Capítulo 26

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Capítulo 26

—O sea que tú también quieres saber toda la verdad. —Le susurro a mi hermano cuando nos quedamos solos.

Él niega con la cabeza.

—Sigo pensando lo mismo. Toda la verdad solo la sabe Lore y está muerta.

Me muerdo el labio inferior ahogando las lágrimas.

—Tiene que haber una forma de explicarlo todo. Si se suicido es que...

—Ya se lo he dicho antes a Dani— Me interrumpe mi hermano— Es mejor que dejemos descansar a Lore. Si se quiso estampar con el coche fue por algo.

—Pero tú crees que es porque se había quedado embarazada de un chico con el que le ponía los cuernos a Jesús.

—Elena. No lo creo. Es lo que dice la puta realidad. Es lo que dice todo lo que hemos sabido hasta ahora. Yo estoy con Jesús. Es mejor que dejemos el tema aquí, ya sabemos bastante.

—Lo que sabemos no me vale— Escupo enfadada— Quiero creer que mi hermana no era asi.

—Yo también querría creerlo. —Me dice David en voz baja— Pero las pruebas están contra ella ahora. ¿Cuántas formas de quedarte embarazada sin follar conoces?

Me encojo de hombros y me levanto para irme a mi cuarto.

—No quería pasarme contigo— Escucho la voz de David detrás de mí— Eres mi hermana y has vuelto. Y no quiero que te decepciones más.

Suspiro.

—Ya lo sé. Pero no puedo creer que Lore tomase una salida que siempre decía que era de cobardes.

—Lore no era una cobarde. —Reflexiona mi hermano— Pero está claro que le tenía miedo a algo. Supongo que a asumir la realidad en la que se había metido.

Y esa frase me hace pensar. Subo las escaleras despacio y antes de dudarlo me meto en la habitación que era de mi hermana. Tiene que haber alguna pista. Si Lore era tan lista como todos pensábamos tuvo que dejarlas. Es decir, si se suicidó pero quiso aparentar que no se había suicidado... Entonces tiene que haber una carta de suicidio que no lo parezca, ¿no? ¿O lo decidió espontáneamente subiéndose al coche...? No. Espero que no. El motivo tiene que estar por aquí. Y no me creo que el motivo fuesen unos cuernos sin condón como dice mi querido hermano.

—Joder, Lore. Pónmelo fácil— Protesto para mí misma, sentándome en su cama y abriendo el primer cajón de la mesita de noche. —Quiero saber la verdad que realmente encaja contigo. La verdad de verdad.

Me suena el móvil con un par de whatsapp y me lo saco del bolsillo. Es Dani. Pero ahora no es el momento. Me centro de nuevo en el cajón. Todo parece como siempre. Cosas típicas de mi hermana. La L del carnet de conducir que nunca quiso poner en el coche, papeles sin importancia, tickets de ropa, un libro que creo que no llego a terminar. La lamparita que tenemos igual, una caja de Tous con dos colgantes que nunca me dejaba. Mil cosas. Mil cosas pero no una nota que ponga: "Jesús se está equivocando y David también y tienes que ayudar. Elena lo que realmente paso fue esto:" por mucho que yo la necesite. Suspiro.

—Échame una mano, joder. —Insisto de nuevo.

Y entonces veo la foto de las dos que hay sobre el tocador y motivada por una extraña intuición me levanto y cojo el marco sencillo y blanco de ikea a juego con todos los demás que hay en la habitación. Creo que en el momento en el que se hizo esa fotografía estábamos en la playa, ese último verano que pasamos las dos. Nos la saco David. En los cinco días de julio que estuvimos en Tenerife aprovechando unos días libres de nuestros padres. Y entonces mi mano toca un pedazo de papel detrás del marco, enganchado por la parte trasera.

No fue justo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora