A tu lado

Capítulo XXXV

I don't belong here

Rey tiene experiencia; él no.

(Y si la tiene, no la recuerda).

Pero está bien, porque su cuerpo honesto no esconde un solo secreto: se revela a él completamente, sin miedo.

Sus sonrojos y su mirada ardiente no mienten, y su espalda es una curva que no puede creer que esté recorriendo con sus manos mientras ella lo besa una y otra vez.

―¿Estás nervioso?

El susurro de Rey suena a una especie de secreto entre dos personas, como si el hecho de alzar más la voz quebrara la frágil esfera del momento que están construyendo juntos.

―Quizás ―confiesa él con una sonrisa tímida―. No creo que pueda nombrar con exactitud todo lo que estoy sintiendo.

Cierra los ojos mientras Rey besa su cuello y mordisquea un poco la piel nívea que sus dientes han encontrado.

―Lo más importante ya lo has nombrado.

En eso están de acuerdo.

Kylo la hace girar bajo su cuerpo, y esta vez es él quien no cesa de besarla. Rey arquea la espalda hacia atrás, y él aprovecha para capturar una de sus manos entre una de las suyas y enlazar sus dedos.

―Eres algo más hermoso de lo que puedo nombrar.

Rey lo envuelve con sus brazos y sus sonrisas, y la noche lenta es testigo de dos amantes que empiezan a conocerse, así se hayan conocido de toda la vida.

La noche es testigo, también, de las últimas palabras de Rey antes de perderse en todo lo que es Kylo.

―Te amo, Ben.