Capitulo 1.- TE ANUNCIASTE.

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Tequila, Jalisco, agosto 2018

Podia sentir el Sol quemando su piel morena sin alguna tela que lo cubriera de ello, podia sentir los penetrantes rayos que lo acobijaban, en vez de aquella camisa que estaba amarrada en sus caderas, tenían ya horas bajo el incandescente lucero del cielo, trabajando arduamente, como cada verano, como es el capataz de las tierras, como es el encargado de todos los trabajadores, él tenía que estar desde horas muy tempranas, hasta que el anochecer llegara, para la supervisión de todo aquello que se realizaba en los llanos de cultivo, y su proceso fuera realizado de manera correcta.

Sentía como las gotas de sudor le recorrían todo el cuerpo, no podia negarlo el calor estaba horrible, solo deseaba con tantas fuerzas que ese dia se terminará pronto, pero habían faltado varios trabajadores, asi que mas carga a su responsabilidad, y él debía realizar todo lo que faltaba.

No lo tomen a mal, ama trabajar en las tierras donde se crio, ama sentir la calidez del sol sobre su rostro y su piel, ama sentir como sus músculos comienzan a tensarse al trabajar las pencas de agave, era temporada de cosecha, de ¨Jima¨ como ellos decía, un nuevo cultivo listo para hornear, y destilar, una nueva cosecha de Tequila habían logrado, un producto de calidad.

- ¡Miguel!

Volteo a ver quién le hablaba, a quien le había interrumpido su momento de trabajo, casi se encajaba la gran navaja en el pie, por aquel suceso, afortunadamente había logrado esquivar, y encajarlo en la tierra, en vez de el mismo.

- ¡ARG!¡Maldita sea ¡¿QUÉ CHINGADOS QUIERES?

-Perdona Miguel, pero no se si ya te dijeron la nueva noticia.

Se incorporo y dejo de lado la ¨Coa¨, encajando la gran navaja en la tierra, y recargándose en mango de esta, para mirar a su compañero quien le hablaba.

- ¿Decirme que?

-Pues, el patrón nos acaba de decir que viene de vacaciones el sobrino de la nueva patrona.

Miguel lo miro unos segundos, parándose derecho nuevamente y tomo la coa del mango y volvió a su trabajo, tenia que terminar como unas 50 pencas más aproximadamente, y todo era para antes de que el dia acabara, ya que debía reponer el trabajo de los que habían faltado ese dia.

- ¿Y eso a mí en que me afecta?

Aquel hombre tenia miedo de interrumpir otra vez a Miguel, conocía que a veces podia tener arranques de ira, aunque solo lo había visto una vez, como le hervía la sangre como se había encarnizado y casi mata aquel hombre, aunque tenía una excusa muy razonable, habían intentado lastimar a la señorita Coco, su hermanita menor, nadie la tocaba sin antes sentir la furia de los hermanos Rivera.

-Pues, como eres el que tienes más tiempo aquí trabajando, lo mas seguro es que tu tengas que enseñarle todo lo que hacemos por aquí y estés a su cuidado.

Se detuvo de golpe, afortunadamente la navaja la había detenido justamente cuando estaba terminando de podar la última hoja.

-Lo que quieres decir, es que yo seré el niñero del niño bonito, cuando sus tíos son los dueños de todo esto, y yo tendre que enseñarle todo lo de aquí.

-Si, eso fue lo que escuche.

Soltó una fuerte carcajada, asustando a aquel hombre parado frente a él, y provocando que varios a su alrededor voltearan a ver a Miguel quien reía con fuerza.

-Que buen chiste Leo.

Se limpio una lagrima falsa del ojo, sí que se había reído de la forma más sarcástica que había logrado mostrar.

Sabor a Tequila ( Higuel )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora