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Un grupo de chicas del instituto que van juntas hacia el parque. Si Yeon está entre ellas. Mara se pregunta que haría Si Yeon si ella se acercará e intentara unirse al grupo. ¿Sería simpática o simplemente volvería a hacer un comentario ofensivo?.

Bueno de todos modos, no tiene ningún deseo de pasar el rato con Si Yeon y sus amigas.

Mara deja atrás el parque y camina en dirección al instituto. Hay varios cafés con terraza esparcidos por aquella zona y quizás ir a tomar algo a uno de ellos no será una mala idea.

Se para frente a uno que tiene un bonito toldo de rayas verdes y blancas y lee el menú.

No tiene mucho dinero. Les da a Josh y a Alice casi todo lo que gana pero, aun así, tiene suficiente para tomar algo.

- ¡Mara!.

¿Josh?.

¿Qué hace él aquí?.

¿No debería estar su hermano dando algunas clases o trabajos en casa? ¿Qué está haciendo tomándose un café helado en un bar a estas horas del día?.

Lo primero que piensa Mara después de recuperarse del susto de ver a su hermano en una de las mesas es que estaba segura de que se lo iba a encontrar. La razón de que les dejaran salir más pronto del instituto es la reunión entre padres y tutores. La misma de la que hablaba la carta que había recibido Josh.

Mientras Mara piensa esto, se da cuenta de que hay varios estudiantes que pasan con sus padres y entran en otras cafeterías.

- Josh - dice Mara con inseguridad al acercarse a la mesa en la que él está sentado.

¿Cómo debe actuar? ¿Debería dejarle saber que sabe la razón por la que él está por la zona? Está segura de que su hermano no quiere que lo sepa. Si quisiera, simplemente ya habrían hablado del tema. Habría ido a la reunión con él.

- ¿No tienes clases o algo así ahora? - le pregunta Mara. Josh aparta su chaqueta y un montón de libros que hay sobre la silla de al lado y Mara se sienta. - Quiero decir, ¿qué estás haciendo por aquí?.

Si él no es claro con ella, entonces ella ya sabe cómo llevar la conversación.

Simplemente hará lo mismo que han hecho siempre desde el accidente: hablar sin decir nada.

- No, ahora no hay clases... - Al decir esto, Josh no la mira. Juega con la servilleta, le pasa un menú, hace todo menos mirarla a los ojos. - Debería estar preparando la conferencia pero necesitaba un respiro. Así que he venido a pasear por aquí... - Se le apaga la voz. Mara asiente, como si se estuviera tragando lo que dice. Con un profundo suspiro abre el menú.

- Bueno, ¿y como van las clases? - dice, después de pedirse un capuchino.

Genial, ahora eres tú la que suena como si quisiera hacer de madre.

- Bien - contesta Josh, encogiéndose de hombros.

¡Y desde el lateral derecho, Josh reacciona con una fabulosa y aguda respuesta!.

- ¿Qué clases das este año?.

- Oh, ya sabes, lo mismo de siempre, lo mismo de siempre.

¡¿Cómo narices quieres que lo sepa!? ¡Ya nunca me cuentas nada! ¿Cómo se supone que debe de ser lo mismo de siempre? ¡Ni siquiera llevas tanto tiempo dando clases!.

- Aquí tienes. - El camarero deja el capuchino frente a ella y Mara se toma su tiempo en echarle el azúcar y revolverlo intentando encontrar algo que decir. Sin embargo no tiene que preocuparse, porque Josh siempre tiene a mano su tema favorito.

- ¿Qué tal hoy en el instituto? - le pregunta. - ¿Qué ha pasado con aquel examen de francés? Ya lo deberían haber devuelto a esta alturas. ¿Algún problema o te ha ido bien? ¿Y que tal con el trabajo que mencionaste? ¿El del Bulfinch?.

¿Por qué no me dices tú qué tal hoy el instituto si acabas de estar allí?.

Mara tiene que morderse el labio para evitar pronunciar estás palabras en voz alta.

¿Por qué su hermano esta allí sentado, haciendo como que disfruta de su bebida, haciendo ver que ha bajado al centro solo porque necesitaba un descanso?.

Ella ya sabe porque él no quiere hablar de esto. Tal vez ya estaba preparado para encargarse de temas como los exámenes o los trabajos, pero tener que ir a una entrevista con el tutor, tener que ver como le pasan por la cara el hecho de que, sí, ahora él es el padre... Mara lo entiende, lo entiende perfectamente. Pero aún así...

¡Grítame!.

¡Pégame!.

¡Haz algo, pero deja de estar así! ¡Deja de actuar como si nada hubiera ocurrido! ¡Para de comportarte como si todo esto no te afectará!.

- Entonces, ¿te han devuelto el examen?.

Josh la mira expectante.

Mara ni siquiera se molesta en contestar. No piensa seguir allí sentada y alargar esa farsa, y si no puede hablar de lo que realmente está pasando, al menos quiere hablar de algo más interesante. No le importa el que, siempre y cuando no sea está charla sin sentido entre dos desconocidos.

Echa una mirada a la estanterías llena de libros que hay junto a su brazo, en busca de alguna inspiración.

- ¿Qué estás leyendo ahora? - le pregunta Mara y, por primera vez en toda la conversación, su voz es natural. Esto es seguro, mejor que seguro. Es familiar. Es la conversación que han tenido durante toda toda su infancia a la hora de la cena. ¿Cómo no se le había ocurrido antes?.

- Bueno, ya sabes... - A Josh se le ilumina la cara por un segundo. Por un momento, parece la persona que solía ser. - He estado trabajando en unas excavaciones, volviendo a cuestionar algunas teorías. ¿Te acuerdas de aquella revista que estaba buscando el otro día? La buscaba porque estoy casi seguro de que hay nuevos hallazgos que contradicen totalmente la versión aceptada de los ritos funerarios. - Está más animado de lo que ha estado en siglos, tan interesado en su materia que ni siquiera se ha dado cuenta de que Mara no ha contestado a su pregunta.

Mara no puede evitar reírse. Sabe que si sus antiguas amigas estuvieran aquí, estarían revolviéndose en la silla, deseando salir de aquí. Todas ellas solían suplicarle para que dejara que la acompañaran a la ciudad a hacer algo con Josh. A todas les gustaba porque era muy lindo y, en fin, mayor que ellas. Pero en cuanto llegaban allí se aburrían terriblemente con su brillante y excéntrico hermano.

Mara no se aburre para nada. Probablemente los ritos funerarios no sean su tema favorito pero ¿qué más da? Él está hablando, habla de algo auténtico para él y ella se siente feliz.

- Es curioso, - Mara se inclina hacia adelante - porque ¿sabes que he estado pensando volver a leer Triste trópicos?. No lo he vuelto a leer desde... Hace años. - Habla con cuidado para no mencionar a su padre. - Pero el otro día pensé que debería releerlo. Es un libro tan bonito...

- Es genial - afirma Josh. - Y lo que le hace tan extraordinario es que, cuando lo lees, es mucho más que un texto de antropología porque... Espera un segundo... - La sonrisa se le borra de la cara tan bruscamente como si se hubiera apagado la luz. - Mara, no creo que tengamos tiempo para esas cosas ahora. ¿No estás totalmente apretada con las clases? No te estarás quedando atrás, ¿verdad? Y no me has contestado lo del trabajo. ¿Ya tienes escrito el borrador? ¿Por qué te molestas en pensar en lo de Tristes trópicos?.

La chica con la sonrisa rota 《Kim Taehyung》 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora