«I Don't Want You».-«Jimsu».#Wattys2019

2♥

Yoongi no podía creer lo que sus ojos veían, el chico que estaba frente a él era Park Jimin. El hijo de la mujer por la cual su padre los abandonó.

Sin querer seguir ahí para así evitar que el chico lo viera, se dio la media vuelta y corrió lo más rápido posible fuera del club de baile.

–Esto es una maldita broma.–estaba molesto, realmente molesto.–¿Por qué mierda tiene que ser él?.

Yoongi no dejaba de mirar el hilo atado a su meñique. Toda su vida había estado esperando el momento en el que el otro extremo de su hilo se atara a alguien más e incluso llegó a tener la pequeña esperanza de que Hoseok fuera aquella persona; su alma gemela.

Pero la vida lo odiaba o eso era lo que él pensaba en ese momento en el que el destino le estaba jugando una mala broma.

A Park Jimin solo lo había visto una vez en su vida. Unos meses después de que su padre abandonó y hecho de su casa a su madre y a él, Yoongi los vio a los tres, alegres, sonrientes, siendo el concepto de la familia perfecta mientras que el y su madre luchaban para poder ganarse el pan de cada día.

No es que haya sido culpa suya o incluso culpa de su padre. Ya que aquella mujer era la que estaba conectada a su padre así que todo eso era culpa del destino, del maldito y jodido destino.

Resignado, se dirigió a su salón de clases ya que la segunda hora estaba por comenzar.

Sin ánimos entro al salón y se recostó en su pupitre. Su cabeza no dejaba de dar vueltas y su aura se había vuelto deprimente.

Debería dormir hasta que llegue el profesor.- Fue lo que pensó. El cansancio mental no se iría a menos de que se tomara un descanso, por muy corto que esté fuera.

Estaba por quedarse dormido hasta que una escandalosa risa atravesó sus oídos.

Hoseok había llegado al salón.

Yoongi no sabía si golpear a su amigo o dedicarle una cálida sonrisa al verlo. Así que hizo ambas.

Le dio un fuerte golpe en la cabeza a Hoseok en modo de bienvenida, haciendo que el menor se quejara.

–¡Yah! ¿Yoongi, qué carajos?.–se quejó dando suaves masajes a su cabeza recién maltratada.

Yoongi sonrió burlón.–Eso te pasa por hacer tanto ruido cuando estoy tratando de dormir.

–Es la escuela, no tu casa. Es un pupitre, no tu cama.

–Lo siento, no recuerdo haber pedido tu opinión.–Hoseok revoloteó los ojos al tiempo que entraba el maestro para dar inicio a la clase.

Sonó el timbre que anunciaba el receso. Dos horas de clase habían pasado y a Yoongi no le pudo haber importado menos, durmió como un tronco todo el tiempo mientras un nervioso Hobi hacia lo posible porque el maestro no se diera cuenta.

–Viejo, me debes una.

–¿De qué hablas?

–¿Cómo qué de qué hablo? Me la pasé toda la clase cuidándote del profesor.– Hoseok estaba molesto y a Yoongi no podía parecerle más lindo.

–Está bien hombre, te compraré algo de la cafetería.–Hoseok sonrió complacido.

Seguidamente se dirigieron al área del comedor de la escuela; Hoseok con un latte y una rebanada de pan de piña -comprado por Yoongi- mientras que el otro solo sostenía un café americano en su mano.

Caminaban distraídos, riendo de lo que sea que apareciera en sus redes sociales.

Yoongi al tratar de quitar el celular de las manos de Hoseok, accidentalmente golpeó una de las esquinas dando como resultado que el celular volara, cayendo debajo de una de las mesas del comedor.

Una de las personas en la mesa cogió el celular del suelo, se puso de pie y se dispuso a buscar al dueño.

Yoongi no podía creer que el destino lo odiara tanto, no podía creer que el celular haya caído a los pies del mismísimo Park Jimin.

Intentó escapar pero fue muy tarde, ya que Hoseok se encontraba haciendo señas refiriéndose a ellos como los dueños de aquél teléfono.

Jimin se acercó a ellos con una sonrisa en el rostro y el celular en la mano, mientras Hoseok los acercaba a él y a Yoongi para tomarlo.

En otras palabras, estaba jodido.

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Muchas gracias por leer.
Lxs veo en el siguiente capítulo 💕