Capítulo XXII

159 22 0
                                    

I'm a weirdo

Luego de su encuentro en el edificio, no se ven por dos años.

Rey tiene ahora veinticinco años y un novio con el que lleva casi dos.

Rey es feliz, así que decide, entonces, que tal vez Ben no exista; que tal vez sea, verdaderamente, un producto de su imaginación.

Fue una época muy estresante, se dice. Es posible que inventara a Ben, y que él fuera justo lo que necesitaba en ese momento.

Su mente racional se contenta, de cierta manera, con esta explicación.

Aunque, si presta atención, siente una tirantez en el pecho que le recuerda que algo no está bien.

Rey decide seguir su vida sin prestarle atención a ese tirón.

Incluso cuando Finn se arrodilla frente a ella y extiende la cajita de terciopelo con palabras tal vez demasiado dulces.

Rey le sonríe, pronuncia la palabrita con dos letras que su novio siempre quiso escuchar, y lágrimas de felicidad acuden a sus ojos.

Esto es el comienzo de algo bueno, se dice.

Por fin, por fin, la felicidad se quedará en su vida.

A tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora