Capitulo 26 - THE END.

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Cuando el avión aterrizó la noche del domingo, estaba aniquilada. El fin de semana había sido una montaña rusa emocional: ver a Nick, agarrar la mano de Sarah y garantizarle que todo iba a ir sin problemas, quedarse hasta tarde la noche del sábado hablando con mi padre, que quería saber todo acerca de mi trabajo en el parque.

Y maldición, le debía a Jordan un día de descanso, porque mi padre confesó que había pensado que las cosas se estaban poniendo demasiado serías con Nick y un tiempo separados me vendría bien. Me preguntaba cómo se sentiría acerca de Parker. Esta mañana me había levantado temprano para visitar a mamá, que todavía estaba llorosa porque su hija primogénita de casaba y se iba de casa. Supongo que el fin de semana había sido muy duro para todos.

No tenía ganas de transportar la maleta a Thrill Ride, pero pensé que en cuanto llegara a mi dormitorio, colapsaría. A lo grande.

Estaba pensando en el lujo de colapsar mientras caminaba desde el avión a la puerta. Sin prestar mucha atención a lo que me rodeaba. De repente, alguien se puso delante de mí. Levanté la mirada. Sonreí.

Parker.

—Hey —dijo.

—Hey. —Soy una conversadora tan increíble que me asombro a veces.

Bajó la cabeza y me dio un beso rápido. Un beso de bienvenida. Eso era Parker. Amaba todos sus besos. No importa lo rápido, lento o el tiempo que fuera. Cada uno era perfecto. 

—¿Cómo pasaste a través de la seguridad sin billete? —le pregunté.

—Tengo las conexiones. —Él pasó su brazo alrededor de mí—. ¿Llevas equipaje?

Llevaba equipaje. Una pregunta de peso. Nick. El fin de semana con mi familia. Demasiado para descargar en ese mismo momento.

—Sí. —Levanté mi billete con el número de reclamo del equipaje—. No me esperaba que vinieras a recogerme.

—¿Por qué no? Eres mi novia, ¿verdad?

Apoyé la cabeza en la curva de su hombro. ¿Yo era su novia? ¿Por cuánto tiempo?

****

Conseguimos el equipaje, paramos para tomar unas hamburguesas y luego nos fuimos a su casa. Él no me preguntó si quería ir allí, y estaba bien para mí. Porque era donde quería estar.

Ahora estábamos sentados en la hierba junto al lago, mi espalda en su pecho y sus brazos alrededor de mí. Viendo la luz de la luna bailando sobre el lago. Era tan tranquilo. Pensé que podía quedarme aquí para siempre. Pero no teníamos para siempre. Sólo unas seis semanas más y luego...

—Vi a Nick —dije en voz baja.

Lo sentí tensarse, y luego se relajó. Me pregunté si se sentía amenazado por Nick. Parker siempre parecía tan seguro, tan a cargo, y sin embargo, ambos estamos evitando la definición real de nuestra relación. En el aeropuerto, cuando me llamó “su novia”, era la primera vez que había dado a entender que éramos más que amigos, que tal vez ser “sólo amigos” no había funcionado para nosotros después de todo.

—¿Y? —preguntó finalmente.

Me di la vuelta para poder mirarlo. A pesar de que ya era de noche, había luna suficiente y estrellas suficientes para que pudiera ver su rostro.

—Fue un poco triste verlo. Quiero decir, pensé que teníamos algo especial, que lo que teníamos podía sobrevivir al estar separados. Y no lo hizo. Me duele no haber podido hacer que funcionara, que durara.

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