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Eran las 6:30 de la mañana, mamá ya se había ido a trabajar, me dejo él desayuno en la mesa creyendo que iba a ir a trabajar cuando en realidad me la iba a pasar con el estúpido de Jadiel. Aunque solo veía en él la oportunidad de dejar él negocio sucio en él que estaba metida, algo extraño me estaba ocurriendo, algo me empezaba a agradar de él, disfrutaba el tiempo a su lado. Faltaban diez minutos para las siete cuando llegó mi papá.

-Eres una zorra igual que tu madre, ya me enteré donde estuviste ayer en la mañana-. Me dijo con mucha furia en su rostro.

Yo solo me levante de la mesa dejando sin terminar mi desayuno y empece a caminar hacia la puerta, pero el me tomo del brazo.

-¡Auch..! ¡Papá sueltame, me lastimas..!- le dije y una lágrima inevitablemente se escapo de mi.

-Eres una maldita zorra pero ahorita te voy a corregir a golpes-. Dijo al momento que levantaba la otra mano que tenia para darme un golpe en la cara, mi unica esperanza era lograr salir a la calle y que Jadiel ya me estuviera esperando afuera.

–¡Aaaah...!- grite cuando me golpeó, pero después me soltó y ahí tuve mi oportunidad para escapar. Corri tan rápido como pude a la entrada, y si, tuve razon ahí estaba él, pero antes de siquiera poner un pie afuera sentí un jalón de cabellos que me hizo retroceder hacia adentro, pude ver como Jadiel se salia de su auto y comenzó a correr hasta mi posición. El entro y le dio un empujón a mi padre que me soltó inmediato para evitar caerse de espaldas.

-¿Así que él es el marrano con el que te la pasaste de fácil ayer?- dijo mi padre riéndose. -A este hijo de puta ya lo conocía, este es el que me encerro en la carcel una vez que le parti la cara a tu madre en la calle, pero se lo merecía por zorra, y tu también te lo mereces Paola-. Dijo mi padre mirando a Jadiel de una manera muy retadora.

-Y si quiero te puedo volver a mandar a la carcel, solo que esta vez nos vamos a ir a juicio para que te pudras ahí de por vida-. Jadiel lo miraba enojado.

-Maldito bastardo, me las vas a pagar, y primero te mueres antes de que me mandes a la carcel-. Mi padre se dirigio hacia Jadiel. Me daba miedo porque mi padre tenia mas masa muscular que Jadiel y él no tenia esa complexión tan monstruosa. Él solo se quedo parado. -Me voy a encargar de que estes tres metros bajo tierra lo antes posible-. Mi papá se acerco a Jadiel que no movia ni un músculo para pegarle.

-Pues de una vez si lo vas a hacer, si te urge tanto matarme, hazlo de una vez tu mismo-. Jadiel retaba a mi papá.

Entonces mi padre le tiró un golpe que le toco en la boca reventando su labio inferior. Jadiel le dio una patada en el estomago a mi papá haciendo que el aire le abandonara unos segundos, mientras se recuperaba el me tomo del brazo para salir pero antes de que pudiéramos lograrlo mi padre que ya se había recuperado jalo con fuerza a Jadiel haciéndolo caer de espaldas sin que él pudiera evitarlo, mi papá comenzó a patearlo, y él solo se cubría la cara con sus brazos.

-¡Papá detente, ya déjalo lo vas a matar...! - le suplicaba llorando desesperadamente. Pero mi.padre seguia pateándolo y de pronto saco una revólver de su chamarra y le apuntó a Jadiel que estaba en él suelo con sus brazos al rededor de su estomago. -¡PAPÁ YA DETENTE...! ¡NO LE HAGAS DAÑO...!- Grite tan fuerte que sentía que la garganta se me iba a destrozar. El hizo como que disparó pero él arma no tenia balas.

-¡LARGATE MALDITO CERDO...! ¡Y QUE NO VUELVA A VERTE CON MI HIJA PORQUE TE MATO A PATADAS...!- Dijo mi padre gritándole a Jadiel que aun no se recuperaba de la patiza que mi padre le puso.

-Regresare por ti, te lo prometo-. Jadiel secó mis lagrimas con sus dedos y se quejaba del dolor.

Jadiel se fue y me quedé sola con mi papá en casa, me encerré en mi recámara y llore hasta quedarme dormida.
Cuando desperté eran las siete de la noche mamá ya había llegado. Lo note porque estaba discutiendo con mi papá en la sala, salí de mi recámara y ahí estaban ellos dos, peleando como siempre, mi mamá lloraba y él le propinaba varias bofetadas en la cara, mi mamá solo levantaba sus manos para evitar que él le siguiera pegando.

-¡Dejala maldito hijo de puta..!- le grite a mi padre al mismo tiempo que me colgué en su espalda para hacer que soltara a mi mamá.

-¡Tu no te metas..!- me respondio mi padre que ya había soltado a mi mamá pero ahora se golpeaba contra la pared para hacer que me soltara de el, y lo logró. -La culpa la tienes tu por malcriarla-. Le dijo a mi mamá mientras la abofeteaba. -Es una zorra inútil como tú, pero ya verás como la voy a corregir, ¡Tu ya no me haces falta..!- le dijo a mi madre que temblaba de miedo y saco la revólver y disparó, para mi desgracia y la de mi mamá esta vez si estaba cargada, el disparo le tocó justo en la frente quitándole la vida al instante, me quedé paralizada viendo la expresión de impresión y miedo en la cara de mi mamá, el único ser que tenia como buena compañía en esa casa ahora había muerto y yo habia quedado sola a la deriva de las garras de mi padre.

-¡MAMAAAAÁ...! ¡NO ME DEJES MAMITAAAAA...!- Grité desesperada llena de terror, sentía como mis pulmones se vaciaban de aire con cada grito que daba, mi garganta se desgarraba, la sentia arder. El ser que me habia dado la vida había muerto y había sido por mi culpa.

Mi papá me hizo ayudarlo a enterrar su cuerpo en él jardín trasero de la casa, lloré en su tumba toda la noche y le pedí perdón por no haber hecho mas por ella, su muerte fue por culpa mía.

OSCURO SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora