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- ¿Puedo preguntarte algo? - dice finalmente.

- Sí - asiente Mara.- Está segura de que le va a preguntar si es virgen o si alguna vez...

- ¿Estás mal de la cabeza?.

Sí.

- No, lo digo enserio - continúa sin esperar la respuesta.- ¿Estás mal de la cabeza? Además - continúa, dando una patada a una piedra - ¿quien dice que yo sienta eso por ti?.

Mara se siente aliviada y humillada a la vez. Nunca se le había ocurrido que él tuviera que sentir algo para querer acostarse con ella.

- Bueno, yo solo pensaba que, ya sabes, tú eres...

- Cállate - le interrumpe - ahora mismo.

Los dos se quedan un rato en silencio. Él aparta la mirada y mira hacía delante. Mara no sabe muy bien que hacer ahora. Quizás debería levantarse e irse a casa, pero justo cuando estába pensando esto, Tae se gira de nuevo con otra pregunta.

- ¿Por qué lo haces? - pregunta.- ¿Podrías al menos explicarme esto? ¿Por qué?.

- ¿Qué te hace pensar que yo quiera hablar de esto contigo? ¿Qué te hace pensar que yo sienta eso por ti? - dice Mara imitando sus palabras. Quiere inyectar todo el veneno que pueda en su voz. Se siente avergonzada y humillada por la locura de su oferta y lo fácilmente que él la ha rechazado.

- ¡Total! ¡Hace un momento estabas dispuesta a acostarte conmigo! - Tae sacude la cabeza ante lo absurdo que es todo este asunto. Por primera vez Mara se da cuenta de que él todavía la está agarrando de la mano. Y, aunque la acaba de humillar, aunque acaba de hacerla sentir como una perra, no quiere soltarse.

- ¿Qué se supone que debo hacer contigo? - Tae habla en voz alta, pero es evidente que no se está dirigiendo a ella.- Iba a ser un semestre genial. No puedo pasar el rato... ¡Dios! ¡Yo no quiero esto! - murmura con indignación. Mara no puede evitar reírse. ¿Es que ella si que lo quiere?.

- ¿Qué es tan divertido? - se vuelve hacía ella.- ¿Te parece divertido?.

Mara se encoge de hombros.

- Claro, mis padres están muertos, es gracioso.

Tae la mira avergonzado por unos instantes.

- ¿Cómo...? ¿Te importaría explicarme...? ¿ Cómo ocurrió exactamente? ¿Cuando fue?.

No es la primera vez que le preguntan eso. La respuesta nunca es fácil, pero Mara le agradece la delicadeza con la que ha formulado la pregunta.

- Fue... Yo estaba... Yo conducía. Ocurrió hace unos siete meses.- Mara expone los hechos sin rodeos.

- ¿Ya tenías licencia? - Tae frunce el ceño.

- ¿Eh...? - Mara hace el mismo gesto. No era la respuesta que esperaba.- No tenía un permiso temporal. ¿Por qué?.

- Bueno...

- Mira - le interrumpe Mara.- En realidad no quiero hablar de eso, ¿Ok? Es muy duro para mi.- Sacude la cabeza por lo ridículamente inadecuado y suave que suena su expresión.

La chica con la sonrisa rota 《Kim Taehyung》 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora