Desde una edad temprana, la vida parecía prometerme algo grande. A pocos meses de cumplir cuatro años, me encontraba a la sombra de una gran expectativa: la manifestación de mi Quirk.
A diferencia de Izuku, mi hermano mayor, cuyo propio Quirk se resistía a aparecer, yo estaba rodeada de murmullos y especulaciones de adultos que esperaban ansiosamente el despertar de mi singularidad.
(...)
Mamá nos dejó en la primaria esa mañana, primero dejando a Izuku en su salón con una sonrisa de ánimo y luego a mí, con una palmadita en la cabeza y un "Sé buena, Ami-chan." En el recreo, siempre buscaba a Izuku y a sus amigos; su mundo, aunque lleno de incertidumbres, era mi refugio.
—¡Ami-chan! —Katsuki, con su cabello rubio despeinado, me saludó con su característico entusiasmo. Siempre había algo reconfortante en su presencia. Era como una promesa no dicha de aventuras y risas.
—¡Kacchan! —respondí, la facilidad de nuestro intercambio reflejaba años de camaradería. —¿Cómo estás?
—Bien. ¡Mira, mira! —exclamó, mostrando pequeñas explosiones que danzaban en su palma como si fueran luces de bengala en miniatura.
—¡Wow! Es increíble, ¡tienes una gran particularidad, Kacchan! —La admiración era genuina; a esa edad, la magia de un Quirk como el suyo parecía el summum de lo heroico.
—¿Kacchan...? —preguntó, un poco desconcertado por el nuevo apodo.
—Sí, es más corto que decir Katsuki-chan. Así que te llamaré Kacchan —expliqué con una risa, y él se sonrojó ligeramente. — Si no te molesta, claro— dije mirándolo fijamente.
—Claro que no, no me molesta nada viniendo de ti, Ami-chan —su sonrisa, rara y preciada, me hizo sonrojar a mí también.
Cuando el verano llegó, Izuku a menudo salía con Kacchan, mientras yo me quedaba ayudando en casa.
Las tardes que Kacchan venía a casa, nos perdíamos en maratones de videos de All Might, construyendo en nuestra imaginación el escenario de nuestros futuros heroicos.
—Yo, cuando obtenga mi particularidad, seré como All Might y protegeré a mi hermanita Ami —proclamaba Izuku, con una convicción que desmentía su falta de Quirk.
—No creo que tu singularidad vaya a ser mejor que la mía, Izuku. Yo sí podré proteger a Ami-chan —Kacchan intervenía, su determinación igualaba su orgullo.
—Kacchan, ¿me protegerías? —pregunté, juguetona, conocedora del efecto de mis palabras.
—¡Claro! ¡Yo te protegeré siempre! —Su declaración, simple y firme, selló una promesa entre nosotros.
(...)
Las pruebas de particularidad siempre fueron un asunto serio, pero cuando llegó mi turno, el resultado fue más sorprendente de lo que nadie esperaba. No era una habilidad obvia o destructiva como la de Kacchan, ni tampoco una ausencia palpable como la de Izuku.
Era algo diferente, algo nuevo. Podía sentir y manipular las energías invisibles que bailaban en el aire, moldeando el plasma a mi voluntad. Era un poder que requería comprensión, precisión y, sobre todo, control. Además de ser una mutación de los Quirks de mis padres.
—¿Entonces controlas el plasma? —me interrogó un compañero de clase el día que me adelantaron para unirme a Izuku y a los demás.
—Sí —respondí, sintiendo el peso de los ojos sobre mí, evaluando esta rareza que era mi Quirk.
—¿Solo por eso te adelantaron un curso? Esa singularidad no parece nada especial —su desdén era palpable, y sentí cómo Kacchan se tensaba a mi lado.
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I'll protect you // Boku no Hero academia // (Bakugō y Tu)
FanfictionEsta es mi historia, y de cómo me enamoré de cierto rubio explosivo, ciertamente el camino fue difícil para que ese estupido orgulloso se diera cuenta de lo que sentía. Así que, empecemos por el día en que nos conocimos.