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Había amanecido, era un día nublado y lluvioso, me toco preparar el desayuno, Jadiel aun dormía, entre a la recamara y le di un beso en la frente, abrió los ojos y me correspondió.

-Levantate flojito ya esta el desayuno-. Le dije.

-Otro ratito mas-. Se acomodó para dormir de nuevo.
-Se enfriara el desayuno-. Le respondí.
-Esta bien ya voy-. Se estiró y dejó salir un bostezo.

Terminamos de desayunar y me dijo que me alistara para salir.

Nos subimos al auto, llegamos a un gran centro comercial que estaba a las afueras de Cuautitlan. Ibamos poniendo la despensa en el carrito del super cuando una señora de unos 56 años se le acerco por detrás.

-Hola Jadiel, que bueno que te veo como has estado?- le pregunto la señora.

-Hola mamá, como has estado?- le pregunto Jadiel con una enorme sonrisa. -Mamá, ella es  Paola mi novia-.

-Hola señora, mucho gusto-. Le di la mano para saludarla, pero ella solo me vio y me dejo con la mano estirada.

-Eres igual que tu padre, como se te ocurre comenzar una nueva relación después del trato que le diste a Elizabeth, me avergüenzas.

-Mamá, no me digas eso, yo te quiero mucho mamita-. Le respondió Jadiel con la voz quebrándose y sus ojos cristalizados.

-Elizabeth quiere verte, quiere arreglar las cosas contigo, me ha dicho que te extraña, pero al parecer tu nunca sentiste nada por ella, tan rápido la olvidaste-. Le respondio su mamá molesta.

Jadiel me tomó fuerte de la mano.

-Yo quise mucho a Elizabeth mamá, tanto que cuando me dejó por él tal Tomy me deprimí mucho, estuve a punto de perder mi trabajo, toque fondo, y toda mi tristeza y mi depresión la tuve que enfrentar yo sólo mamá porque tu no quisiste saber de mi, cuando mas necesite de ti y de tu apoyo, le di dos años de mi vida, y tan rápido lo dejo en él olvido por una aventura, lo siento por ella, pero no quiero verla, yo no tengo nada que arreglar porque no fui yo quien falló, yo quiero mucho a Paola y si estar con ella significa de nuevo tu abandono pues lo acepto, preferiste creerle a Elizabeth que creerme a mi que soy tu hijo-. Respondio Jadiel a punto de llorar.

-Por favor Jaddiel no seas ridículo, piensalo bien, Elizabeth quiere verte, y sabe donde encontrarte, y tu niña, sera mejor que no te ilusiones con mi hijo, ten dignidad y alejate de él, no seas una destructora de hogares-. Dijo la señora dirigiéndose a mi con cara de desprecio.

Seguido de esto se retiró sin despedirse de Jaddiel.

Me quede muda, talvez Jadiel accedería a verse de nuevo con su ex, y yo perdería mi oportunidad de dejar mis errores en él pasado, estaba a punto de perderlo. Me quede demasiado pensativa y él lo notó.

–¿Que tienes mi pequeña?- me pregunto levantando levemente mi cara con sus dedos.

-No quiero perderte, pero tampoco quiero ser una entrometida en tu relación con ella-. Le mentí.

-No me digas eso mi amor, ¿tu también me vas a dejar solito?-. Me respondió.

-No, yo quiero estar contigo-. Respondí.
-Entonces no pienses cosas que no son, ¿no confías en lo que siento por ti?.
-Si, pero tu mamá me ve como una cualquiera. - me victimicé.
-No le hagas caso, yo te amo y eso es lo que debería importarte, ya no llores-. Me respondió limpiando mis lagrimas con sus dedos. Le Sonreí y el me devolvió la sonrisa.

Terminamos nuestras compras y llegamos a casa, abrí la puerta y en él suelo estaba un sobre blanco, no tenia remitente y no estaba cerrado.

-Jadiel, mira lo que había debajo de la puerta-. Le dije mostrándole el sobre.

-A ver--. Me dijo tomando él sobre de mis manos.

Lo abrió y de adentro de él sacó algo que nos dejo helados a ambos. Adentro había una foto de nosotros durmiendo. Quería decir que la persona que ayer por la mañana habia golpeado la ventana, había estado momentos antes adentro del apartamento. Marco probablemente ya lo sabía.

-Voy a avisar a mantenimiento para que tapen ese agujero en la barda lo antes posible-. Dijo Jadiel preocupado.

Tal vez Santiago había cumplido su amenaza de dar con la dirección de Jadiel.

Preparamos de comer y estábamos viendo la tele cuando una llamada desconocida entro a mi celular.

-Hola?-. Respondí.

-Lo sabía, tenia razón, estas viviendo con ese imbecil-. Respondió la Voz de mi padre al otro lado de la linea. Me llene de terror, vendria por mi en cualquier momento, cuando estuviera sola.

-Papá por favor ya no me molestes-. Le respondí temerosa. Jadiel al oir de quien se trataba me arrebató el celular, lo puso en altavoz y le respondió.

-Que es lo que quieres?-. Dijo Jadiel molesto.

-Que bien, contigo quería hablar marrano, te dije que no te quería cerca de mi hija porque te iba a cargar la chi....-. Respondió mi padre.

-Te voy a meter en la carcel, y sera mejor que dejes de mandar tus sobrecitos y de molestar con tus llamadas porque tengo conocidos que te pueden rastrear, si algo le pasa a ella o a mi se levantaran cargos en tu contra e irás a juicio y después a la carcel a pudrirte ahí dentro por muchos años, tan solo con esta llamada y tu sobre ya tengo pruebas para levantar un acta en tu contra, asi que andate con cuidado y no hagas estupideces, ¿estamos?-. Respondió Jaddiel.

-Mejor cuidate tu, marrano, porque quizás para mañana seas un triste recuerdo en la memoria de mi hija, no te va a dar tiempo siquiera de dar a conocer las pistas de tu asesinato-. Respondió mi padre.

-Eso lo veremos, tengo pruebas de que has estado dentro de mi apartamento y lo puedo clasificar como allanamiento ¡Hasta estúpido eres! – Respondió Jaddiel riéndose.

-Maldito marrano, de esta no te salvas-. Respondió mi padre y después colgó.

Jadiel se quedó pensando y después me dijo que nos fueramos a dormir, esa noche casi no me habló después de la llamada, no lo.culpo yo también estaba preocupada y asustada.

OSCURO SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora