Sabor a Tequila ( Higuel )

Capítulo 10.- QUE HERMOSA TU VOZ.

Tequila, Jalisco, octubre 2018.

¨Y mi novio¨, esas hermosas palabras retumbaban en la mente del joven, aun no podia creer el hecho de que Miguel Rivera, tan libremente se lo dijera a sus padres la situación de ambos, sí que estaba bastante nervioso, a pesar de no ver a las personas, se sentía nervioso por no ser el indicado para su hijo.

A pesar del nerviosismo, Hiro se acerco para dejar ambos ramos de rosas sobre, pero aún no podia voltear a ver al mayor, estaba nervioso de encarar al mayor.

- ¿Sucede algo?

-N-no.

-No es nada.

Negaba con la cabeza moviéndola de un lado a otro, pero Miguel estaba completamente seguro de que algo le pasaba.

-Fue por lo que dije.

-N-no.

Suspiro exasperado, si sabia bien que era eso.

-A is padres no puedo ocultarles nada, ellos sabían bien quien era y como era, lo más seguro que sabían de esto mucho antes que yo, si cuando era chamaco, no era muy heterosexual que digamos.

Hiro lo miro sorprendido, saber que sus padres unas personas tradicionales tal vez ya sabían de la homosexualidad de su hijo mayor, más sorprendido estaba, porque para el hablarlo con sus propios padres y hermano fue tan difícil, ya teniendo casi el año de relación fue cuando pudo armarse de valor y hablarlo, y aun asi tenía demasiado miedo de perder a su familia, pero las cosas tornaron de manera positiva, y siempre han estado con el apoyándolo.

-Y tal vez te has de estar preguntando por mis hermanos, nunca sentí la necesidad de decirles, yo solo queria que se concentraran en su futuro y dejaran mi vida de lado, Marco bueno él lo descubrió el dia que te lo presente, y Coco, con ella tengo que hablar, no me gusta que te esté coqueteando.

Hiro no pudo evitar soltar una leve risita por eso último, ver al gran hombre imponente, sentir celos de que su hermanita menor le este coqueteando al chico que le gusta, la verdad era adorable de presencia.

-No te burles.

-No lo hago.

Ambos se levantaron de donde estaban hincados, Miguel le tomo la mano, y dio un vistazo a sus hermanos estos venían platicando animadamente, cargando las cosas, logro notar como ambos tenían los rostros cubiertos con lo que cargaban o cuidaban donde pisaban, no había tanta luz como para que caminaran libremente.

Lo jalo hacia él, para robarle un último beso antes de que la noche prosiguiera, Hiro quedo completamente rojo, el nerviosismo de que los descubrieron tanto le gustaba, como lo ponía tenso.

-Hermano ayúdame que esto esta pesado.

Miguel soltó la mano de Hiro y fue hasta su hermanita a cargar lo que traía en brazos, mientras tomaba las cosas, sintió una mirada era Marco, y era una mirada acosadora, pero burlesca, él había alcanzado a ver lo que habían hecho, por eso le había entregado todo a Socorro.

-Ya, ya no te quejes, que cuando vas de compras con mi dinero hasta me compras algo.

-Si lo que digas.

Los dos hermanos acomodaban el pequeño campamento, o mejor decir el área donde estarían, al lado de las dos cruces colocaban un bonche de madre recién cortada donde prenderían una pequeña alumbrada, algo para calentar la fresca noche.

Tambien acomodaban unos troncos alrededor del fuego donde podrían sentarse cómodamente.

Socorro, ella se encargaba de acomodar la comida, había puesto un pequeño mantel en el suelo donde coloco la canasta con todo aquello que degustarían.