El desayuno a la mañana siguiente comenzó como todos los sábados, temprano en el año escolar. La mesa de los Gryffindor estaba inusualmente quieta, por la ausencia del clan Weasley, pero el emocionado cuchicheo en la mesa Slytherin lo compensaba. Como Snape lo había predicho, la lechucería de la escuela había estado bastante ocupada en los últimos días, cuando la revelación del nuevo guardián de Harry Potter se hizo conocer a todos los padres de los Slytherin. Dumbledore había estado un poco sorprendido de no ver las noticias en la portada de El Profeta (o incluso El Quisquilloso) pero Snape no había esperado menos. Los padres de los Slytherin, igual que sus hijos, acostumbraban a pensar con mucha calma los efectos de sus acciones, antes de saltar sin mirar. Esos que (como los Malfoy) habían apoyado a Voldemort sin duda se estaban preguntando si las acciones de Snape eran parte de algún elaborado plan Mortífago, llevado a cabo bajo la mismísima nariz del Director. Aquellos que se habían opuesto al Señor Oscuro, abiertamente o de otra forma, era igualmente improbable que hablaran y traicionaran sus afiliaciones a menos que les sirviera para su propósito.
Snape sabía muy bien que si la noticia se hubiera colado a los Gryffindor, él, Dumbledore, y McGonagall sin duda estarían sumergidos en Aulladores y periodistas mientras un enfurecido Mundo Mágico demandaría saber porque un Slytherin, con mayor razón un antiguo Mortífago, era responsable del bienestar del Niño-Que-Vivió. Y mientras él estaba seguro de que ese día iba a llegar, hasta entonces, Snape estaba determinado a disfrutar su desayuno en paz.
Al menos ese había sido su plan.
Él estaba un poco atrasado esa mañana, gracias a dos Hufflepuff de sexto año que habían confundido el tranquilo corredor cercano a sus habitaciones (¡sus habitaciones! ¡En serio!) con un buen lugar para besuquearse. Habiendo quitado esa idea con bastantes ganas, Snape estaba inesperadamente de muy buen humor. Se pregunto calmadamente si les causaría problemas de... desempeño, por haberlos interrumpido en uno de esos momentos un poco incomodos, pero decidió que cualquier medio que controlara las alocadas hormonas adolescentes era algo bueno.
Se dio cuenta que el resto de los profesores ya estaban en sus asientos y se estaban pasando los platos con comida mientras se sentó en la única silla disponible. Justo la que estaba al lado de Albus, y saludo al Director con su acostumbrada formalidad. Luego se giró a su derecha para darle los buenos días a Minerva, solo para encontrarla mirándolo en completo shock.
—¿Que? —pregunto, asumiendo instantáneamente que uno de los pequeños monstruos había logrado alcanzarlo con un hechizo que alterara la apariencia, aunque con los gemelos Weasley de vuelta en la Madriguera, era difícil pensar en el nombre del supuesto candidato.
—Tu... tu...—la bruja vieja parecía incapaz de hablar.
Snape miro al lado de ella, esperando que algún otro miembro de la facultad fuera más coherente. Pomona Sprout se había congelado en el acto de echarse una cucharada de huevos revueltos a su plato, y el contenido de la cuchara había caído a su falda. Ella no se había dado cuenta, sus ojos fijos en el semblante de Severus.
—Filius—comenzó Snape esperanzado. Flitwick miro desde su omelet con una sonrisa, pero perdió la sonrisa y el balance cuando miro a Snape, y cayo de su elevada silla con un chillido.
Ahora más nervioso de lo que quisiera admitir, Snape se giró a su izquierda. Albus continúo comiendo calmadamente, pero sus ojos brillaban contentos. Al lado de él, Hagrid había errado su boca completamente y había enviado una cucharada de tocino directo a su barba. Él también estaba mirando a Snape asombrado, igual que Madame Hooch a su lado. Quirrell esta vez parecía demasiado sorprendido para tiritar y tartamudear, mientras más allá, Trelawney dejo escapar un grito—¡Es una señal! ¡Una señal del Apocalipsis! —.
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Harry's New Home - Kbinnz
FanfictionLa Nueva Casa De Harry / Autor original: Kbinnz / Traductor: Fadamaja ~Disclaimer: Los personajes son propiedad y autoría de JK Rowling y WB. Resumen: Un chico solitario, un hombre enojón y resentido. Cuando la seguridad de uno le es confiada al otr...