Bajé a el comedor y era todo como en las películas, nunca me imaginaba tener que estar aquí, es todo muy surrealista.
Cogí una bandeja y todas íbamos pasando para que nos echasen la comida, entre empujones y alguna que otra amenaza pude coger una bandeja (aunque con algún que otro escupitajo por ser la nueva supongo) y esperar la cola. Cuando por fin me llenaron la bandeja me senté en una mesa vacía, y a mi lado se sentó Mimi, que estaba hablándome pero yo estaba centrada en una conversación que estaban teniendo dos chicas en la mesa de atrás:
-¿Tú tienes algo de droga Miriam?
-No, paso de meterme en esa mierda
-Parece mentira siendo tú
-Es la verdad Ana, que paso de meterme en ese mundo
-Así la cárcel es mejor, te recomiendo que un día te fumes un porro tía
-Paso, total, ya mismo me escaparé de aquí si el plan va bien, ¿sabes algo de las chicas?
-Creo que todavía no han empezado, están buscando una zona a la cual no enfoquen las cámaras
-Vale, más les vale a esas desgraciadas
De repente sentí cómo una de esas chicas se levantaba y se sentaba en frente de nosotras, Miriam no era así que supongo que sería la tal Ana:
-Hola Mimi cariño, ¡anda! -dice mirándome fijamente-. ¿Tú eres la nueva de su celda no?
-¡Déjanos en paz puta drogata de mierda! -dice Mimi gritando-. Vete por ahí
-Ay Mimi mi amor -dice riéndose como una verdadera loca-. Algún día admitirás que echas de menos lo que tuvimos
-No quiero volver a salir contigo Ana, ¿es que no lo entiendes?
De repente escuchamos voces de una presa y de un policía por el comedor:
-AITANA VENGA JODER SI EN REALIDAD ME AMAS
-LUISA CEPEDA QUIETA AHÍ
-Madre mía -dice Mimi riéndose de la situación-. Ya le ha dado a Luisa otra vez por Aitana, la pobre no puede más
-Tú en realidad me amas a mí -dice Ana-. ¿Por qué te cuesta tanto admitirlo?
Mimi respiró hondo un par de veces cabreada y tiró su bandeja en la cara de Ana llenándose esta de puré de patata:
-¿ME QUIERES DEJAR EN PAZ DE UNA PUTA VEZ?
-¡MIMI DOBLAS! -gritó el mismo policía que estaba persiguiendo a la tal Luisa-. ¿QUÉ ESTÁ PASANDO AHÍ?
-¿Por qué no se llevan a otra puta cárcel a esta loca? -dice Mimi protestando-. ¡No me deja en paz coño!
-¿QUERÉIS IR LAS DOS UNA PUTA SEMANA A AISLAMIENTO? -dijo el policía-. PUES CALLAROS LA PUTA BOCA
Y Ana se marchó a otra mesa no sin antes lanzarle un beso a Mimi el cual esta ignoró por completo:
-Qué pesada -dice Mimi resoplando enfadada-. Desde que rompí con ella no me deja en paz
-¿Cuánto tiempo estuvisteis saliendo?
-Desde que llegué aquí, entramos las dos a la vez, hace un mes que lo dejamos más o menos, osea que casi un año estuvimos saliendo
-¿Y por qué lo dejásteis?
-Porque se metió en el mundo de las drogas, y le dejé claro que no quería seguir con ella, pero sigue yendo detrás de mí, es una pesada
-Ah...
-Bueno, pues cuéntame un poco de ti, ¿cómo se llama el hijo de puta que te engañó?
-Alfred
-¿Y cuántos años tiene?
-Dos más que yo, veinte
-Qué cabrón, ¿y cómo te diste cuenta de que te engañó?
-Cuando ya era demasiado tarde, cuando la policía llegó a mi casa diciendo que estaba detenida por estafa y blanqueo de dinero, cuando ya estaba esposada, cuando me metían en la furgoneta y mis padres me miraban boquiabiertos...
-¿No has podido explicarles nada?
-Hubo un juicio, pero quedo yo como la culpable y no hay pruebas de que Alfred pueda haber hecho tal cosa
-Joder...
-Ya, es una mierda la verdad, todavía no me creo que esté aquí...
-Tranquila -dice poniéndome una mano en el hombro-. Cuando lleves un tiempo serás respetada por todos, ahora te van chantajear, te van a obligar a que recojas la droga que meten aquí y si no lo haces te amenazan, aquí ya han habido muchas muertes por desobedecer, de hecho, a mí me obligaron a matar a una chica
-¿Y supieron que fuiste tú?
-Claro, estuve un mes en aislamiento, si te obligan a que recojas droga, avísame a mí y lo haré yo por ti, hazme caso, no quieres meterte droga por el coño, no es agradable
-Puag
-Sí, precisamente eso
Terminé de comer y nos fuimos a la azotea, hay una cancha de baloncesto, mesas, bancos y una caja grande donde hay bastantes pelotas, Mimi y yo nos sentamos en un banco y al rato llegaron Miriam y Mireya con un cigarro en la boca.
-Qué Mimi -dice Miriam encendiéndose el cigarro-. ¿Le has hecho un tour por el trullo a la ricitos de oro?
-¡Ja! -se ríe Mimi sarcásticamente-. No hay mucho que ver
-Ya -dice dándole una calada al cigarro y pasándoselo a Mimi-. Me han dicho por ahí que quieren que la ricitos de oro se convierta en una soplona
-¿Yo?
-Sí, tú -dice sentándose a mi lado y sonriendo-. ¿Y no vas a contarles nada de nada verdad? Porque ya sabes lo que pasaría entonces...
-No no no... No diré nada
-Tía Miriam -dice Mireya-. No empecemos, pobrecilla la chiquilla
-Tranquila amiga -le responde Miriam a Mireya-. Es un aviso, ¿verdad que sí ricitos?
-Sí...
-Así me gusta -dice riéndose-. ¿Quieres una calada?
-No... Gracias...
-Venga, prueba
-Que no
-He dicho que pruebes -dice pasándome el cigarro-. Simplemente quiero saber si has fumado antes o no, sólo es tabaco, no es un porro
Le di una calada al cigarro y como era obvio empecé a toser.
-Venga, otra calada, que a la segunda no toses
-No quiero más...
-No era una pregunta ricitos
Entonces le di una segunda calada y no volví a toser, la verdad es que no estaba mal eso de fumar, de hecho me estaba empezando a gustar, pero se lo devolví y Miriam me sonrió y se marchó con Mireya quedándonos Mimi y yo solas.
-No sé qué coño le ha dado -dice Mimi-. Nunca se ha comportado así con una nueva, ha echo cosas peores
-¿Y por qué lo hace?
-Ni idea, es muy raro, habrá visto algo en ti
-¿En mí? ¿Qué ha visto?
-Ni idea
Estuvimos un rato charlando y la noche cayó rápido, así que después de cenar me marché a mi celda.
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Aquí tenéis el segundo capítulo, por ahora iré publicando días sueltos, cuando más gente empiece a leer el fanfic publicaré más pronto
Y sé que os ha gustado Luisa Cepeda JAJAJA
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Love In Prison | Amiriam
Fiksi Penggemar-¿La nueva? ¡En mi celda no! ¿Quién iba a decirle a Miriam que Amaia iba a pasar de ser simplemente "la nueva" a ser su otra mitad?