La Nueva Casa De Harry - Capítulo 54

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Snape llevó a Harry de vuelta a Hogwarts la mañana siguiente, y durante la semana el resto del personal del colegio ya había regresado. Entonces Black y Lupin arribaron, lo que le causó mucha alegría a Harry. Severus secretamente estaba también complacido, ya que la oportunidad de practicar los nuevos hechizos en el extremadamente tolerante padrino convirtió a Harry en un alumno muy afanoso. De hecho, tan afanoso, que Snape comenzó a enseñarle hechizos que no debía.

Los demás profesores al principio estaban divertidos, luego perplejos, y finalmente resignados en el transcurso de las semanas que siguieron, Sirius terminó con cabello verde, rosa, piel púrpura, orejas de burro, y otros interesantes cambios físicos. Después vinieron sorpresivos cambios de vestuario, impedimentos para su capacidad de caminar, hablar, oír, y ver, extrañas compulsiones, como cloquear como un pollo cada vez que aparecía un elfo doméstico... y la lista seguía y seguía.

Sirius estaba fascinado ante la evidencia de que su ahijado había heredado el talento merodeador para la travesura y pareció no notar que él era el único objetivo de Harry. Severus estaba feliz ante su habilidad para extraer una venganza indirecta de cada meticulosamente recordada ofensa durante sus años de escuela. Remus estaba extremadamente aliviado de no tener pintada una Diana en la frente. Albus estaba deseoso de tomar las bromas como prueba de que el "Alto espíritu" de Harry no había sido irrevocablemente aplastado o retorcido por los Dursley. Harry estaba emocionado de ver que todos estaban complacidos con él.

Y Minerva se estaba poniendo cada vez más silenciosamente furiosa.

El asunto finalmente llegó a un punto crucial cuando Snape iba marchando por uno de los pasillos del castillo, placenteramente planeando qué cosa podía alentar a Harry para que hiciera después. Repentinamente, un pequeño cachorro de color negro dobló la esquina corriendo y se lanzó hacia él.

Snape se detuvo sorprendido. El perro probablemente le pertenecería a Hagrid, pero era sorprendentemente tierno y para nada peligroso comparado con alguna de sus otras criaturas.

La opinión de Snape de la pequeña bestia cambió cuando el cachorro lo alcanzó e inmediatamente comenzó a mordisquearle la pierna del pantalón, acompañado de furiosos gruñidos de cachorro—¡Detente! —Snape le ordenó con fuerza, empujando a la criaturita con su pie.

Él tuvo cuidado de no golpear al cachorro, él podía ser un ex-mortífago, pero incluso él no era tan desagradable, pero si le dio un fuerte tirón—¡Perro malo! —.

El cachorro lo miro y ladro, como si le estuviera dando una respuesta grosera, luego se lanzó nuevamente a su tobillo.

>> ¡No! ¡Perro malo! —Snape gruño al sentir rasgarse sus pantalones, y por supuesto el cachorro levantó la cabeza con aire de suficiencia, un largo trozo de material negro colgando entre sus pequeñas mandíbulas.

Snape maldijo y agarró a la escurridiza criatura, que de alguna manera logró soltarse y agarró con firmeza su túnica entre sus colmillos.

>> ¡NO! —.

Demasiado tarde. Otro ruido de desgarro y el cachorro se estaba marchando, dejando el borde de la túnica favorita de Snape destrozada.

—Horrible pequeña...—Snape pensó brevemente en hechizar al cachorro, pero al final lo agarró por el pellejo del cuello y lo alzó en el aire.

El cachorro chillo sorprendido y Snape le dio una breve sacudida—¡Malo, perro malo! —Dijo con dientes apretados antes de poner al cachorro bajo su brazo—Podría utilizar partes de cachorro para varias pociones, sabias—Le dijo al pequeño canalla y comenzó a caminar nuevamente, esta vez dirigiéndose a las puertas del castillo para luego ir a la cabaña de Hagrid.

Harry's New Home - KbinnzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora