-Oh Dios mío. –digo con alivio. –Eres un cursi. –agrego con una dulce sonrisa.
Él no puede evitar reír.
-¿Cursi? ¿A caso te parece cursi que te digan la verdad? –rápidamente toma asiento frente de mi.
Nuestras miradas se encuentran. Aquellos ojos esmeraldas me vuelven completamente loca, y puedo asegurar que día a día me enamoran cada vez más.
-Harry yo te amo –digo con obviedad. –Tú eres el hombre de mi vida, te juro que cada vez que peleamos me siento para la mierda, detesto con la vida pelear contigo. Perdón por mis palabras, sinceramente te amo.
Él sonríe.
-Que cursi eres.
Yo comienzo a reír. En aquella risa se desprende toda la tensión que sentía hace tan solo unos segundos. Me siento completamente aliviada de haberle dicho eso a Harry. Muy pocas veces demuestro mis sentimientos, pero él, más que nadie, sabe todo lo que lo amo.
-Te amo –digo sin darle importancia.
-Cursi.
-Te amo –replico.
-Idiota –murmura mientras sus labios se curvan en una amplia sonrisa.
-¡Harry! –chillo como una niña.
-Así me tratas muy a menudo.
Bien. No puedo decirle nada. Él tiene razón pero no lo hago de una manera malvada, sino que lo hago porque pelear es parte de una relación, aunque Harry todavía no se me haya declarado, realmente adoro pelear con este chico.
El silencio se apodera de mi habitación por unos largos segundos.
-¿No dirás nada? –la voz de Harry se oye más ronca de lo normal.
-Acabas de decirme idiota –digo mientras me levanto de la cama y voy directo hasta mi clóset.
-¿Y…? –dice él, mientras se tira en mi cama, y clava su mirada en mí.
-Nada, yo sólo tenía ganas de… -Abro la puerta de mi clóset y comienzo a husmear dentro del mismo hasta que encuentro la bolsa que aún contiene la tanga que compré hace unos pocos días. –estrenar esto. –finalizo mi oración.
Harry se acomoda en la cama y me lanza una mirada con una maliciosa sonrisa en los labios.
-Yo no te he dicho idiota. –murmura con una suave carcajada.
-¿Seguro? –pregunto mientras me apoyo en la puerta de mi clóset, tirando todo mi peso sobre mi pierda derecha.
-Segurísimo.
-¡Heather! ¡Baja a comer! –grita mi madre desde abajo.
Suspiro con ironía.
-Es una pena que alguien tenga que ir a comer. –rápidamente vuelvo la bolsa a mi clóset y salgo corriendo hasta abajo.
-¡Te esperaré aquí! –grita Harry en un susurro.
Una vez que llego a la cocina observo a mi madre. Se ve algo más calmada y tranquila.
-Te preparé un exquisito pastel de carne, como a ti te gusta. –sonríe con alegría.
-Gracias mamá.
Ella me sirve un plato, y a continuación dice:
-Iré a bañarme cariño, y luego saldré a buscar algunos sacos de sangre para conservarlos.
Al escuchar eso, se me revuelve el estómago de tal manera que se me va el apetito. Todavía no veo a la sangre como algo exquisito… ¿Será porque aún no fui consciente de saborearla cuando me descompuse? Bueno, en fin, por el momento me sigue sonando repúgnate la idea de tener que beber sangre.
-Mamá –interrumpo su paso.
-Dime cariño.
-¿De dónde sacas la sangre?
Ella sonríe.
-Del hospital.
-¿Pero, como la obtienes?
-Allí dentro hay metidos médicos que son vampiros… -arquea una ceja. –Nos son de mucha ayuda.
La miro con incredibilidad.
-Impactada –digo negando con la cabeza.
-Bueno linda te dejaré comer tranquila y luego iré a buscar eso.
-Bien. –asiento y comienzo a comer el pastel.
No puedo negar que aún sigo algo anonadada sobre aquella noticia de que hay vampiros médicos. De aseguro deben ser muy sexys. Oh Dios mío, con tan solo imaginarlos… supongo que tendré que ir más seguido al hospital.
-¿Para qué? Si nadie es más sexy que yo. –resuena la voz de Harry por detrás de mí.
Oh mierda.
-Harry por lo que más quieras no vuelvas a hacer eso. –digo haciendo referencia a que acaba de leer mis pensamientos.
-Tú no has bloqueado tu mente para que no pueda hacerlo, al contrario, esos pensamientos han sido tan fuertes que ha comenzado a dolerme la cabeza –dice mientras toma asiento a mi lado.
Doy un gran sorbo de agua. Me siento un poco avergonzada, no puedo negarlo.
-¿Cómo es eso de que puedo bloquear mi mente? –pregunto, intentando cambiar de inmediato el tema sobre los sexys médicos vampiros.
-Es un secreto –me guiña su ojo. –Bueno, aunque puedes preguntárselo a los “médicos sexys” esos.
-No tengo un mínimo problema –digo mientras corro el plato hacia delante. Realmente no tengo apetito.
-Bueno, aunque… no es necesario que te tomes las cosas muy a pecho, yo puedo explicártelo tranquilamente.
-Ay ay Haroldo, Haroldo…
-¿Qué? –pregunta con una perfecta jodida sonrisa.
Quedo hipnotizada por unos ligeros segundos.
Recupero mi aliento.
-Está más que claro que yo soy la dominante y tú eres mi sumiso… -sonrío.
-Ya quisieras –dice mientras comienza a acercase hasta mi cara.
Lentamente él se va acercando cada vez más y más, al punto que su respiración comienza a rozar mis labios.
-¡Harry! –chilla mi madre con alegría.
Rápidamente Harry se aleja de mí y toma pastura.
-¿Hace cuanto estas aquí? No te he oído llegar.
-Señora Darla –dice en modo de saludo. –Yo…
-Cariño, puedes decirme Darla –lo interrumpe ella. –Bueno niños debo irme, luego vuelvo pórtense bien.
-Adiós mamá.
-Adiós Darla.
Mi madre sale a toda prisa.
-“SEÑORA DARLA” –digo a carcajadas.
Él me toma por la cintura y me presiona con delicadeza.
-Señora Styles me gusta más –dice mientras comienza a darme cortos besos.
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2 |Mi Mundo (Harry Styles)| *SEGUNDA PARTE DE "SECRETOS"*
RomanceSEGUNDA PARTE Novela de Harry Styles♥ *CONTINUACIÓN DE "SECRETOS", SE ENCUENTRA EN MI PERFIL* ✓ TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. ✓ HISTORIA COMPLETAMENTE MÍA. ✓ PROHIBIDA SU COPIA Y/O ADAPTACIÓN. ✓ SI SE DESCUBRE QUE ESTA NOVELA ES PLAGIADA, SE TOMAR...