Queridatía,
estasemana partiré a la capital, un contacto me ha mencionado que hanvisto rondar por allí a papá, espero que tenga razón. Me uniré aun grupo que va a visitar la capital también y en el momento que veaoportuno me alejaré de ellos para encontrar a papá. Mis contactosson mensajeros, no te preocupes, ninguno de ellos me ha intentadodañar.
Tequiero,
AdamM.
23de mayo del 2017
Adamdobló la hoja, la metió en un sobre y se guardó el bolígrafonegro en la mochila. Selló el sobre y escribió encima, con tinta decolor verde la dirección de la casa. Tal vez sería la última quepudiese enviar cartas. Ha notado que le espiaban desde hacía ya unpar de meses, motivo por el que no había escrito tan a menudo a sutía. La echaba de menos, deseaba con muchas ganas que se encontrasebien, quería simplemente ver su sonrisa cuando viese de nuevo a suhermano. Echaba de menos también su casa, sus amigos, pero a quienmás quería ver era a su padre, motivo por el que había venido,motivo por el que estaba dispuesto a morir.
Yadespués de enviar la carta y haber recogido sus pertenencias, agarrósu fusil MK-14 y su jericó y los colgó en su cinturón. Estabadecidido, después de todo, aún no sabe por qué razón llegóexactamente su padre hasta ahí y estaba preparado para saberlo.
Teníauna ruta de unos cuatrocientos kilómetros en coche y debía salirahora si quería llegar a tiempo. El camino lo emprendió con elgrupo que apenas conocía, en un minibus de veinte plazas, con losque no compartió ni una sola conversación de risa durante elcamino. Cada uno de ellos echaba una mirada asesina por distintasrazones.
Nodisfrutó nada del viaje y ya empezaba a tener un mal presentimiento.
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Las cartas de Adam #Wattys2018
DiversosSarah, una chica de dieciséis años, se acaba de mudar con su familia a un barrio de Mostganem, en la Villa Verde. Un día cualquiera le llega por error una carta de Adam, un chico que va en búsqueda de su padre. Este, decidido a no volver a casa sin...