14. Es difícil

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Después de comer necesitaba despejarme un rato y como eso de fumar me había gustado le pedí un cigarro a Mireya.

-Mireya, ¿tienes un cigarro?

-No me quedan, a lo mejor Miriam sí porque le di hace poco tres, yo también quiero fumar, vamos a buscarla anda

Genial, Miriam era la persona a la que menos me apetecía ver, aunque que viniera Mireya era mejor porque así nos ahorramos unos cuantos momentos incómodos.

Miriam había estado a punto de besarme (o eso quiero pensar), me había agarrado del cuello y nuestras caras se estaban acercando, no podía ser para otra cosa, ¿para darle un besito en el cuello? No, se veía venir claramente que nos íbamos a comer la boca.

Sin darme cuenta ya habíamos encontrado a Miriam (que estaba en los baños) y Mireya ya le estaba pidiendo el tabaco.

-¿Tienes esos cigarros todavía?

-Sí, pero sólo tengo dos

-Ah pues... —digo nerviosa—. No pasa nada, me quedo yo sin fumar

-No, tranquila —la gallega me intenta poner la mano en el hombro pero la esquivo, cosa que hace que ella haga una mueca—. Que yo me fumo un porro y ya está

Nos dio un cigarro a cada una y ella se sacó del sujetador el porro, nos encendimos nuestro cigarro y yo me disponía a irme de allí para ir a la azotea pero Miriam me paró.

-¿A dónde vas?

-A la azotea

-Voy contigo

No quería rechazarla así que respondí positivamente y fuimos a la azotea sentándonos donde siempre.

-¿Desde cuándo has vuelto a las drogas? —dije dándole una calada al cigarro

-Desde que me tomé la droga de Mimi, ¿quieres probar?

-No, suficiente con que me hayas metido en el mundo del tabaco

-Pues como quieras —le da una calada al porro y expulsa el humo—. ¿Y tú por qué sigues fumando en vez de haber parado?

-Me relaja, fumo cuando me desespero

-¿Cuando te desesperas?

-Sí, cuando siento la necesidad de salir de este puto infierno

-¿Y entonces ahora la sientes?

-Sí

-¿Y por qué?

-No puedo explicártelo...

-Sabes que sí, para eso estamos las amigas

-Las amigas que conoces en la cárcel y que están en el mismo sitio que tú por ser tan cabronas como tú

-Créeme, yo soy la más cabrona de aquí, pero puedes contar conmigo para lo que sea pequeña

-Es que es difícil

-¿Quieres escaparte de aquí? ¿Tienes algún plan?

-No es eso

-¿Entonces qué es?

-Es...

Estaba a punto de decirle el tema con el que llevaba días comiéndome la cabeza, iba a decirle que estaba empezando a sentir cosas por ella.

Pero me cerré en banda.

-¿Es...? —preguntó Miriam impaciente

-Nada —dije levantándome y tirando la colilla—. Vamos a dejarlo estar

-Como quieras —dice haciendo lo mismo que yo—. Pero espérame y bajamos juntas

Bajamos a la celda y mientras llegábamos veíamos a Merino con otra chica al lado e indicándole que entrara a la celda. Miriam corrió hacia el vigilante y le miró con cara de asco tras darle un repaso con la mirada a la chica que llevaba la bandeja con ropa y toallas lista para instalarse en la celda.

-¿Qué haces? —dice Miriam indignada—. Una mierda, nadie va a ocupar el sitio de Mimi

-Eso —dice Mireya levantándose de su cama y poniéndose a su lado—. Te la llevas a otra celda, que seguro que hay sitio

-Rodríguez, Bravo —dice Merino cabreado—. Apartaros y dejad que que pase vuestra nueva compañera

-Que no —dice Mireya—. Que te la lleves a otra

-Mm... —dice Miriam mirando a la chica otra vez mientras que le tapa la boca a Mireya—. Bueno jefe, te dejo que se quede en esta celda, hay mucha cabrona suelta por las otras

-Como si tú fueras una santa —se ríe Merino—. Bueno, pues Mary Villafaina, adelante

-Pero en la cama de Mimi no te vas a poner ni de coña —espeta Mireya—. Vas al suelo

-Mireya... —le dice Miriam entre dientes y con una cara que no sé muy bien describirla porque no sé qué quiere decir

-Ah... Vale —dice Mireya sonriendo—. Amaia, ¿me acompañas a buscar a Thalía? Que hace mucho que no sé de ella

-Esto... vale

{•••}

Mientras que íbamos dirección a la celda de Thalía, me atreví a preguntar algo que necesitaba saber desde que apareció la tal Mary.

-Oye

-Dime

-¿Por qué está Miriam tan rara?

-¿A qué te refieres?

-Ya sabes —hago una pausa—. Desde que ha aparecido la chica nueva ha estado muy rara

-Ah, eso es porque se la quiere tirar

Casi me ahogo al tragar saliva.

-¿Que qué?

-Que se la quiere tirar, ¿no ves que casi se la come con la mirada?

-¿Pero... se la va a tirar ahora?

-¡Qué va! Hoy se va a dedicar a conocerla para saber algo de ella, Miriam no es de tirarse a desconocidas

-Ah...

-¿Qué pasa?

-No, nada...

-¿Te gusta Miriam verdad?

-¿Qué? —me reí aunque salió una risa forzada, se me da fatal mentir—. ¡No!

-Bueno, como tú digas

Al final no encontramos a Thalía, sus compañeras de celda tampoco sabían nada de ella.

Me volví a la azotea a pensar otra vez, últimamente no paraba de comerme la cabeza por tonterías.

En estos momentos me haría falta Mimi, que a pesar de todo alguna vez que otra me ayudó a poder seguir, si no fuera por ella a lo mejor ahora mismo estaría metida en las drogas o quizás me habría suicidado.

Admito que la echo de menos

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No sé si os habrá gustado que haya metido a Mary (que si alguien no lo sabe, es una de las bailarinas).

Y bueno espero que os haya gustado el capítulo y os aviso de que se viene un poco de drama en los próximos

Love In Prison | AmiriamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora