Está demasiado exhausta para hablar, demasiado exhausta para pensar. Sin embargo, Tae no parece tener esos problemas.
- ¿Qué estoy haciendo? - repite una y otra vez.- ¡No me puedo creer toda está farsa que acaba de ocurrir! Debo estar igual de loco que tu.- Tae se para y la mira con una expresión entre indignada y escéptica.
- Has hecho lo correcto - insiste Mara cansada.- Al menos déjame llevarte al servicio médico para estudiantes - dice Tae.- Es totalmente confidencial...
- No.
- ¡Pero no puedo dejarte así! No puedes ponerme en este aprieto.
- Yo no te he puesto en ningún aprieto - contesta Mara firmemente. Acelera el paso.
Casi han llegado al parque.
- Sí, sí lo has hecho - contesta Tae, testarudo.- No puedo olvidarme de esto. ¿Y si tu...?.
- Ya te he dicho que no tengo ninguna intención de suicidarme.
- ¿Y se supone que así lo arreglas todo? - se sienta en un banco.- ¿Cortarse la piel a tiras es divertido siempre que no te mueras?.
- Supongo que lo que quería decir es que tu no tienes de que preocuparte, no tienes que...
- ¡Perfecto! - le interrumpe Tae a media frase.- Yo no tengo de que preocuparme.
- No necesito algo así - continúa después de unos instantes.- Si no se lo cuento a tu hermano, entonces ¿qué? ¿Se supone que tengo que vigilarte? ¡No puedo! Estoy haciendo clases aquí, iba a empezar a buscar un trabajo. ¡Maldita sea! Tengo otras cosas. ¡Ahora estoy enganchado a ti!.
Mara se pone tensa al oírle.
- ¡No, en absoluto! ¡Ya te lo he dicho!.
- ¿Qué no? - La mira enfadado.- Está bien, vamos a dejar las cosas claras. Tú no quieres que le diga nada a tu hermano...
Mara asiente con fervor.
- Bien, perfecto, hace que te lo prometa y ahora esperas que simplemente me vaya por donde he venido. ¿Me tomas el pelo? Es posible que tenga mejores cosas que hacer, pero eso no significa que te necesite en mi conciencia.
De repente a Mara se le ocurre una idea.
- Y si me acuesto contigo - dice - ¿me dejaras en paz?.
Tae se queda en silencio unos segundos y luego la mira. Se le ve totalmente tranquilo.
Tal vez todo lo ocurrido en las últimas horas han sido tan inquietantes que ahora es inmune a cualquier otra cosa. La observa con atención, y Mara tiene la horrible sensación de que él está pensando si ella es lo suficientemente buena como para que valga la pena aceptar la oferta.
¿Y qué va a hacer ella si Tae acepta?.
Mara se siente cada vez más intranquila. El corazón le late con tanta fuerza como cuando le perseguía corriendo a través del campus. No puede creerse lo que acaba de hacer. ¿Realmente estaría dispuesta a sacrificar...?
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La chica con la sonrisa rota 《Kim Taehyung》
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