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Mara observa a su hermano mientras se come los cereales. Josh tiene una taza de café en una mano y una revista académica en la otra. Se le ve totalmente concentrado en la lectura, pero está a punto de acabar el artículo y a Mara le aterra lo que va a ocurrir cuando acabe.

Sabe perfectamente que va a sacar el tema de ayer por la tarde. Le hará todo tipo de preguntas sobre Tae. Querrá saber si hay algo entre ellos.

Mara no ha visto a su hermano desde que ella y Tae irrumpieron en su oficina ayer por la tarde. Josh tuvo que ir después a una conferencia y llegó a casa cuando ella ya estaba durmiendo. "Buenos días" y "el café está caliente" han sido las únicas palabras que han intercambiado, pero ella sabe que tarde o temprano sacará el tema de la escena de ayer.

Con seguridad, Josh deja la revista sobre la mesa y se gira hacía ella con expresión seria.

- Entonces, ¿qué hay entre Tae y tú? ¿Se ven a menudo? Por lo que recuerdo de él es buena persona, y también muy responsable...

Es como si su vida se hubiera convertido en el argumento de una novela del siglo XIX.

Ella es una joven huérfana que vive en la habitación de la criada, en el tejado. Y en este momento su hermano está a punto de preguntarle si las intenciones de Tae son honradas.

¿Y que sera lo próximo? ¿El hospicio?.

Mara sabe que él espera una respuesta. Tal vez deba decirle simplemente lo que él espera oír. Al fin y al cabo, ¿no era esto lo que ella estaba buscando el otro día, algo que le hiciera feliz? ¿Por qué no seguirle la corriente? ¿Montarse una historia? Ya lo ha hecho antes. Después de todo, ¿le había dicho algo a Tae sobre querer estudiar antropología por Josh? Pero esta vez más duro separar la verdadera razón por la que estaban juntos y lo que Josh cree.

- No, no es que nos veamos mucho - contesta un poco después.- A veces va por el campus, a las clases de las asignaturas que se matriculó, y me lo he encontrado una o dos veces por allí. Eso es todo. O sea, que no te emociones demasiado, ¿De acuerdo?.

- Ya veo - contesta Josh lentamente.

Le ha salido un tono más tajante del que ella pretendía. Su última intención era disgustar a Josh aún más. Solamente quería que dejará de entrometerse. Mara evita su mirada y esconde la cara tras la caja de cereal. Pero puede sentir los ojos de Josh clavados en ella antes de que él vuelva a concentrarse en su desayuno.

Mara se siente fatal, pero ¿qué puedo hacer?.

Por suerte, cuando Alice aparece vestida para ir al trabajo, entra con Nicole en brazos, la atención de Josh se desvía.

- Nos vemos - dice Alice, y le da un beso a Josh en la mejilla.

- Oh, escucha, Ali.- Josh levanta la mirada.- ¿No habrás visto unos números antiguos del American Anthropology? No los encuentro por ninguna parte. ¿No sabes dónde puedo haberlos dejado?.

- Sí claro. ¿No los guardabas en tu estudió?.

Un incómodo silencio llena la habitación cuando todos piensan en el hecho de que Josh ya no tiene un estudio.

- Sí, es verdad - contesta Josh.

- En ese caso, los metimos en cajas cuando vaciamos las estanterías para Mara. Pusimos las cajas debajo de su cama, ¿te acuerdas?.

Alice le da un beso a Nicole, escondiendo la cara entre el cabello de su hija. Es un gesto natural, pero Mara se pregunta si no lo hará para evitar su mirada.

- Es cierto, lo había olvidado.- Josh se levanta y se coloca la revista bajo el brazo.- Iré a buscarlo.

Alice le lanza un beso de camino a la puerta.

- Hasta luego, Mara - le dice de espaldas.

- Hasta luego - responde Mara.

Oye como Josh sube las escaleras y empieza a sacar las cajas que están debajo de su cama. No tiene nada de que preocuparse. Debajo de la cama es territorio seguro.

Pero ¿Y si Josh no se limita a esa área?.

La chica con la sonrisa rota 《Kim Taehyung》 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora