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Pero hay algo más, piensa Mara mientras Suni se aparta para hacerle un sitio. Se pregunta si la invitación es tan inocente como parece. Todo el mundo sabe que ella es una chica diferente. Bueno, aparte de todo lo demás, es la nueva, y con eso basta para que hagan todo tipo de pregunta, incluso de las más inocentes. Sin embargo Mara está convencida de despertar un interés bastante siniestro, debe haber cientos de rumores circulando sobre ella. Seguro que hay gente que sabe que ha perdido a sus padres. Seguro que hay gente que sabe que ella ha matado a sus padres.

Por el momento nadie le ha preguntado nada directamente, pero está segura de que todos quieren saber su historia.

A Mara le resulta muy duro no sentir ansiedad cuando se sienta con ella. Al hacerlo, es como si abriera una puerta. En cualquier momento, las preguntas que tanto teme pueden empezar. Así que, en lugar de relajarse y disfrutar del sol y de una inocente charla con otras chicas, espera, con tensión, lo que puede ocurrir.

- Si entró en primera opción, me tiñó el pelo de rojo - comenta la morena que está sentada junto a ella.

- Perdona, pero no veo que tiene que ver una cosa con la otra - contesta otra chica.

Mara la reconoce. Esa chica si que es pelirroja. Es la que Mara estuvo mirando tan fijamente el otro día, justo antes de su fracaso en clase. Es la que tenía una herida en el brazo. La que Mara pensaba que podía ser una alma gemela.- Y de todos modos - prosigue la pelirroja.- ¿Por qué quieres cambiarte de color?.

- Bueno...- la morena se estira en el pasto y se cubre los ojos con una gorra.- Si entró en primera opción mis padres estarán tan contentos que no les importará si me tiño el pelo. Además, me gusta ese color. Deberías sentirte alagada.

Es cierto, Ha Min, es muy llamativo - dice Suni.

- ¿Trajeron algo para comer? - pregunta la morena bajo la gorra de béisbol.

Mara puede ver su nombre escrito en los libros de texto que hay junto a ella: Seulgi.

- Tengo una chocolatina de ayer en alguna parte - contesto Ha Min, y comienza a rebuscar en su mochila.

- Gracias, pero creo que paso - réplica Seulgi ríendo.- ¿Y tú? Te llamas Mara, ¿verdad? - Seulgi levanta la gorra y asoma un ojo hacía ella.- Supongo que no tendrás nada más apetecible, ¿No?.

- No, yo... nada - contesta Mara con voz entrecortada.

- ¿Por qué no dejas de hablar y vas a por unas galletas? - Suni mira el reloj.

- No tengo tiempo - contesta Ha Min. Se vuelve hacía Mara para ver si tiene algo que decir al respecto.

Mara intenta sonreír, pero no le sale. Parece más bien que hace una mueca. Evita la mirada de Ha Min y se pone a mirar los zapatos.

- Mara - dice Suni, mientras se hecha viento con un libro.- ¿Qué clases haces? Aparte de historia, quiero decir.- Mara y ella van juntas a clases de historia a cuarta hora.

- ¡Oh! ¿Y a quien le importa? - se queja Seulgi debajo de la gorra.- No te ofendas, Mara pero estoy hasta aquí del instituto - comenta haciendo un gesto con la mano por encima de la cabeza.- Tú no eres del último curso, ¿verdad? Este año solamente pienso en el instituto. ¿Qué actividad extracurricular debería hacer este último semestre para mejorar mi informe? Ya he tenido suficiente. ¿No podemos hablar o algo así?.

- Solamente intentaba dar conversación - réplica Suni amablemente, mientras le da un golpe a Seulgi con el pie.- Solo intentaba ser educada, ya sabes, Seulgi, saber algo de Mara.

- Claro - asiente Seulgi.- No pienses que no me interesas, Mara. Me muero por saber como crees que quedaré de pelirroja.

Pero Mara se salva de tener que darle las gracias a la auténtica pelirroja, Ha Min.

- Vamos, Seulgi, tu siempre estas dispuesta a hablar de este tipo de cosas. Ahora pasa de esto porque sabes que tu primera opción es una apuesta segura. Tienes el mejor promedio de toda la gente que conozco.- Ha Min ha encontrado la chicolatina y le da un bocado.- No tienes nada de que preocuparte.

- Pero eso no es lo único importante - protesta Seulgi.- No soy ninguna eminencia en ninguna de mis primeras opciones. Actualmente no basta con las notas.

- Seulgi, Ha Min tiene razón - réplica Suni.- Tú nota es tan buena que lo demás da igual. Además, has hecho tantas actividades complementarias que es como si el Papa en persona hubiera venido a bendecir tu informe. Yo si que tengo problemas.- Frunce el ceño mientras se recoge el pelo en una coleta.- O sea, no se solamente que mis notas no sean tan buenas si no, que ¿qué más he hecho yo?.

- Quizá deberías repetir los exámenes - sugirió Seulgi.- ¿Y tú, Mara? ¿Vas a hacer algún curso de preparatoria este año?.

- Valen mucho la pena - asiente Ha Min.

Mara sabe que debería decir algo. Cualquier cosa. Se siente mucho más incómoda ahí sentada en silencio, pero ¿qué les puede decir? ¿ Un curso de preparación para los exámenes preuniversitarios? Nada podría parecerle menos importante.

Por supuesto, si las cosas no hubieran cambiado tanto, ahora mismo estaría pensando en apuntarse a uno de esos cursos. Pero las cosas han cambiado. ¿La Universidad? ¿Y por qué no la luna? Si se pone a pensar en lo que hará después del instituto, lo único que le preocupa es que Josh tendrá que poner la casa a la venta para poder pagar sus estudios.

La chica con la sonrisa rota 《Kim Taehyung》 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora