I don't belong here
Rey:
Encontré la manera. Estaré de vuelta antes del amanecer, si todo sale bien.
Si no sale bien..., solo quiero que sepas que te amo.
Y que no cambiaría un solo segundo que pude compartir contigo por nada en el mundo.
Ben
Cuando la tierra del cementerio se parte bajo la luz de la luna llena y desde ella surge una trabajosa respiración, Kylo permanece inmóvil y de rodillas, en absoluta reverencia.
La figura, una sombra casi en su totalidad negra, lo observa atentamente.
El Señor de los Ren.
―¿Has llamado, caballero de Ren?
Kylo baja aún más su cabeza.
―Así es, mi señor.
―Habla de lo que te compete, Ren...
Kylo levanta la vista y aprieta los puños. Toma aire, y cuando está por exhalarlo para empezar a hablar...
―... O, tal vez, ¿yo debería ser el que hable?
Solo se le ocurre volver a cerrar la boca y bajar la mirada.
―Estoy al tanto de las reglas que violaste ―lo acusa el Señor de los Ren, y su respiración habla de un hombre al borde de la muerte. Perpetuamente al borde de la muerte―. Estoy al tanto del muchacho y de la chica. ¿Cuál es tu explicación para esto?
Kylo decide que es ahora o nunca, y habla desde su lugar.
―Ella amaba al muchacho.
―Y muchos se han amado antes y muchos se han muerto, pero no recuerdo a nadie interfirien-
―Y yo la amo a ella.
El Señor de los Ren pausa. Kylo asume que nadie se ha atrevido a interrumpirlo jamás.
Excepto por él.
Tal vez no haya sido lo más inteligente, mas Kylo tiene la certeza de que está haciendo lo correcto, aunque sea a su manera torpe y no del todo planeada.
―Estoy enamorado de ella. Quiero compartir mi vida con ella.
El Señor de los Ren parece sopesar sus palabras antes de hablar.
―Te recuerdo, Ben Solo. Eras apenas un niño cuando te convertiste en uno de nosotros.
―Ya no soy un niño.
―No, no lo eres ―El Señor de los Ren parece reír, aunque Kylo no pondría las manos al fuego por ello―, pero creciste de manera similar a uno. Sin verdaderas reglas (porque las que conociste, las rompiste), sin verdaderas limitaciones. Y ahora ¿quieres formar parte de un mundo del que no entiendes nada?
Kylo permanece postrado.
―Si mi señor así lo permite.
El Señor de los Ren no habla durante lo que parece una eternidad. Kylo no mueve ni un solo músculo.
Finalmente, se escucha el sonido más inesperado de todos: un profundo suspiro.
Kylo levanta la cabeza justo a tiempo para ver al Señor de los Ren dejarse caer sobre un tronco talado hace tiempo.
―Puedes dejar de fingir. Sé que sabes bien lo que estás haciendo. De pie.
Kylo obedece, y mantiene su mirada al frente.
―¿Cómo supiste de esto?
―Lo leí en un libro. Bueno, Rey lo leyó en un libro. Solo que ella no entendió las palabras escritas en la lengua de los Ren.
El Señor de los Ren asiente.
―Esto es un poco doloroso ―confiesa entonces, y a Kylo le parece escuchar al auténtico Señor de los Ren: un simple anciano, demasiado viejo para todo lo que carga, y aun así un anciano que sigue caminando―. Cuando creé la Orden de los Caballeros de Ren, hace milenios, lo hice con solo un propósito: dar un hogar a aquellos que no eran queridos. A todos los que sufrieron atrocidades inimaginables y ahora solo tenían sed de venganza. A todos los que hubieran destrozado las entrañas de cualquier ser humano de haber permanecido sin propósito en el más allá. Por eso, me llevé la rabia de todos conmigo.
»La rabia que tú sentías, joven Solo.
―Eso es cierto y noble ―concuerda Kylo―, pero ya no es mi caso.
―Puedo ver que no.
―¿Entonces...?
El Señor de los Ren vuelve a ponerse de pie. Es casi tan alto como Kylo, pero él no se deja intimidar.
―Te diré mi nombre, caballero de Ren ―y le habla así porque estas no son palabras vacías; son un rito, un rezo, un final―, y tú lo guardarás con tu vida. Lo guardarás de los que no son amados, como yo, y de los que son amados, como tú. Y cuando el momento llegue, cuando el ocaso llame a tu puerta al final de tu nueva vida, seré yo quien venga a buscarte y a recobrar el nombre que te he dado en pago por el nombre que me entregaras centurias atrás.
Kylo se acerca al Señor de los Ren y espera el resto.
―Mi nombre, caballero de Ren, antes de ser Señor de la Orden de los Caballeros de Ren, antes de ser Darth Vader, mi nombre es...
Un terrible trueno se hace oír entonces, y las estrellas del cielo desaparecen.
Un joven común y corriente, como cualquier otro, con todas las memorias de su pasado.
Un niño huérfano que vivió maltratado, golpeado, humillado.
Un joven ladrón lleno de rabia, un pendenciero, un cuerpo bañado de sangre a la vera del camino.
Un alma iracunda a la que nadie nunca dedicó una palabra amable, un alma a la que nadie amó nunca.
Un espíritu apático encargado de guiar a aquellos que perdieron el camino.
Sí: un joven común y corriente, como cualquier otro.
Un joven común y corriente que ama y es amado por una simple muchacha humana con estrellas en sus ojos.
El joven común y corriente que no puede evitar romper en lágrimas allí donde está.
Ben Solo.
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A tu lado
FanfictionAU en el que a Rey se le muere medio mundo. Kylo es el encargado de llevarse las almas de la gente que se le muere a Rey. Arte de Lorna.