|| Me enamore de mi idolo || || Me enamore de una fan || (Fernanfloo Y Tu)

Capítulo 48

Narra ______:
Seguíamos ambos en el auto, ninguno se había atrevido a mencionar una palabra, hasta que Santiago rompió el silencio.

—______, yo siento haberte hablado así y hacer que te sintieras mal, de verdad lo siento.

—Quiero que sepas que me dolieron bastante tus palabras.

—Y lo sé, sé que no fue correcto lo que te dije pero es que tienes que entenderme ______.

—¿Entender? ¿Entender que?

Paro el auto.

—______, me siento celoso de la manera en que hablas de el.

No dije nada, solo lo mire fijamente.

—Jaja! ¿Celoso? -Rei sarcástica- ¿Tu sintiendo celos?

—Si, _______, siempre los he tenido, desde cuándo éramos novios, me mataban los celos cuando hablabas de el, todo el día lo hacías.

Sonreiste al saber que era cierto, desde tiempo remotos el estaba en tus pensamientos.

—Te haré esta propuesta una vez más; Vámonos de vuelta a T/P, te aseguro que está vez será diferente. -Se acercaba más y más a mi.

—No puedo, y menos ahora, ahora cuando más quiero estar aquí. -Dije alejándome.

—______, no tienes idea de cómo me siento ahora. -Me tomo de ambas manos- Tenerte cerca me hace querer besarte.

¡Jaja! ¿Que estás diciendo? Este chico está loco, por Dios.

—Creo que debes calmarte, Santiago.

—Tu me haces caer en la perdición y la locura, siempre has hecho eso en mi.

Estaba demasiado cerca de mi. Esto estaba mal.

—Santiago, por fav......

No me dejó terminar, en un segundo Santiago ya tenía sus labios junto a los míos.

No sabía cómo reaccionar.

¡Esto estaba mal!

Él seguía en lo suyo.

Había recordado todo el tiempo que pasamos juntos, todo lo que compartimos, todo lo que fuimos.

Hice un movimiento leve con mis labios, ¿Que estaba haciendo? ¿Le estaba correspondiendo el beso, acaso? ¡No! ¡No! ¡No! Esto está mal, no puedo hacerle esto a Luis, Luis es una persona que no se merece esto.

Salí de mis pensamiento, empuje a Santiago separándolo de mis labios.

El beso duro apenas unos cuantos segundos.

—¿¡Que te pasa!? -Dije notablemente alterada- ¿¡Por qué me besaste¡?

—No, ¿Por qué nos BESAMOS? -Dijo en un tono fuerte la última palabra- Yo no te obligue a nada, además tú no lo impediste.

—¡Eres un imbécil, Santiago! -Dije abriendo la puerta del coche.

Me tomo de la mano antes de que bajara.

—Sueltame. -Dije tratando de sacarme de su amarre.

—Lo siento, no sé que me ocurrió.

—Tu sabes muy bien que yo amo a Luis, lo amo demasiado.

Esas palabras salieron verdaderamente de mi corazón, fueron muy sinceras.

—Ahh? ¿Lo amas? -Me cuestionó- Si realmente lo amarás no hubieras seguido el beso.