Capítulo 23.

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Capítulo 23

5 de julio.

La discusión parece no tener final.

—¿Entonces qué hacemos? —Suspira Dani— Ninguno de los dos es capaz de ir, preguntárselo y admitir que sabíamos que Lore estaba embarazada y no se lo dijimos. Y mucho menos que no supimos unir dos cabos como estos dos. Somos gilipollas y no podemos quedarnos con la duda ni soportar que mi hermano nos odie. ¿Qué hacemos?

David lo ve claro.

—Pues decirle a mi hermana que no queremos quedar mal con él pero que hemos pensado que lo mejor es remover un poco y decírselo. Y que finja que solo lo sabía ella.

—Tu hermana sabrá que hay algo más, no es tonta. Más con la conversación que encontré ayer en el móvil de mi hermano...

—No es tonta pero ya no es la misma— Suelta David encogiéndose de hombros— Todo se ha derrumbado a su alrededor y en vez de reconstruirlo no ha hecho más que pisotearlo. Ya no es tan fuerte, tan espabilada, tan... como antes.

Dani suspira.

—No sé qué decirte...

—No tiene fuerzas para pelear con nosotros más. —Escupe David con firmeza. —Ella es la persona que necesitamos.

*

*Elena*

—Estáis de coña.... —Digo— Me odiarán todos a mí.

—Dilo— Me insiste David de nuevo— Si la conversación de Jesús Y Lore de ese agosto nos ha causado dudas, si hay... algo que debamos saber... Si hay algo que debamos buscar... está claro que él es la clave. Y por algún sitio tenemos que empezar.

—Y nosotros no podemos decir que lo sabíamos... —Me pide Dani— Tú me pediste que mirase la conversación y yo te suplico esto. No tengo lo que hay que tener para admitir delante de mi hermano que lo sabía. No puedo hacerlo.

—Ni yo, Elena. Di que lo sabías. Di que por eso te marchaste. Di que el médico lo dijo cuándo no estaba yo y que papá, mamá y tú acordasteis no hablar de eso nunca más pero que no podías quedarte aquí con nosotros.

—Vosotros estabais— Susurro con rabia— Estabais allí como yo y os vais a librar de que os odien por no haberlo dicho antes.

—Joder. —Suelta mi hermano— Si hubiese sabido que ibas a llegar tú a plantearme dudas sobre Lore, a decirme que crees que le quedo algo sin decir, a rebuscar, a enseñarme conversaciones que me hagan rayarme... Si hubiese sabido todo eso, si hubiese sabido que ibas a volver y que lo de Lore no estaba claro, lo habría dicho, ¿lo pillas? Lo hubiese intentando remover yo solito. Pero llámame gilipollas si quieres por pensar que mis "queridashermanasgemelassuperpopulares" estaban muertas y enterradas porque una se mató saliéndose de la carretera a las seis de la mañana y la otra se piró a 600 kilometros y nos bloqueo hasta en el whatsapp.

Pasan unos segundos de silencio en los que incluso David está sorprendido con sus propias palabras.

—La cosa está así. —Insiste David más tranquilo— Pensamos que este era un tema para enterrar, que tú y Lore nunca volveríais y que decir algo más sobre el tema solo sería remover la mierda de la que estábamos tratando de salir. Pero ahora llegas tú a decirnos que entre toda esa mierda hay muchas cosas de Lore que no sabemos. Que le pasó algo aquella noche o en otro momento, que estaba cambiada. Que lloraba por algo. Bueno, pues nos ponemos a rebuscar entre la mierda.— Exclama mi hermano. Y sé que si no fuese por esta situación me reiría de su dramatismo— Pero aquí sale Jesús y el embarazo de Lore. Y lo siento pero si alguien sabe algo más o algún sitio por el que tirar es él. Si quieres saberlo todo hay que decírselo y no vamos a ser nosotros.

No fue justo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora