Capítulo XIV

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I want to have control

Cuando dobla la esquina camino a la casa donde un niño está jugando peligrosamente con cerillas, una figura impacta contra él.

Se queda rígido, porque si no ha sido capaz de atravesar limpiamente al humano en cuestión...

—¿Me creerías —La voz de Rey llega apagada debido a su propia ropa contra su boca— si te digo que reconozco tu olor? —Se aparta con una sonrisa (ah, nunca se cansará de esa sonrisa) y golpea levemente sus ropajes, como para limpiarlos de la suciedad que ella pudo haberle traído (¡como si eso fuera posible!)—. ¿O es eso algo muy raro para decir?

No puede evitarlo; él también sonríe, aunque extrañe el repentino calor que ya no tiene ahora que ella se ha separado. Es una sonrisa tímida que parece expresar más dolor que alegría (puede sentirlo en su rostro), mas Rey parece contenta con ella.

—Siempre pensé que no olía a nada.

—¡No seas tonto! —ríe Rey—. Todos olemos a algo.

Él frunce el ceño, contrariado.

—Pero no sabes nada sobre mí.

Ella abre la boca para replicarle, mas parece ceder ante sus palabras.

—Hm. Sí, tienes razón. Entonces, empecemos por tu nombre, si estás de acuerdo con eso.

Tiene un nombre; el que le fue dado en esta vida.

En esta ocupación suya.

—Kylo —le responde—. Kylo Ren.

Rey enarca una ceja.

—Perdón, pero eso suena como que eres parte de algún culto raro. No hace falta que inventes un nombre tan ridículo si no quieres decirme el tuyo...

Él ríe por lo bajo y, de algún lugar olvidado dentro de su pecho, las palabras salen a flote:

—Ben Solo.

Por un momento, ambos se quedan perplejos. Él mismo se ha sorprendido. Ese nombre se siente bien, y encaja, sí, pero no sabe realmente...

No sé si Ben Solo siga existiendo.

Rey, no obstante, ya se ha recuperado.

—Oh. Ben, entonces. Eso suena mejor. —Le extiende su mano. —Un gusto, Ben; mi nombre es Rey Kenobi.

Kylo recuerda justo a tiempo que no debe decirle «lo sé», y estrecha su mano.

Para Rey, él es ahora un conocido.

Para él, ella es, de alguna manera, todo lo que conoce del mundo. 

A tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora