Prologo

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Fueron tus labios
los que llenaron de calor
cada momento
y han sugerido que tú y yo
siempre volvamos
para amarnos
a pesar del tiempo.

-¨ ¿Quién iba a pensar que de ti yo me enamoraría? ¨

Su mirada se desvió de aquel punto fijo en el gran ventanal, se dirigía ahora al dueño de sus pensamientos.

-¨ Que gracias a tu llegada mi vida tuviera un nuevo sentido, que por ti volviera a sentirme vivo. ¨

Pasaba sus dedos por los alborotados cabellos azabaches, disfrutando de esa sedosidad tan característica que tanto le gustaba.

-¨ ¿Quién ida a pensar que el probar aquel liquido sobre tu tersa piel que volviera un adicto? ¨

Sonreía, soltando alguna risilla traviesa, recordando aquellas grandes locuras que cometían juntos, esas insignificantes tonterías para muchos, que para ellos eran grandes y bellos momentos.

-¨Que me hiciera volverme loco y deseoso de tu cuerpo¨

Fueron tus besos
quienes ataron la pasión
que llevo dentro
me hicieron arder el corazón
porque ya no te tengo
hoy sólo quiero
verte de nuevo.

- ¨Te volviste mi todo, mi razón de vivir, mi razón de ser, te volviste esa adicción que llevo dentro, te volviste en la pasión que mi cuerpo y corazón ocupaban para existir¨

Sintió a su amante moverse, miro como este se levantaba lentamente, y lo miraba con esos ojos negros como la noche que los acobijaba, y se colaba por la ventana.

Le sonrió a esa cara adormilada que lo miraba con una gran intensidad.

-¨ Y ahora da noche entre mis brazos yo te tengo, aunque estuve a punto de morir en el intento. ¨

Se miro aquella cicatriz que tenia en el pecho, recordando aquel incesante dolor, que volviera a soportar, solo por proteger a su amado.

- ¿Qué tanto piensas?

Volvió a sonreírla, mientras colocaba una mano en su rostro, acariciando esa piel blanquecina, cubierta por algunas cuantas pecas claras, se acerco depositando tiernos besos en ellas.

- ¡Oye Miguel! ¿Qué te pasa?

Aunque tenga
que morir en el intento

- ¿Quién diría que por ti hiciera las mayores locuras en nombre del amor?

Hiro intentaba alejar al hombre que lo tenia preso entro sus brazos, que claramente era más grande físicamente que él.

- ¿Qué diantre di...

No logro terminar de hablar ya que fue callado por los labios de ese hombre que lo hacia perder la razón, la cabeza y el pudor, no pudo controlar mas su cuerpo, y rápidamente fu cediendo nuevamente a sus caricias y a sus besos.

-¨Que por ti este gran amor fuera tan dulce y amargo, fuera tan adictivo con un delicioso...

SABOR A TEQUILA.

Sabor a Tequila ( Higuel )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora