Capítulo 30
12 de julio.
—Han pasado días. Casi semanas. —Se pone nervioso David— Llamalo, haz algo por favor.
Suspiro dramáticamente.
—Eres un exagerado. Tranquilo. He mirado en instagram y está de viaje. Aparecerá.
—¿Cómo lo sabes? —Se desespera mi hermano— Parecía que teníamos algo. Que íbamos a saber la verdad.
—No ha pasado tanto tiempo— Sonrío dulcemente. —Llamará.
**
15 de julio.
— ¿Cómo puedes estar así?
David parece dispuesto a asesinarme pero yo me encojo de hombros.
—David, tenemos a ese chico en el bote. Se cree que ha vuelto a encontrar una mina de oro. Calma. Sabremos algo de él pronto. ¿Quieres venir a pasear a Káiser?
—Me lo llevo yo— Decide espontáneamente David— Voy a ir a correr por el paseo, necesito despejarme, de verdad.
Me encojo de hombros otra vez.
—Ve anda— Cedo levantándome. —Deberías tranquilizarte que los ataques de ansiedad no son plato de buen gusto para nadie.
Y ha habido algo en mi tono de voz que le ha llamado la atención.
—¿Te han dado muchos para saberlo? —Me pregunta de golpe.
Asiento.
—Más de los que me gustarían. Pero ahora no es momento de hablar de eso. Me piro con Dani, como no voy a sacar a pasear a Káiser voy a llegar hasta puntual.
—¿Puntual? —Repite mi hermano con sorna.
Y yo me río.
—Cinco minutillos tarde.
Y en ese instante suena mi móvil. Ya habíamos dicho que todo pasa cuando menos te lo esperas. Es un correo electrónico.
Mi hermano me lo arrebata de la mano antes de que yo pueda hacer cualquier cosa con él.
—Algunas fotos de Lore y te dice que... que... que tiene más... que tu hermana era un gran modelo y que seguro que tú también... que te espera... mmm 17 de julio. Dime que es mañana por favor.
—Es pasado. —Susurro, poniéndome un poco nerviosa. —¿No pone nada más?
—Que está impaciente por trabajar contigo. —Sonríe con cierta preocupación mi hermano— Y yo estoy impaciente por enterarme de lo que te traías con mi hermanita, puto payaso. Verás.
—No quiero enterarme de algo que me va a doler— Pienso en voz alta— Y tampoco quiero que me cuele ninguna mentira, sería injusto para Lore.
Y David suelta una carcajada amarga.
—Si Lore está en algún sitio no creo que permitiese que el payaso ese se riese de ella. Estará ahora mismo la tía aquí a nuestro lado riéndose a gusto de lo que hemos conseguido y poniendo las cosas en su sitio para que nos enteremos de todo.
—¿Te la imaginas dejando la tarjeta detrás del marco de fotos en plan fantasma? —Me río a medias.
Y David mira al cielo a través del ventanal de la cocina con una sonrisa que esconde detrás las ganas de llorar.
—Ojalá estés por aquí pedazo de capulla porque te echamos mucho de menos. —Susurra entre dientes.
—Nos está echando una mano— Digo sin más. —Y le voy a sacar lo que le tenga que sacar a ese gilipollas. Aunque si fuese un fantasma... ¿Sabes dónde me la imagino?
Y David sonríe y asiente con mucha lástima.
—Con Jesús todo el día, asegurándose de que está bien. Y cuando no, con los demás y con mamá y papá.
—Me imagino soplándole a Jesús en la cara modo fantasma cuando se duerme estudiando, te lo juro. —Me río yo— Y espantándole a las chicas en la discoteca tirándolas cubatas por encima o algo así.
David suelta una carcajada también.
—Eso ya lo hacía en la vida real.
—Es que eso era real. Ella se desvivía porque estuviésemos todos bien, para que todo fuese bien.
—No creo que la violase— Me suelta David. —Dani está preocupado por ti porque cree que el tonto ese te va a agarrar de las muñecas para intentar metértela rollo la serie aquella de antena3 de cuando éramos críos pero vamos... que no. Me conozco a los tíos como él. Hay violaciones que no quieres darte cuenta de que lo son, ni violador ni víctima. Que nadie se cree que lo son. Por eso Lore se quedó calladita. Por eso estaba avergonzada y arrepentida. Estoy seguro. Y por eso no dijo nada, porque quería que todo fuese bien.
Eso me deja más preocupada de lo que estaba.
—¿Qué crees entonces?
—Que la fue engañando. Que la fue engatusando, que la fue metiendo en algo de lo que Lore no supo cómo salir. Algo que no quería contarnos. Pero no entiendo como... No entiendo cómo pasó de ser Lore la que nos daba mil vueltas a todos a ser Lore la que se dejó desvestir por un hijo de puta que no era Jesús.
—Un respeto a mi cuñado— Suelto intentando quitarle hierro al asunto al ver a David perdido en sus recuerdos.
—Me han dicho que sí que parecía mayor, que creen que era él. —Me dice David como si no viniese ni al caso.
Y yo me levanto de la silla.
—Le has preguntado a los que te lo dijeron en la fiesta de Diego.
Y David asiente.
—Es este gilipollas. No hay nada más. No sé como lo has hecho pero 100% estamos ante lo que buscábamos, si no estaba claro antes. Y 100% que Lore tenía algo de control en la situación, que discutían por algo. Ahora nos falta averiguar qué hay.
Y ahora soy yo la que asiente.
**
17 de julio.
Dani me abraza muy fuerte y yo le sonrío.
—No te preocupes, tendré cuidado. Sé apañármelas.
—No te dejes convencer por cualquier gilipollez que te diga.
Niego con la cabeza.
—Pues claro que no.
—Ele. —Me llama cuando ya me estoy girando para abrir la puerta del coche.
—Tu hermana... Era una persona increíble.
Pongo los ojos en blanco.
—Ya lo sé. Me lo han dicho cien mil veces.
—Pues no te olvides de eso.
Asiento.
—Hasta después, Dani.
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No fue justo
Teen FictionCierro los ojos. Cierro los ojos porque yo sí quiero. Sí quiero sacar a Lore de las tinieblas donde está, de dónde nadie habla de ella, de dónde nadie la ha superado. Quiero sacar a mi hermana del olvido, de ese mundo donde nadie fue capaz de vaciar...