Capítulo XXX

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You're so fuckin' special

Rey retorna a su trabajo dos meses después y, poco a poco, va recuperándose. El tiempo pasa y es algo lento, lentísimo, pero Kylo lo advierte en las leves sonrisas que esboza mientras prepara la cena para ambos (algo impensable dos meses antes).

Él sigue allí, porque Rey no lo ha cuestionado ni le ha pedido que se marche, así que se roba una noche más a su lado.

Es en una de esas noches que la escucha tararear una canción, y no puede evitar sonreír.

Maravillosas criaturas los humanos, que se sobreponen a todo.

Si a él le hubiera faltado Rey, no hubiera podido sobreponerse.

Esa noche conversan sobre muchas cosas.

―Estuve pensando en cultivar mis propios vegetales ―le informa Rey cuando se sientan a la mesa a comer una pizza, un sabor nostálgico de tantos años atrás―. Por economía, pero también como un pasatiempo... Era algo que Finn tenía planeado para la familia que íbamos a formar y, bueno, aunque eso ya no pueda ser... Sería como un homenaje a él. ¿Te gustaría ayudarme con eso, Ben?

―Estaría encantado ―le asegura Kylo mientras se mete un trozo de pizza en la boca.

―Pero tendremos que hacer algo con tus ropas ―le advierte ella, señalándolo con el tenedor―. No puedes salir a plantar bajo el sol vestido de negro, Ben.

Kylo se encoge de hombros.

―Mientras nadie se entere.

Rey suelta una risita por lo bajo.

Kylo ríe con ella. 

A tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora