La Nueva Casa De Harry - Capítulo 30

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Harry se despertó lentamente a la mañana siguiente, tomando conciencia gradualmente de que su entorno difería de su cama habitual. Por un lado, podía oír los ronquidos de Ron, lo que le hizo pensar que estaba en la Torre, pero por otro lado, su cama se sentía diferente, y no había cortinas que bloquearan la luz pálida del sol cercano al amanecer. Volvió la cabeza y encontró a su tutor durmiendo en la cama junto a él, y por un momento no pudo entender dónde estaba ni por qué. Se sentía seguro, después de todo, su profesor estaba allí con él, pero no podía imaginar dónde estaban.

Se sentía cansado, a pesar de que acababa de despertar. Nada dolía, pero se sentía agotado, como si hubiera estado jugando el día anterior Quidditch durante horas y horas.

Quidditch.

Bludgers.

Calabazas de piedra.

Y entonces Harry lo recordó todo, y no pudo reprimir un gemido de angustia.

Snape estaba teniendo un descanso merecido. Con todo su trabajo con los Merodeadores y la escuela y sus serpientes y Harry, había estado más ocupado de lo usual. Por más que le gritara al Sanador que forzó una poción para dormir por su garganta, tenía que admitirse a sí mismo que había pasado demasiado tiempo desde que se las había arreglado para tener una noche de sueño reparador. Es más, la poción sería la única manera de evitar que su sueño fuera perturbado por pesadillas.

Había estado clasificando documentos durante su tiempo libre cuando todas las (recién actualizadas) protecciones del castillo de repente se apagaron y las alarmas sonaron, y Snape sabía muy bien que la única cosa que podría causar ese nivel de respuesta era el Señor Oscuro en persona. De alguna manera, Voldemort se había levantado, allí mismo, en Hogwarts. Y Snape había sabido, con una certeza terrible que hizo que su corazón se congelara en su pecho, que Él iba detrás de Harry.

Los gritos de los retratos de los antiguos medimagos, balbuceando frenéticamente acerca de monstruos que atacaban a los estudiantes en la enfermería, habían servido sólo para la prueba final. Había corrido más rápido de lo que pensaba que era humanamente posible, en dirección a la enfermería, sólo para encontrar a Dumbledore moviéndose aún más rápido todavía.

¿Quién hubiera pensado que debajo de esas ridículas, fluorescentes túnicas que provocaban dolor de cabeza el viejo excéntrico llevaba zapatillas deportivas?

Cada profesor en el castillo, al parecer, había sido convocado por los alumnos o retratos o ambos, y una sólida falange de la facultad había irrumpido en la enfermería junta. El pobre y pequeño Flitwick se había dado cuenta que con esa cantidad de adrenalina en el aire, Hagrid nunca se daría cuenta si lo pisoteaba, así que el pequeño profesor había utilizado hábilmente un encantamiento de vuelo para mantenerse fuera de los pies, así como para proporcionar cobertura aérea, si era necesario.

Snape nunca antes había, incluso durante la guerra, visto a Dumbledore parecer tan peligroso, y la expresión de McGonagall debería haber sido suficiente para desaparecer a cualquier número de seguidores del Señor Oscuro lo suficientemente estúpidos como para cruzarse en su camino. Notó la ausencia de Sprout y Sinistra y asumió (correctamente, como se vio después) que estaban poniendo a salvo a los estudiantes, pero luego fueron a través de las puertas y Snape sólo tenía ojos para Harry.

Su frenética mirada arrasó la enfermería, notando los muebles rotos, el más joven de los Weasley vacilando sobre sus pies con su cara manchada de sangre, y Granger, con el pelo espeso volando en todas direcciones mientras se giraba, varita arriba, para hacerles frente. Su mirada horrorizada se posó sobre el sangriento cadáver sólo el tiempo necesario para registrar que se trataba de un adulto y por lo tanto carecía de interés inmediato para él. Entonces, gracias a Merlín, había visto a Harry.

Harry's New Home - KbinnzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora