Capítulo 13

3.1K 161 2
                                    

A la mañana siguiente, Joan despertó cabreado e inquieto.

Lo primero que hizo fue a buscar algo de alcohol y lo segundo algo que le diese más energía que otros días.

Clare apareció cuando él se estaba metiendo una de las rayas de coca que siempre solía hacer pero por las noche y eso le hizo saber a ella que no quería saber del tema. Pues cuando estaba colocado, siempre la dominaba más bruscamente. Pero eso conseguía que ella se corriese más veces que él en una noche de copas.

Cuando Joan la miró de reojo al cabo de unos segundos.

Fue hasta Clare y la cogió tonteando con ella hasta que llegaron a su sala de torturas.

Ahí volvió a dominarla como cuando estaba colocado y alcoholizado. Se corrió unas cuantas de veces dentro de ella. Pero antes de eso le hizo cosas crueles y mientras que recibía la última cosa cruel, decidió de no hacer nada en contra de Taylor y James. Ya que decidió irse de la ciudad después de que Joan acabase con su cometido. Pues se dio cuenta por primera vez que aquello no era una dominación, si no, una violación por parte de alguien que creyó que la quería.

Taylor comenzó a despertarse, mientras que recibía los primeros rayos del sol en la cara.

Observó por unos segundos a James y se percató de que aquel hombre, era el adecuado para su vida.

En breve, se levantó y se fue a la ducha. Tenía que pensar bien las cosas y por que la relación entre ella y James iba tan rápidamente entre ambos.

Se quitó la ropa y se metió en la ducha.

James levantó la cabeza de la almohada y vio que ella se había quitado la ropa y metido en la ducha. Entonces pensó en algo rápido para quitarse la erección que tenía en esos momentos entre su entrepierna.

De pronto, ella sintió como algo le acariciaba el pelo.

Se giró de pronto y vio que era James. Desnudo ante ella, que le sorprendía con un beso apasionado.

James la agarró por la espalda y la empujó hacia la pared de la ducha, aun con ese beso apasionado.

En breve, él levantó la pierna derecha de Taylor y como pudo, comenzó a penetrarle. Hasta que ella se subió a la cadera de James para poder sentir mejor el orgasmo.

James comenzó a embestirla más rápido, mientras que el agua comenzaba a caer sobre ambos como un rio por su cauce. Hasta que ella comenzó a recordar el hermoso baile que la noche anterior ambos tuvieron.

Cuando llegaron al clímax, James paró de besar a Taylor.

En unos segundos, él le dio la vuelta a ella y comenzó a embestirla, mientras que Taylor estuvo apoyada contra la pared.

Por unos instantes ambos se preguntaron por qué el uno hacia el otro llenaba un vacio tan intenso. Que parecía que hacía años que no se encontraban y que era la llama quien les llamaba para que estuvieran juntos en cuerpo y alma.

Cuando ambos se corrieron, comenzaron a retomar el aliento.

James comenzó a besar lentamente el cuello de Taylor. Cosa que a ella le excitaba, mientras el agua apagaba la llama de la pasión.

En unos minutos, ambos salieron de la ducha. Se vistieron y después Taylor se marchó a trabajar para olvidar por una vez los sentimientos raros que le hacía sentir James. Sentimientos que no eran solo de amor.

Él entraba en el edificio, a la hora que acordó con el presidente de la empresa.

Subió al piso adecuado en cuanto cogió la tarjeta de visita y en cuanto le anunciaron, entró en el despacho del presidente general.

Cuarenta Días de Sumisión (Una Noche En Verona I) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora