Harry's New Home - Kbinnz

La Nueva Casa De Harry - Capítulo 48

La mañana siguiente, el director anunció que la Profesora Umbridge había dejado Hogwarts, provocando que el alumnado le dirigiera miradas impresionadas a Hermione. Su campaña de "¡Aplasta Al Sapo!" se había esparcido como el fuego por toda la escuela, y ahora, ¡Presto!, el sapo se iba. Los estudiantes se estremecieron al pensar en qué más ella podría hacer, si era suficientemente provocada, pero al mismo tiempo era reconfortante saber que tenían a alguien de su lado que incluso podía deshacerse de miembros de la facultad.

Incluso después que los detalles sobre la Pluma de Sangre salieron, los estudiantes aún mantenían su convicción de que el movimiento de Hermione "¡AAS!" había sido el factor incitante tras la desaparición de Umbridge. Después de todo, la mayoría no sabía lo que una pluma de sangre era, y nadie aparte de Snape había visto la furia de Dumbledore, menos la de McGonagall, pero todos sabían lo injusto del trato de Umbridge hacia Hermione y los demás nacidosmuggle.

Harry estaba un poco sorprendido de ver que Hermione estaba recibiendo más crédito por la remoción de Umbridge que él, pero ya que él prefería genuinamente no llamar la atención, no le molestaba. Jones y Percy estaban demasiados aliviados de no ser castigados por su ataque hacia un miembro de la facultad para recordarle a nadie su parte en la historia, así que una confundida Hermione aceptó los agradecimientos de los demás estudiantes.

Fudge, aunque inicialmente alarmado por la desaparición de Umbridge y velozmente culpando a los miembros del personal de Hogwarts por eso, rápidamente cambio su tonada cuando fue confrontado con la Pluma De Sangre y las memorias de las declaraciones de Umbridge en un Pensadero. El apresuradamente negó haberla enviado a Hogwarts con esas instrucciones y dijo que obviamente ella estaba desbalanceada. Después de haber repudiado a su asistente, se fue de la escuela, murmurando que le encargaría a los Aurores que averiguaran sobre su desaparición. Nadie esperaba que presionara el asunto con fuerza, porque no le haría nada bien si la bruja era encontrada. Dumbledore había estado bastante molesto por el deseo de Fudge de barrer todo bajo la alfombra, pero McGonagall calmadamente le dijo que aunque jamás se enteraran donde se había ido la bruja, ella dudaba mucho que Umbridge volviera a ser vista en Gran Bretaña nuevamente. Dumbledore había suspirado y accedido, mientras que Snape había hecho todo lo posible por no estremecerse ante la fría crueldad de la Jefa de Gryffindor. ¡Y él se creía vengativo!

Sin Umbridge y con las relaciones con sus compañeros normales nuevamente, Harry se estableció felizmente en el nuevo semestre. Dumbledore había reasumido las clases de DCAO, habiéndose resignado a no encontrar un reemplazo para la posición por lo que faltaba de año escolar, y Harry tenía altas esperanzas de que todas las cosas extrañas que le habían pasado terminarían ahora que Umbridge no estaba.

Las cosas iban bien, los otros chicos lo trataban generalmente como el común y corriente chico de primero que era, sus profesores parecían complacidos con su trabajo, su Pa le permitió a él y a sus amigos que lo ayudarán a preparar ingredientes para pociones un par de veces por semana, Quidditch todavía era divertido, aunque el clima invernal significaba que los entrenamiento eran adentro, en sesiones de estrategia sin escobas... si, con todo, Harry sentía que así debía ser un año para un chico de primer año en Hogwarts: sin trolls, Señores Oscuros o Plumas de Sangre.

A diferencia de Harry, Snape no se relajó. Habían pasado un par de semanas desde que Umbridge había desaparecido, pero a diferencia de Harry, Snape no estaba convencido de que los ataques del enemigo misterioso habían cesado. Por supuesto estaba la posibilidad de que la Bruja Rosa Cara De Sapo Que Ahora Estaba En El Infierno hubiera sido responsable, pero no podía sacudirse la sensación de que esa perra no habría hecho algo así, porque tenía la sutileza de un ladrillo.

Efectivamente, habían pasado apenas dos semanas desde la "Misteriosa desaparición" de Umbridge que la continua vigilancia de Snape fue recompensada. Fue una lluviosa tarde de domingo, y un aburrido Harry había descendido a las mazmorras, quejándose de que todos estaban ocupados y él no tenía nada que hacer.