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Me sentí como si hubiera dormido mucho, vi mucha luz entrar, la habitación era totalmente blanca, a un lado en una mesita estaba un arreglo de flores frescas muy bonitas, sentí pesado el abdomen. Paola estaba sobre mi con la cara contra mi abdomen.

–¿Pau, donde estamos?– le pregunte, ella enseguida levanto la mirada, parecía que había estado llorando.

–¡Hola!– me respondió levantándose y dándome un abrazo.

–Pau, no pensé que me extrañaras tanto después de una pequeña siesta– le respondí sonriendo.

–Jadiel, no fue una siesta, estuviste en coma por casi cuatro meses, el medico ya no te daba esperanzas, hoy mismo te iban a desconectar del aparato que te mantenía vivo. Jadiel te extrañe mucho–. Respondió Paola llorando. (Cof cof, cliché, cof cof)

Enseguida entro una enfermera con unos papeles en la mano y la vista en ellos.

–Señorita, voy a necesitar que me firme estos documentos –. Dijo la enfermera apartando la mirada de los papeles. –¡Dios, no puedo creerlo!–. Dijo mientras me miraba sorprendida. Salio de la habitación y enseguida entro acompañada de un doctor.

–Señorita le voy a pedir que salga–. Se dirigió el medico a Paola.

Ella salió de la habitación para dejarme con él médico que empezo a hacerme su revisión.

Narra Paola.

No pude evitar llorar de la emoción, Jadiel había vuelto, de nuevo oí su voz no todo estaba perdido para mi. Le llamé a Axel.

–¿Axel? ¡Jadiel despertó!– le dije con una enorme sonrisa en el rostro y lagrimas en los ojos.

–En un momento estoy allá chaparra, no tardo–. Respondió Axel para después colgar.

No paso ni media hora porque Axel ya estaba en él hospital, me dio un fuerte abrazo.

–Que paso chaparra, que te dijeron –. Dijo Axel emocionado.

–Lo están revisando– le respondí.
–¿Ya te lo podras llevar hoy?– dijo Axel.
–No lo se Axel, yo espero que sí –. Respondí –¿No le dijiste a Elizabeth, o si?– le pregunte.

–No, pero mi jefe lo sabe, y obvio, como es su papá pues le va a decir –. Respondió Axel

–¡Ay Axel! ¿Para que le dijiste?–. Respondí con expresión de fastidio.

–Ay chaparra pues me agarraste en mi horario de trabajo, tenia que avisarle que me iba a ausentar de mi puesto un momento–. Respondió Axel.

Enseguida salió el medico a cargo de la revisión de Jadiel.

–El paciente se quedará un par de días mas en observación –. Se dirigió a nosotros él médico.

–¿Podemos pasar a verlo?– pregunto Axel emocionado.

–Si–. Respondió el medico mientras caminaba por el pasillo.

Axel se pasó primero que yo, entro a la habitación. Jadiel estaba ahí mirándonos.

–¡Hola menso! Pense que ya no despertarias–. Le dijo Axel dandole un abrazo a Jadiel.

–Aun no idiota, aún tengo por quien seguir aquí –. Jadiel me dio una sonrisa, y yo se la correspondi, cada vez mas me sentía culpable.

–Tu mamá ha venido a verte, se la pasaba llorandote y arrepintiéndose por dejarte solo cuando lo de tu y la Elizabeth–. Le dijo Axel –Tambien esa loca de Elizabeth ha estado aquí, diario te traía flores –. Dijo Axel.

–Maldita loca–. Respondió Jadiel riéndose.
–Bueno, yo me despido, me da gusto que por fin estés de vuelta con nosotros, Ramirez solo me dio permiso una hora y ya hasta se pasó–. Dijo Axel dandole un abrazo a Jadiel. – Cuidamelo bien chaparra– me dijo a mi dándome una pequeña palmada en la cabeza.

Nos quedamos solos Jadiel y yo.

–Mi pequeña, estas mas flaquita–. Me dijo Jadiel tomando mi mano.

–No me separe de aquí ni un solo momento, lo único que quería era verte despertar, si me iba tal vez al regresar te habrían desconectado y me mentirían con algo asi como que no habias aguantado y habías muerto, no soporto la idea de perderte–. Respondí a Jadiel recostandome a su lado.

Lo abracé y él puso su mano sobre mi brazo, sin darnos cuenta nos quedamos dormidos.
No supe cuanto tiempo habia pasado desde  entonces, hasta que una voz estridente que me era conocida nos despertó.

–¡Mi amoor, pense que nunca volvería a verte!– era Elizabeth que llegaba con un arreglo floral mas grande que los anteriores y venía acompañada de la mamá de Jaddiel, mis celos aparecieron de nuevo.

–¿Que haces aquí Elizabeth?– respondió Jaddiel un poco molesto.

–Ay hijo, no seas grosero con Eli, yo no te eduque de esa manera –. Respondio su mamá.

–Querida, si no te molesta, ¿podrías dejarnos a solas con el amor de mi vida? Estamos en una reunión familiar en donde tú no eres bienvenida –. Dijo Elizabeth dirigiéndose a mi.

–Callate Elizabeth, ella se queda, ella es la unica que tengo desde que mi mamá me dió la espalda por creerte a ti, no se que haces tú aquí, no deberías, eres la causa de todas y cada una de mis desgracias–. Respondió Jadiel molesto.

–Eli te espero afuera –. dijo la mamá de Jadiel saliendo de la habitación.

–Jadiel, no me digas que ahora agarras chamaquitas feas y prietas–. Dijo Elizabeth mirándome con desprecio. Mis lagrimas empezaron a salir, recordé todas esas burlas en la escuela.

–Para mí no es fea, yo la quiero por lo que es conmigo, no por lo que tiene–. Respondió Jadiel mirándola con enojo.

–No sabes ni lo que dices, no creas que por tenerla a ella te libraras de tus obligaciones conmigo–. Elizabeth tomó sus cosas y salio de la habitación.

Una lágrima se le salió a Jadiel.

–¿Que tienes?¿Porque lloras?–.
–Perdóname Pau–. Me respondió llorando. –Debí decírtelo antes–.

–¿Decirme que?–. Respondí preocupada.
–Elizabeth y yo tenemos un hijo, por eso no descansara hasta hacerme volver con ella–. respondió Jadiel llorando.

Me levante de la cama soltando su mano.

–Pau no te vayas por favor –.
–No se que pensar Jadiel, yo te quiero, pero al parecer  ¡me mentiste!– le respondí a Jadiel llorando. Tomé mis cosas y caminé hacia la puerta.

–¡PAOLA NO ME DEJES! ¡ QUEDATE CONMIGO MI AMOR!– Gritó Jaddiel en el momento en que estaba dispuesta a salir. Volteé a mirarlo, estaba llorando, salí de la habitación dejándolo solo.

OSCURO SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora