocí esa voz, Merino—. ¿Qué coño hacéis aquí? ¿No habéis escuchado que están haciendo recuento de las presas? Faltáis vosotras, Romero y Villafayna
-No lo hemos escuchado —dice Miriam
-Rodríguez, a mí no me vengas con estupideces y dime dónde coño están Romero y Villafayna
¿Qué hago yo ahora? ¿Me escondo o me quedo aquí?
-Bien —dice Merino al ver que ninguna de las dos responde—. Pues las buscaré yo, y vais a venir conmigo
Pero antes coge el walkie y lo activa para hablar.
-Presas Miram Rodríguez y Mireya Bravo celda número 178 encontradas, presas Amaia Romero y Mary Villafayna celda número 178 no encontradas todavía
Después no se oyeron más voces, sólo se oían pasos, pasos que se iban extendiendo por toda la lavandería, miré a Mary, que estaba desesperada y retorciéndose de dolor por las numerosas heridas que tenía en el cuerpo, he tenido que taparle la boca varias veces para que no grite.
Y nos encontraron.
-¿Qué coño ha pasado? —dice Merino llegando corriendo hacia nosotras y mirando a Mary—. ¿Qué le habéis hecho?
-Nos la encontramos así —dije para defendernos—. Yo sólo la estaba desatando de la silla
-¿Vosotras lo sabíais? —dice Merino girándose hacia las dos rubias, que asintieron con la cabeza—. ¿Y por qué no me lo decís?
-Nos gusta ver cómo te cabreas —dice Mireya riéndose
-¿Sabéis que os va a caer un mes de aislamiento como no me digáis quién de las tres habéis sido?
-¿Qué ha pasado? —llegó Vázquez de repente
-Sabes lo que tienes que hacer, ¿verdad? —le dijo Merino—. Pues venga, yo voy a llamar a Noemí y me la llevo a enfermería
-Vale, venid conmigo las tres, ¡RÁPIDO!
Fuimos como él nos indicó y nos llevó al sitio donde te llevan cuando ingresas en la cárcel para que te desnudes y te laven como si fueras un animal, después de pones la ropa de la cárcel y te llevan a recepción, parece ayer cuando conocí a Mimi en ese lugar.
Ojalá esté bien donde quiera que esté.
Nos situaron una al lado de la otra a una distancia considerable y cuando llegó Noemí ella misma nos empezó a registrarnos una a una para ver si llevábamos algo encima para ganarnos la acusación de haber herido a Mary.
Mireya fue la primera, que no llevaba nada encima, así que sonrío triunfal mientras luchaba con Noemí en una batalla de miradas.
Después llegó el turno de Miriam, no tenía nada, seguramente porque habría tirado aquel objeto afilado en la lavandería.
Una mierda lo había tirado.
Y por último me tocaba a mí, Noemí empezó a tocar mis piernas una a una, y después por la cintura, subiendo por el pecho.
Pero volvió a la cintura de repente.
Tocó la zona de los bolsillos, y después metió la mano en el derecho, y sacó de ahí el objeto afilado.
Otra vez ha jugado conmigo.
-Vaya —dice Noemí mirándome fijamente—. Parece que te gusta partir cuchillos por la mitad y quedarte con la parte afilada...
¿Qué se supone que tenía que decir? No me iban a creer si decía que Miriam me lo había metido en el bolsillo al darme un abrazo. Simplemente me limité a bajar la cabeza y resoplar, estaba cabreada, muy cabreada, ¿por qué coño me hacía esto?
-¿No tienes nada que decir en tu defensa? Bien, pues, ¡Vázquez! ¡Llévala a aislamiento!
Vázquez me agarró de las muñecas por detrás, y miré a Miriam, tenía una expresión en la cara... ¿dolida?
Mientras yo maldecía en silencio, ella me decía con los labios un "lo siento", y como respuesta yo aparté la mirada, y si las miradas mataran me parece que ella ya estaría más que muerta.
{•••}
Otra vez volvía a estar en aislamiento, otra vez una persona con la que creía estar llevando una relación estable (a pesar de estar dentro de la cárcel) me hace daño.
Ahora sí es verdad que no tengo a nadie, primero perdí a mis padres, no han muerto pero para mí lo están. Después he perdido a mi hermana porque alguien la ha matado y no sé quién coño es pero cuando lo sepa me encargaré de vengarme. Y ahora acabo de perder a mi novia.
Me duele mucho haber perdido a mi hermana, pero más me duele haber perdido a la única persona que me quedaba: Miriam.
No entiendo por qué me ha hecho esto, no hemos tenido muchas peleas, hemos estado muy unidas, y sobretodo nos hemos protegido y amado mutuamente.
Me estoy llegando a preguntar si realmente alguien me ha querido de verdad alguna vez.
¿Quién me va a querer a mí? Pocas veces me han querido y esas veces han sido para aprovecharse de mí.
Vaya mes más largo me espera dentro del pozo.
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Holaa!
Sé que este capítulo es un poco más corto y lo siento, pero creo que así está bien y no hay nada más que añadir.
Creo que ahora sí tengo claro cuántos capítulos quedan, y lo más seguro es que queden 1 o 2 + epílogo :(
Y cualquier cosa mi twitter es @proudragoneyyy, a lo mejor subo algún adelanto por allí
Hasta el próximo capítulo!!❤
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Love In Prison | Amiriam
Fanfic-¿La nueva? ¡En mi celda no! ¿Quién iba a decirle a Miriam que Amaia iba a pasar de ser simplemente "la nueva" a ser su otra mitad?