Capitulo 19.

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Mi pie se curó bastante bien, y los días se establecieron en una rutina. Trabajo. Comida. Diversión.

Y siempre, allí estaba Parker. Pasando por la tienda de regalos aproximadamente a la hora en la que estaba disponible para tomar un descanso. Comprándome Dippin' Dots. Esperándome al final de mí turno.

Acompañándome al dormitorio. Hablando conmigo. Riendo. Parecía que nunca nos quedamos sin cosas de las que hablar.

Que no era la forma en la que estaban yendo las cosas con Nick.

Cada vez que Nick llamaba o yo llamaba a Nick, era un esfuerzo mantener la conversación. Él siempre se quejaba de Tess. Yo escuchaba, pero realmente no me importaba. No la conocía. A él no le importaban las cosas que sucedían en el parque, todos los rumores acerca de todos los romances de verano que habían comenzado.

Alisha estaba aparentemente involucrada con el chico cuyo trabajo era iluminar el escenario en el que ella actuaba. Lissa pasaba el rato con un chico que trabajaba en la rueda de la fortuna. Patti estaba viendo a un chico que manejaba uno de los puestos de limonada. Dondequiera que miraba, veía parejas.

Y por lo tanto Parker y yo, naturalmente, parecíamos estar siempre juntos. ¿Con quién más iba a pasar el tiempo? Todo el mundo tenía a alguien. Incluso Zoe la monitora de piso fue vista besando seriamente a un chico que trabajaba en la Casa de los Espejos Locos.

Pero Nick no quería oír hablar de ninguno de los romances de verano. No es que pudiera culparlo. No conocía a esta gente.

Lo que nos dejaba con muy poco de qué hablar. Y eso a veces me asustaba porque me temía que sería lo mismo cuando estuviéramos de nuevo juntos en diecinueve... no, eran dieciocho días. ¿De qué hablaríamos? ¿De qué hablábamos antes?

Tareas, maestros, escuela, amigos. ¿Qué más? Me quebraba la cabeza todas las noches tratando de encontrar algún tema de conversación. Luego nunca tenía éxito. Después de colgar con Nick, Parker llamaba. Y hablábamos. Durante más de una hora. Sobre todo y nada: la gente que conocíamos, películas favoritas, actores que él había conocido, su familia, mi familia. ¿Por qué nunca me parecía quedarme sin temas con Parker, pero tenía un momento muy difícil hablando con Nick?

Esos eran mis pensamientos el martes por la noche, mientras caminaba de regreso al dormitorio. Parker, por supuesto, estaba caminando a mi lado. Él estaba contándome sobre una mujer a la que había ayudado a subirse al primer vagón.

—Tiene que tener al menos ochenta —dijo—. Utiliza un andador.

—¿No hay restricciones en contra de gente débil subiendo a montañas rusas? — pregunté.

—Oye, anunciamos las advertencias en carteles. Sube bajo tu propio riesgo. Ella estuvo dispuesta a asumir el riesgo. Este es el tercer año que la he visto. Siempre viene a celebrar su cumpleaños. Este año estaba preparado. Le di una camiseta de “Yo sobreviví a la Magnum Force”.

—Eso fue lindo de tu parte —dije.

—Oye, tengo que admirarla, ¿sabes? Quiero ser así cuando sea viejo. Todavía buscando emociones.

—Yo me subiré a carruseles —dije.

—No es una u otra opción, sabes. Puedes hacer ambas cosas.

Todavía estaba tratando de convencerme de subir con él por la mañana. Los fanáticos de la montaña rusa parecían tener la mente en una sola pista, lo cual me imaginaba que tenía sentido, ya que los vagones generalmente corrían en una pista. El pensamiento me hizo sonreír.

—¿Qué es tan gracioso? —preguntó.

Pero sólo sacudí la cabeza. Mi celular sonó. Por supuesto, lo contesté.

—¡Hey!

Silencio.

—¿Holaaa? ¿Nick?

—Pensé que eras tú —dijo.

Su tono de voz tenía un trasfondo muy extraño.

—¿Qué quieres decir con “pensé”? Tú me llamaste, así que, ¿a quién esperabas?

—También te estoy viendo.

Mi corazón se estrelló contra mis costillas, mientras mi mirada revoloteaba locamente alrededor.

—¿Cómo puedes estar viéndome?

—Pensé en Sarah sorprendiéndote con una visita y decidí que haría lo mismo.

Dejé de caminar.

—¿Estás aquí?

—Sí. Así que, ¿quién es el tipo?

Parker debió haber sentido mi angustia porque extendió la mano para tocar mi cara, pero yo retrocedí.

—¿Dónde estás, Nick?

Luego Parker estaba mirando alrededor también.

—Justo detrás de ti.

Me di la vuelta y miré con sorpresa y asombro como Nick salía de las sombras.

—Nick, ¿qué estás haciendo aquí? —le pregunté en mi teléfono celular, lo cual me di cuenta era totalmente ridículo. ¡Él estaba aquí! ¡Aquí! No necesitábamos un teléfono celular para comunicarnos.

—Quería sorprenderte —dijo, caminando hacia mí, lo suficientemente cerca como para que viera que no estaba feliz. No feliz en absoluto.

Cerré mi teléfono. 

—Me sorprendiste.

—Sí, puedo darme cuenta. —Estaba mirando a Parker mientras la gente del parque, que se dirigía al dormitorio, trataba de averiguar lo que estaba pasando.

Algunas personas trataron de ser discretas, pero a la mayoría no le importaba que supiera que estaban tratando de obtener la primicia. Era bastante obvio que estaba pasando algo digno de chismes.

—Este es Parker —dije—. El hermano de mi compañera de cuarto. 

—¿Trabajan juntos?

—Trabajamos en el parque.

—No es gran cosa —dijo Parker—. Sólo estábamos caminando en la misma dirección.

Mira a tu alrededor. Mucha gente caminando en esta dirección.

Me acerqué a Nick. Había fantaseado sobre él apareciendo. Siempre era uno de esos momentos románticos: corriendo sobre la arena, directamente a los brazos del otro. ¿No debería abrazarlo o besarlo o algo así?

—¿Cómo llegaste hasta aquí? —le pregunté. 

—Conduje sin parar.

—¿Por qué?

—Porque te extraño.

—Oh, Nick.

Luego mis brazos estuvieron alrededor de su cuello y estaba abrazándolo estrechamente y él me estaba abrazando. Y todas las dudas que había estado teniendo sobre nosotros se desvanecieron.

Este era Nick. Mi novio, que había conducido sin parar para estar conmigo. ¿Qué podría ser más romántico que eso?

Thrill RideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora