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Pasaron varias semanas desde que mi padre mato a mi mamita, si tan solo supiera cuanto la extraño, que desde que se fue él infierno empezó para mi, no he sabido de Jadiel, tal vez me mintió cuando dijo que volvería por mi. Deje de trabajar en él autoservicio, estoy mas delgada, tengo ojeras, no me puedo quitar de la mente la imagen del momento de la muerte de mi mamita linda. Mi padre empezó a prostituirme, me siento sucia, quisiera morirme pero me falta él valor que se precisa para meterme un balazo en la sien. Varios hombres del negocio de Marco le pagan muchos billetes a mi padre por mi cuerpo, creo que ya no puedo caer mas bajo, siempre que veo por la ventana que da hacia la calle me imagino a Jadiel en su patrulla me imagino que viene a salvarme de este infierno, pero no es así, no se porque sigo pensando que él volverá, no volverá, estoy segura de eso.

Narra Jadiel

Desde la ultima vez que vi a Paola no puedo dormir, solo de pensar como estará, ultimamente volví a empezar a embriagarme, a veces me la amanezco tomando y he faltado varias veces a trabajar, mi jefe me dijo que estaba mal, que buscara ayuda, me suspendió del trabajo hasta que este recuperado.

Hoy me desperté con una horrible resaca, me duele la cabeza y mi aliento a alcohol me produce náuseas, intentaba dormir otra vez pero alguien tocó a mi puerta. Fui a abrir y me encontré con Axel.

-Pasa-. Le dije caminando de regreso adentro arrastrando los pies.

-¡Que asco, toda tu casa apesta a rayos...!- me dijo tapándose la nariz. -Tomando no vas a resolver nada Jadiel, pon los pies sobre la tierra, si quieres hacer algo por ella sacala de su casa y traetela a vivir contigo-. Me decia Axel mirándome a la cara.

-Ella no se va a venir a vivir conmigo, no quiere dejar a su mamá con esa bestia que tiene por padre-. Le dije mientras me servía agua, tenia mucha sed.

-Su mamá fallecio hace un mes, y su padre se ha dedicado a prostituirla, lo se porque los vecinos han puesto demandas en su contra pero cada que vamos él dice que no pasa nada, vamos por ella Jadiel yo te ayudo-. Me dijo Axel mirándome, esa noticia me dejo helado, Paola estaba sola con ese cabrón, sin nadie que cuidara de ella.

-¿Y cual es tu plan?-. Le dije sin apartar la mirada del suelo.

-Pues no se.

-Vamonos ya se nos ocurrirá algo-. Le dije saliendo de mi apartamento.

Subimos a la patrulla y salimos del residencial donde yo vivía, solo hablaba para darle la dirección para llegar a la casa de Paola. Después de media hora llegamos, y Axel rompió el vidrio y yo entre por ella, ella al verme me abrazó. Y lloró, lloró mucho.

-Recoge tu ropa mi pequeña, y vamonos antes de que llegue tu papá-. Le dije dandole un beso en la frente. Le ayude a empacar y salimos de ahí tan rápido como pudimos.

Llegamos a mi casa y metí sus cosas adentro.

-Espero ya verte pronto Jadiel, extraño a mi compañero de vigilancia vespertina-. Me dijo Axel dándome una palmada en la espalda.

-Si, ya pronto estare por allá-. Le dije con una pequeña sonrisa.

Axel se fue y nos quedamos solos Paola y yo.

-Pense que nunca te volvería a ver-.Paola me abrazó.

-Y yo pense que nunca podría tenerte a salvo conmigo-. Acaricié su cara.

Paola solo me abrazó y empezó a llorar, la abrace.

-Nunca te volveré a dejar mi pequeña-. Le dije mientras le daba un beso en la frente.

Me sentía feliz porque por fin ella estaba conmigo. Ese día no fui a trabajar, me quedé con ella, le ayude a acomodar su ropa, nos la pasamos viendo la tele y yo la abrazaba pegándola a mi pecho, quería quedarme asi con ella para siempre, estaba mas delgada que la ultima vez que la vi. La abrace con mucho cuidado como si fuera a romperse si la abrazaba mas fuerte.

A partir de hoy todo seria mejor para los dos.

OSCURO SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora