11

28 3 0
                                    

Claro que había hablado de otras cosas, pero son temas de los que tampoco se puede hablar. Probablemente, hace un año, a Mara no le hubiera importado explicarle a Josh que a Tae le gusta aquella librería del centro, pero ahora es incapaz. Es incapaz porque por el simple hecho de mencionar ese lugar, que por cierto, a Josh le encanta, despertaría demasiados recuerdos de su padre. Él fue el primero en llevarlos allí.

- Mmm... Creo que ha dicho que nos parecíamos.- Mara mira a su hermano con desesperación. Es imposible no darse cuenta de lo cansado que está, del desgaste que lleva, del vacío que hay en sus ojos... Ella desearía poder acabar con ese vacío.

Entonces recuerda algo más que Tae le ha dicho. Algo que no le hará daño a su hermano cuando lo oiga, y Mara se aferra a eso como a un clavo ardiendo.

- ¡Ah! Y ¿sabes qué? Casi se me olvida - comenta con un tono que intenta ser entusiasta.- Le apareciste un gran profesor, o sea, comentó algo así.- No es mucho. No es algo que vaya a hacer que sus padres resuciten, ni hará que sus vidas sean más fáciles, pero es lo mejor que le puede ofrecer.

- ¿De verás? - le contesta Josh lentamente. Es posible que la noticia no le haya sorprendido demasiado, pero ahora parece más interesado y sus ojos tienen un poco de vida.

- En serio - contesta Mara con énfasis. Intenta pensar en algo más que decir, alguna manera de elaborar y extenderse con el cumplido.- Creo que ha comentado que está pensando entrar en antropología, o sea, especializarse cuando llegue a la universidad. Dijo que tu clase le ayudó a descubrir lo que quería hacer.- Es evidente que no había dicho nada de eso. Mara no tenía ni idea de lo que quería hacer. Y, de todos modos, si algo le había influenciado era Tristes Trópicos y no Josh.

Pero, de todos modos, Mara no puede evitar sentir un inicio de satisfacción al ver como le cambia la expresión a su hermano.

- ¡Oh, venga! - exclama de repente Alice, dejando la cuchara sobre el Gerber con frustración.- No consigo que coma nada.

- Bueno, ¿y qué esperabas? - pregunta Josh mientras coge el tarro y lo examina.- ¿Gerber de zanahoria? ¿A quién le puede gustar eso? Lo único que pasa es que tiene buen gusto.- se levanta y coge a Nicole de la silla.- ¿No preferirías cenar unas costillas que han sobrado? - le pregunta a la niña.

- ¡Oh, Josh, por favor! - Alice lo mira.

- Vamos, no hablo en serio. Pero ¿qué me dices de un poco de helado? Eso sí que lo puede comer. ¿No? El helado no tiene nada de malo, nosotros también lo tomamos.

- Tiene mucho de malo - contesta Alice, exasperada.

- Pero a ti te gustaría, ¿verdad? - le pregunta Josh a Nicole mientras la sostiene sobre su cabeza - Estoy seguro de que vas a ser una de esas chicas que sabe apreciar un buen helado de chocolate. Vamos...- Josh se dirige a Alice - será divertido probar si le gusta.

Mara no siente celos de su sobrina, no es eso, y real mente no tiene ningún deseo de que su hermano se dirija a ella como a un bebé. Pero solo cuando Josh está jugando con Nicole, Mara puede volver a ver brillar los ojos de su hermano. Y entonces se da cuenta, quizá por enésima vez, de que ya ha perdido a su hermano.

La chica con la sonrisa rota 《Kim Taehyung》 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora