Cap 26

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Mi corazón se aceleró; sentía mi respiración tan complicada que me desesperaba. Y la sangre que corría por mis venas, se extendía helada por todo mi cuerpo. 

La misma persona que no merece ser llamada 'mi padre' estaba hablándome por un video. La misma persona que secuestró y armó un susto hacia mi madre. La misma persona que más odiaba en la tierra. 

"Hola. Sé que… –tartamudeó indeciso. – sé que debería no hacer esto; o debería haberlo hecho mucho tiempo antes. Pero… _______ es tu cumpleaños. Y ya tienes 16 años. –Sonrió con nostalgia. –Como tu padre, no puedo quedarme callado. –Se lo notaba nervioso, pero no me interesaba. En mi mente, solo respondía respuestas totalmente llenas de sarcasmo ante cada pavada que decía – Feliz cumpleaños. Espero que la pases muy bien con todos tus seres queridos. – Su garganta se estaba esforzando para hablar, eso se notaba también. – Y lo lamento. –Por un momento, bajó la cabeza, a la vez que su voz se desintegraba con arrepentimiento; no sabía si actuaba o lo decía de verdad… después de todo, se pasó toda mi vida engañándome. 

–Siento muchísimo cada momento que hice mal; los errores que cometí que nunca debí haberlos hecho. De verdad lo lamento. – Sus ojos azules, brillaron. 

Mirándolo, me di cuenta de su parecido conmigo. Y también, de que, lo quería pero que jamás lo iba a perdonar. 

"No tengo nada más que decirte; además de perdón. Y que espero que la pases muy bien, ____. Te lo mereces. –Por fin, una lágrima calló de sus cristalinos ojos; pero volvió a bajar la mirada, y rápidamente la limpió. – Adiós". 

Y entonces, el video se cortó. 

Justin me miró a los ojos; colocó ambas manos a los costados de mi rostro, y sin quitarlas, acarició con su pulgar mis mejillas mojadas.

–Le importas a muchos… aunque no siempre te lo recuerden.

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–¿_____? –el susurro de una suave voz, hizo vibrar mis oídos. Pero, desgraciadamente, nada me iba a despertar un sábado por la mañana, en donde no tenía que trabajar ni estudiar. Ni siquiera Justin. –Estás despierta… a mí no me jodes. –Sin abrir los ojos, sentí como pellizcaba la punta de mi nariz. –_______, holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. –Aunque hablaba susurrando, se sentía como un grito para mi audio sensible de ‘acabo de despertarme’. Ignorándolo, volteé sobre mi espalda, hasta ponerme de espaldas a él. Él bufó como un caballo. –¡_____!

–¿Qué puta quieres Justin? –hablé ahora yo. Volteé a verlo a la vez que abría mis ojos fuertemente como platos al verlo. Justin sonrió brillantemente… había logrado despertarme. 

–Hola. 

–¿Puedes no molestar, por el resto de día? –agarré la pequeña almohada con la que dormía, y la choqué con su cabeza, y luego, la dejé debajo de la mía, para volver a cerrar los ojos e intentar dormir. 

–Nunca molesto. –Y devolvió el golpe. 

–¡Basta, Drew! –grité molesta. El despertarme así, un sábado, era un riesgo demasiado grande; y él lo sabía, pero el muy idiota amaba burlarse de mi cuando estaba enojada. 

–¡No me digas Drew! –chilló Justin. Rodé los ojos, sin mirarlo; seguía de espaldas.

–Es tu nombre, imbécil. –Volvió a pegarme con la almohada. –¡Ayyyyyyy, te odio! –enojada, me levanté de mi cómoda cama para tirarme en el sofá del living. 

–Alguien no está de buenas hoy… –la cantarina voz de Scooter me hizo saltar de susto apenas me acostaba en el sofá.

–Es tu cliente. Me enoja. 

NEVER SAY NEVERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora