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Desperté a las cinco de la mañana, me pareció oir algo afuera, aun estaba oscuro, Jadiel dormía plácidamente. Pense que tal vez había sido parte de mi sueño pero de nuevo lo escuche, se oía como si lanzaran piedritas a la ventana de la cocina, me dio miedo levantarme a ver.

-Jadiel-. Le hable susurrando, el solo se movió.

Decidí no moverlo mas y dejarlo dormir, estaba a punto de volverme a acomodar para dormir cuando oí un golpe mas fuerte en él vidrio de la ventana de la cocina, esta vez Jadiel se levanto de golpe.

-Que fue eso-. Me dijo susurrando.
-Alguien esta afuera-. Le respondí hablando bajito.
-Esperame aquí-. Dijo Jaddiel levantándose de la cama.
-No, no me dejes-. Le respondí.
-Bueno vente, pero no te separes de mi-. Me dijo tomandome de la mano.

Abrió la cortina de la ventana pero no se veia nada, de pronto otro golpe se escucho en la ventana del baño, esta vez Jadiel salio afuera seguido por mi, alguien corrió por la orilla de la barda y desapareció entre unos arbustos que estaban a la orilla de esta. Echó un vistazo, había un enorme agujero en la barda era grande como para que alguien pudiera entrar a gatas por ahí con facilidad. Nadie lo habia notado porque los arbustos lo tapaban.

-Quien era?- le pregunte.
-No lo se pequeña, pero era muy rápido, vamos adentro porque te vas a congelar de frío- me dijo mientras me abrazaba por detras e ibamos caminando abrazados.

Nos volvimos a meter a la cama, él se volvió a quedar dormido, pero yo ya no pude conciliar él sueño pensando en que tal vez había sido Marco o alguno de sus matones, el mundo se me iba a venir encima si descubrían cuales eran mis planes. Se me pasaron las horas en pensar en cosas horribles, y cuando menos acorde ya eran las ocho de la mañana.

-Hola mi pequeña niña hermosa-. Me dijo Jadiel dándome un beso en la boca.

-Hola-. Le respondí con una sonrisa.
-Hoy amaneciste mas bonita-. Me dijo mientras se subía sobre mí.
-Tu también mi amor-. Le respondí con un beso en la boca.

Él me empezó a besar muy apasionadamente y pude sentir su erección. Era muy guapo y a decir verdad esperaba este momento con ansias. Me empezó a desvestir y yo también hice lo mismo, pero me llamaron la atención varias cicatrices en su pecho, parecían cicatrices de quemaduras hechas con un cigarro, aun así no dije nada, no quería arruinar él momento, me penetró, y se empezó a mover muy rico, me besaba metiendo su lengua en mi boca y yo hacia lo mismo, al principio hacia movimientos lentos y delicados, lo que me hacia sentir delicioso, los latidos de mi corazón se aceleraron al igual que mi respiración, tenía muchas ganas de él desde la segunda vez que lo vi, y por fin me estaba haciendo suya, no pude evitar nalguearlo y al parecer eso lo excitó mas porque sus embestidas se hicieron mas fuertes haciendo que me corriera antes que él, unos minutos después se vino, sus gemidos eran excitantes. Me miró y me besó, él estaba temblando, y me sonreía.

-Te amo Pau, eres lo mejor que me ha pasado-. Me sonrió.

-Yo también te amo mi Jadiel, eres mi angel guardián le doy gracias a la vida por ponerte en mi camino-. Le respondí con una sonrisa fingida.

Él se bajó de mi y se volvió a vestir y me recostó en su pecho, me terminó ganando la curiosidad por saber que le había pasado. Y le pregunte.

-Que te paso aquí?.

Él suspiró, y me miró.

-Es una larga historia mi pequeña, solo te puedo decir que por eso decidí meterme a la policía, de niño sufrí agresiones por parte de mi padre, abusó de mi varias veces cuando mi mamá trabajaba y me dejaba a su cuidado, eso que tu ves ahí lo hizo mi padre. Es por eso que no soporto ver que un imbécil abuse de alguien de menor fuerza física.

Jadiel tiene un pasado igual de oscuro que yo, y aun así no ha dejado de sonreír, eso lo hacía único, y hacía que cada vez mas me enamorara de él.

-Perdoname por preguntar-. Le dije arrepentida por ser tan entrometida.

-No pasa nada, no tengo porque molestarme, no tengo porque ocultarte mi pasado-. Me respondió sonriendome.

Lo admiro mucho porque a pesar de lo que le ha pasado es tan fuerte para regalarme una sonrisa, aun después del dolor de los recuerdos.

-¿En que piensas?- Jadiel me saco de mi pensamiento.

-En nada, vamos a hacer de desayunar ¿si?- le dije a Jadiel.

-Hoy yo hago el desayuno y mañana que te toque a ti, vale.

-Vale-. Respondí.

Preparó hot-cackes y café como la primera vez que me trajo a su casa, empezamos a desayunar.

-Te tengo una sorpresa-.Jaddiel me sonrió.
-Que sorpresa-. Le respondí.
-Mañana me toca mi descanso, podre estar contigo todo él día.

-Que bueno porque ya quería saber que se siente tenerte para mi solita-. Le dije fingiendo estar emocionada....

Voy a hacer una pausa... Ando fumigada asi que de Ahorita en cinco o seis párrafos en adelante leerán la imaginación de una chica ebria, jajajaja 😂😂😂...

Bueno.

Jadiel se fue a trabajar, y me quede sola en casa, las horas me pesaban como plastas de mierda, tan densas que podria empaquetarlas y mandarselas a Santiago como regalo de cumpleaños. Era raro, pero extrañaba a Jadiel ya quería tenerlo de nuevo como hoy en la mañana, solo de recordarlo me vuelven las ganas de estar asi con el.

Me la pase viendo televisión, eran ya casi las diez de la noche Jadiel debía estar apenas saliendo de trabajar, preparé la cena para que llegara a cenar, me senté afuera para esperarlo, la luz de un auto se vio a los lejos, el auto se acerco, era Jadiel.

Se bajó del auto, me saludo con un beso, y entramos a cenar.

-A donde te gustaría ir mañana?-. Me preguntó.
-Mmm... No lo se, pues a donde tu quieras-. Le respondí.

-Pues hay que ir a comprar la despensa de este mes-. Me dijo sonriendo.

Terminamos.de cenar y nos acostamos a dormir. Estaba emocionada porque mañana estaría conmigo todo él día.

OSCURO SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora