Cap 10

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Ambos pensaron que el mundo se había detenido. Ella no podía entender por qué y cómo había sucedido eso… pero estaba tan feliz, que era difícil creerlo. Y él… simplemente, la miraba atónito como si fuera otro estúpido sueño y despertaría en minutos sin tener algo claro y nuevo sobre ella. Aunque ya no había tiempo para que sea un sueño. Esto era totalmente real. 

–¿Justin? –repitió _____ en un débil susurro de su garganta… seca.

–¿______? –preguntó, recordando el nombre con el que fue llamada por su profesora de ballet. Ella rió tontamente al escuchar como su acento canadiense intentaba hablar español.

–¿Eres tú, de verdad? –La idea sonaba irreal… pero él estaba aquí. Sí, estaba aquí, pero sin el paquete de bilingüe, porque no hablaba más que inglés y francés. 

–¿Ah? –hizo una mueca extraña al no entender el español que le hablaba con fluidez la pequeña morocha.

–Nada… ahora cállate y abrázame que te quiero demasiado como para dejarte ir, ahora. –Le dijo ella, limpiándose las lágrimas que salían de sus ojos… pero en el lugar, volvían acumularse otras nuevas. El ceño fruncido de Justin se profundizó, pero _____ tomó la delantera, y lo abrazó por el cuello sintiendo como las fosas nasales recolectaban el varonil olor de él. Y seguía ensuciando la remera de él, mientras él acariciaba su espalda de arriba abajo como si la reconfortaba, pero solo estaba guardando este momento en su mente. 

–¿Y ahora qué? –Preguntó Justin en inglés. 

Lindo obstáculo… ninguno hablaba inglés, ni español. Excepto ____, que manejaba un poco de inglés… pero un poco. 

–No, no está lloviendo, Justin. –Respondió en un intento de inglés, calculando mal la pregunta de él. Justin, en respuesta, lanzó una carcajada, estrechándola más fuerte. 

–¿Sabías que estuve soñando contigo todo este tiempo? Pensé que no eras real. –Dijo él como si nada. Pero ella no entendía… solo una palabra, pero esa palabra no era más que un conector, y de nuevo calculó mal

–Go to… your house? –preguntó ella… otra vez, un nuevo intento de inglés. Él la miró divertido, reprimiendo una carcajada escondida en su garganta. Ella bajó la cabeza, avergonzada y maldiciendo en su mente, que no tenía ni una pizca de bilingüe. 

<<Acordatorio: Tomar atención en clases de inglés y leer>>

–No, io… no, I'm here porqhue… problem –Respondió él con su mínimo spanglish,

Pero _____ entendió bien. Estaba aquí por un problema. Y solo.

Lo tomó de la mano, enroscándola entre sus dedos y antes de que vea el sonrojo de sus mejillas empezó a caminar.

–¿Dónde vamos? –dijo Justin. Ella lo miró y sonrió tontamente.

–A mi jous.

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–This is mai jouse. –le dijo apenas al abrir la puerta. El leve chillido de la oxidación en el metal a los costados de la puerta de madera, le hizo avergonzarse. Se corrió dándole espacio a él para entrar, pero interiormente, se maldijo por haber tomado tan tonta decisión. Y Justin, se dedicó a mirar atentamente cada espacio de la humilde casa… que no estaba acostumbrado a pisar. 

Sin embargo… en ningún momento presentó gestos de disgustación, y eso le hizo sentir bien en cierta forma a _______. Porque él era como ella siempre se imaginó.

–¿Mamá? –gritó buscando una respuesta de Lucía, pero no había ni un ruido más. Se acercó al interruptor, ya que las luces estaban apagadas, y los apretó para que la lamparilla se encienda. Justin caminó alrededor de la mesa, mirando fotos y demás cosas que había en los muebles. Pero las luces no encendían… y ya estaba intentando prender como cinco. Ni una. 

Nuevamente… sintió vergüenza. 

–Oh… –murmuró haciendo una mueca. No tenía dinero para invitarlo a algún lado y su casa estaba sin luz porque no pagaron la factura. Mientras tanto, él miraba a su alrededor. –Justin… –lo llamó y él la miró con los ojos gigantemente abiertos. –Ven –ella empezó a caminar por el pasillo, hasta llegar a su habitación. Abrió la puerta y ambos pasaron. Aunque estaba oscuro, se lograba ver algo.

Justin sonrió al ver como unas cuantas fotos colgaban en su pared; siguió caminando por el costado, fijando su vista en un papel en la mesa de luz al costado de su cama, donde resaltaba el blanco. Una canción… la canción que ella había escrito. Rápidamente, _________ le quitó de las manos ese papel, aunque no lo entendería, –porque estaba escrito en español–, no podía dejar que él vea todo lo que ha sufrido. El confuso ceño fruncido de Justin, le hizo sonreír avergonzadamente pidiendo disculpas. Entonces… él vio la guitarra arriba de su cama. Se sentó en el colchón, y sacó la guitarra de su estuche. _______ guardó la carta en su bolsillo y caminó hasta la ventana para abrirla y que entre un poco de luz.

–¿Tocas? –Justin preguntó en su idioma, haciendo muecas y movimientos con las cuerdas de la guitarra. Ella se encogió de hombros, mirándolo sobre la oscuridad. 

–Yep. –respondió. 

Él recordó un sueño… de ella tocando la guitarra. La misma que tenía por sobre sus manos. 

Tanteó el colchón con sus manos, alado suyo, incitándola a sentarse. Ella obedeció y al instante, fijó su mirada en las manos de él que tocaban una hermosa canción: Fall. 

Cerró los ojos, y apoyó su cabeza en el hombro de él… escuchando como cantaba con su voz suave y masculina. Más la guitarra, que acompañaba a la perfección. Totalmente, una mezcla incomparable… con nada.

NEVER SAY NEVERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora