Hiro con sumo cuidado se bajo de los brazos de su esposo para mirarlo a los ojos y ahora si poder besarlo como a el tanto le gusta, no como en la iglesia, eso fue algo demasiado inocente para todo el mundo, y ahora están solos, no tienes el porque limitarse.
-Te amo.
-Yo también te amo cariño.
Lo dicen entre besos, ya que no son capaces de separarse, todo el día ambos han tenido la necesidad de estar al lado del otro, aunque sea un pequeño rose, y por fin les era posible estar de esa forma, solos, amandose.
Ignorando el ruido que esta afuera de la casona que puede escucharse hasta el jacal donde ellos se encuentran, ignorando el hecho de que es probable que que lleguen a estarlos buscando, la música a todo volumen, y las personas que estaban ahí para festejar la boda, la union de ambos después de mucho tiempo de luchas.
A ellos en verdad si que no les importaba, de todas maneras, aunque fueran a buscarlos no tienen planeado el detenerse, solo el deseo de que querían estar juntos en ese momento, de amarse.
Hiro se separo en la búsqueda de aire, maldice cada momento en que tiene que hacerlo, pero el vestido con lo estrecho de este, y el embarazo, no lo dejaban que pudiera resistir mas el no poder respirar, Miguel entendió claramente este pequeño detalle, o grande.
Paso sus manos a la espalda del japonés, para buscar la manera deshacerse de ese estorboso vestido, ya que bueno realmente en ese momento no lo necesitaban en lo absoluto.
Se dio cuenta que la parte trasera del vestido era un corset, y que este debía ser arrancado pero de una forma mas simple y lenta, con suma delicadeza, cosa que el no tenia tiempo para ello, así que se separo igual mirando a su amado esposo a los ojos, con la respiración que le fallaba.
–¿Necesitaras este vestido después?
El japonés dándose cuenta de al situacion, solo nego, si era un muy hermoso recuerdo de la noche mas deseada entre ambos desde el día que se conocieron, pero que ahora solo era un estorbo que ya no tiene una función.
–Perfecto.
Colocando sus dedos entre los lazos que unían la espalda, para usar su fuerza, si que eran resistentes pero termino rasgandolos, romperlos, y liberar a su esposo de ese vestido.
Hiro siente como puede respirar nuevamente, al mismo tiempo que el vestido iba deslizándose lentamente de su cuerpo, y con ayuda de Miguel este se iba por completo, dejándolo libre, frente a su amado.
–Al parecer te gusta hacerme sufrir.
Miraba a Hiro de pies a cabeza, el delicado conjunto de lenceria, un traje completo de encaje, transparente y delicado, la liga que deberían haber quitado y lanzado en la fiesta, y unas medias altas que cubrían las delicadas y delgadas piernas de su amado.
–Idea de mis amigos.
–Pues diles, que gracias, muchas gracias, les pondré un altar.
Con una sonrisa, paso sus labios al cuello de su amado, este pequeño y delicado traje no quería arruinarlo, tenia mas planes para el, quería que su esposo lo usara en mas ocasiones, pero si era necesario también arrancarselo, casi como lo hizo con el vestido, no le importaría comprarle unos cuantos mas, pensándolo bien, claro que lo hará.
La respiración de Hiro se volvia un poco mas pesada, pero aun era capas de ser coherente con sus pensamientos, y articular palabras.
–No solamente a mi me gusta torturarte.
El moreno levanto la mirada para verlo a los ojos y entender mas lo que decia su dulce pero nada inocente angelito.
–¿Por que debes usar tantas malditas capas?
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Sabor a Tequila ( Higuel )
RomanceDos mundos distintos unidos por un mismo sentimiento, amandose a escondidas por el miedo a que sean separados. Un dulce sabor amargo, que quema la garganta, un dulce sabor amargo que llena el alma. Un dulce sabor amargo que combina perfectamente con...