Sabor a Tequila ( Higuel )

Capitulo 3.- TE VI POR PRIMERA VEZ

Tequila, Jalisco, agosto 2018.

Después de aquella tranquila y deliciosa cena que su tía le había preparado, que lo hizo recordar su hogar, y sus raíces asiáticas, aun se sentía nostálgico por todo, era de esperarse, no tenia ni 24 horas desde que se había ido de su país natal, que había dejado Inglaterra, aun se sentía surreal todo lo que había pasado y decidido, era algo que nunca creyó que pasara, siempre tuvo la idea de terminar sus estudios trabajar, y casarse con su novio, pero le fallo, le fallo al punto de romperle el corazón..

A terminar de comer, decidió ayudarle a su tía a limpiar un poco el comedor y la cocina, pero ella se negó, le dijo que tenían personas que se encargaran de todo eso, aparte ella queria que el descansara, un vuelo tan largo y pesado, era bastante trabajo, asi que sin más que decir, se lo llevo hasta su habitación, la que usaría durante su larga estadía.

-Mi niño, aquí tu dormirás.

Hiro miraba con detenimiento su nueva habitación, era mucho más grande que todo el departamento que compartía con tres amigos mientras estudiaba, noto que sus maletas ya estaban ahí aun lado de la cama, podia jurar que ahí podia dormir una familia de 5 personas o tal vez más, pero solo el dormiría en ella.

No pudo evitarlo en realidad, salió corriendo lo más rapido que pudo, y dejándose caer sobre esta, sintió como su cuerpo se hundía en la suavidad de las sabanas blancas, dando un pequeño rebote por la firmeza del colchón, era como una suave nueve.

Solo escucho una leve risita divertida de su tía, que podían esperar otra cosa, aún era demasiado joven, con un alma libre, apenas iniciaba la vida de un adulto, con tan solo 20 años, aun podia comportarse de manera inocente y jovial, aún tenía permitido hacer tonterías.

Él se sonrojo por lo que había hecho y la reacción de su tía, debía comenzar a presentar madures, debía ser un adulto, y demostrar que podia con su nueva vida, pero no había podido evitarlo, eran tan tentadora y cómoda esa cama que tuvo que correr hacia ella y dejarse caer.

-Descansa mi niño.

Hiro sintió como su tía se sentaba en la orilla de la gran cama, acercándose a él lo más posible, no se dio cuenta que volteo a verlo, pero si que le acariciaba el cabello con mucho cuidado, enredando sus finos dedos entre las alborotadas hebras.

-Duerme mi niño, al rato que ya estés descansado comenzare a mostrarte todo el lugar, la hacienda, los establos, las bodegas, las áreas de producción, los cultivos, y claro luego te presentare a alguien muy importante por aquí.

Hiro levanto la cabeza para mirarla un poco, se notaba el cansancio en sus ojos, asi como la intriga de quien podia ser.

- ¿Quién tía?

-Es el capataz de las tierras, bueno es quien hace de todo por aquí, aparte para lo que ocupes se lo puedes pedir sin preocupación alguna, por eso quiero que lo conozcas, asi si tienes algun problema o duda, solo le dices.

-Está bien tía.

Sintió como se le cerraban los ojos, sintió como su cuerpo caía lentamente a los brazos de Morfeo, la comodidad de la cama, la suavidad de las sabanas blancas, el aire fresco que se colaba por la ventana, la tranquilidad del lugar, y los mimos de su tía, lo estaba ayudando a sucumbir a su cansancio.

-Duerme.

Lo último que sintió fue un tierno de su tía sobre su cabello, había dejado llevarse por el lugar, dejándose vencer.

Se había quedado completamente dormido sobre la gran cama, no se había dando cuenta de nada, ni cuando su tía se había retirado, se había quedado unos segundos parando en el marco de la puerta, mirándolo unos segundos, aun recordaba cuando había nacido, la primera vez que lo cargo, y ahora se hacia cargo de su vida y ayudarlo a ser un adulto.