Capítulo 32
—No está mal— Suspira David— Te has enterado de cosas pero...
—Pero no de lo que realmente le pasó a Lore. —Me quejo amargamente— Ese payaso nunca me lo dirá. Dudo que sepa si mi hermana se suicidó o no. Dudo que nadie sepa realmente lo que pasó. Que habría hecho Lore con ese puto niño. Estoy harta. Nadie puede saber todo lo que quiero saber. Solo Lore y está muerta. Ese tío ni siquiera es nadie relevante. Tenías razón, David. No hago más que liarla. No sé para que he venido a montar todo esto. Cada vez voy a peor. Que se metía rayas. Que bien. No sé si decírselo a Jesús por whatsapp o mandarle una fotillo por instagram.
Dani me acaricia suavemente el brazo y mi hermano, sentado en su silla de escritorio, me sonríe con dulzura.
—Lore era una persona increíble, ¿podemos quedarnos con eso?
—Nos unió a todos. —Susurra Dani, ayudando a mi hermano y recolocándome un mechón de pelo detrás de la oreja. —El pilar sobre el que nos sosteníamos. Gracias a ella éramos un grupo. Y quería muchísimo a mi hermano. Eso no podía ser mentira. Quédate con eso.
Niego con la cabeza y suspiro.
—No me puedo creer que no vaya a saberlo. Que después de haberle dicho a Jesús en toda su cara que mi hermana le ponía los cuernos para saberlo... Que no vaya a saber si de verdad sentía algo por ese gilipollas. Qué le pasó. Si fue un accidente o no.
—Elena... El fotógrafo no podría saber todo eso. Ya tenemos claras muchas cosas pero... Por lo menos ya sabes que...
—Que era un gilipollas al que le iba la farlopa— Escupo enfadada— Eso me lo dijo Dani nada más le enseñé su instagram.
Nos quedamos en silencio. Mi hermano y Dani saben que estoy enfadada con el mundo, como dos años atrás, pero que tendrá que pasárseme de alguna manera.
—Es raro que Lore no... —Comienza Dani sin embargo— Es raro que Lore no dejase una aclaración. El fotógrafo tiene razón. No con lo que le importábamos, con lo que le importabas tú... Estoy seguro de que...
Ni David ni yo hablamos y Dani suspira.
—De que tuvo que dejar algo en algún lado.
—Lo he revisado todo. —Insisto— Por eso acabamos haciendo todo esto. No hay nada en su cuarto, ni en el mío, no dejó ningún mensaje, pude ver su móvil, Jesús dice que a él no...
Sin embargo, mientras hablo observo una de las muchas fotos que hay en el cuarto de mi hermano. Somos los tres... de pequeños... En...
Me levanto como empujada por un resorte y arranco literalmente el marco de la pared.
— ¡ESO ES! ¡HAY UN SITIO EN EL QUE NO HEMOS MIRADO!
Y se lo enseño a Dani y a Jesús.
—¿El jardín? —Pregunta mi hermano descolocado. —Mira, Elena, entiendo que quieras saber lo que ocurrió, pero esto es... El jardín está ahí... No sé que quieres que...
Niego con la cabeza, acercándome a los dos y señalándoles la mancha amarilla que se ve detrás de nosotros, al fondo del jardín.
—No me jodas... El fuerte...
— ¿De qué coño estamos hablando? —Interrumpe Dani.
—Tiene sentido. Dime que no tiene sentido. —Insisto mirando a mi hermano. —Llevamos dos años jodidos, un mes intentando colarme en el despacho de un fotógrafo de prestigio pero... Es Lore. Es la verdad. Tuvo que dejar algo. Y siempre ha estado con nosotros ese algo.
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No fue justo
Teen FictionCierro los ojos. Cierro los ojos porque yo sí quiero. Sí quiero sacar a Lore de las tinieblas donde está, de dónde nadie habla de ella, de dónde nadie la ha superado. Quiero sacar a mi hermana del olvido, de ese mundo donde nadie fue capaz de vaciar...