Capítulo 16

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Joan comenzó a despertar, después de meterse coca por última vez. Después de que Allan se llevase a Clare de su departamento.

Él no recordaba el momento en el que se había quedado dormido. Pero seguramente que había sido el momento en el cual había recibido el puñetazo de Allan y después de que se jurase vengar de todos.

Cuando logró ubicarse, fue hasta la ducha y se dio un baño largo.

Después se puso la ropa adecuada para salir. Tenía en mente de hacer varios recados que no pudo hacer hace dos días. Cuando Clare llegó a su departamento y decidió poseerla.

Salió de su departamento y fue a una inmobiliaria. Donde quería alquilar una cosa para conseguir el único propósito que ahora tenía en la mente. Vengarse de James por el pasado que compartían junto con él y Allan. Después lo haría con Allan y Clare. Y a ellos les juro hacerles algo mucho peor que le haría a James y a la chica que ahora estaba en su vida.

Clare despertó de pronto por una pesadilla que acababa de tener. Una en concreto con Joan.

Allan acudió en su ayuda. Pero ella ya estaba metida en el baño. Dándose un baño de espuma. Entonces no se preocupo. Ya que sabía que estaba en sus manos. Pero aun así tenía que hablar con ella. Y quería persuadirle de volver a casa de Joan. Como también invitarle a la fiesta de cumpleaños de su hermana pequeña.

Ella aceptó por qué sabía que tenía que distraerse para no pensar en lo que acababa de sucederle.

James comenzó a despertar. Pero se dio cuenta de que había despertado solo en la habitación del hotel.

Él se asustó porque Taylor no estaba a su lado. Pero fue un ruido en el cuarto de baño, lo que hizo que James se tranquilizara.

Taylor salió del cuarto de baño con la toalla puesta. Eso hizo que James se le quedase mirando con más deseo.

―Buenos días cara ―le dijo James.

―Ciao James ―respondió ella.

―Tienes el acento italiano perfecto, Taylor.

―Recuerda que me he criado aquí, James.

―Lo sé.

―¿A qué hora regresamos?

―¿Qué hora es?

―Son las once de la mañana. Las tres de la mañana en nueva York.

―¡Que!

―Exacto.

―Dios. Tengo una reunión en ocho horas y...

―Tranquilo. Solo llama y di que la pongan a mañana por la mañana.

―No puedo. Es para hacer cambios en la empresa de tu hermano.

―¡Cámbialo por mi!

Ambos se miraron a los ojos y él solo le preguntó a ella:

―¿Qué es lo que has hecho conmigo?

―Solo hacerte ser como eras antes. Aunque sin sombras.

―Te amo por ello.

Pero Taylor no respondió. Sabía que si abría su corazón tan rápido, volvería a pasar lo que paso hace años. Aunque con su anterior pareja solo tuvieron cariño. No llegaron a quererse y a entregarse mutuamente.

―Voy a vestirme ―dijo ella.

―Vale ―respondió él―. Pero en la maleta tienes otro vestido.

Cuarenta Días de Sumisión (Una Noche En Verona I) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora