2 |Mi Mundo (Harry Styles)| *SEGUNDA PARTE DE "SECRETOS"*

Capitulo 32. *Maratón 2/2*

La ronda se desarma y en esos instantes comienzan a caminar uno al lado del otro, ocupando casi todo el ancho de la calle.

-Esperaste bien –susurra Mill, mientras me da un leve codazo.

-Escucha, de aseguro los cinco son vampiros, o algún tipo de especie de algo, así que…

-Son vampiros. Puedo jurarlo –me interrumpe.

-Tendremos que ser muy cuidadosas –continúo mi frase.

-Entonces… -Mill mira hacia los chicos, que cada vez se van alejando más, y luego vuelve su mirada hacia mí. -¿Qué haremos?

-Iremos detrás de ellos, ocultándonos donde sea…

-Bien. –toma una bocanada de aire, mientras da un leve saltito.

-Sígueme –susurro mientras emprendo camino.

Los chicos van una cuadra más adelante que nosotras. Por suerte, el lugar por donde estamos yendo, se encuentra rodeado de árboles, y casas en construcción.

Una briza de viento, comienza a hacernos compañía, y observamos que los chicos, comienzan a aumentar el paso. Miro a Millie. Ella viene a mi mismo ritmo.

Mill es ese tipo de personas que camina rápido. Cuando era humana, solía caminar sumamente lento, odiaba caminar al lado de Millie, ya que ella siempre me llevaba gran ventaja. Tenía que tomarla del brazo, y arrastrarla a mi lado.

Ahora mismo, mi ritmo no es un problema para mí.

Los chicos comienzan a meterse a un lugar completamente oscuro, y con camino de tierra. Millie clava su mirada en mí, y enseguida noto que esto ya no le parece divertido.

-¿Tienes miedo? –susurro, mientras nos metemos detrás de uno, de los tantos gigantes y extensos pinos que se encuentran a lo largo de todo el camino, al igual que árboles y demás arbustos.

-Claro que no, Heath. Es solo que siento algo…

-¿Algo? –pregunto, mientras mi mirada se desvía hacia los chicos.

-No me hagas caso, sigamos que sino los perderemos…

Ella me toma de la mano, y me arrastra a su lado. Nuevamente volvemos al ritmo al que íbamos.

Noto que el camino comienza a tener muchos obstáculos, como piedras y pedazos de ramas. Cada paso, es decisivo, ya que estoy segura de que cualquiera de ellos escucharía si damos un paso en falso.

-¿Adónde irán? –pregunta ella, al tiempo que observo una pequeña rama, la cual Mill no puede evitar pisar.

En ese mismo instante, la tiro con fuerzas hacia mi lado.

Mi corazón comienza a acelerarse.

Observamos detrás de algunas hojas de los árboles, que uno de ellos se da vuelta, y en ese instante todos los demás se frenan.

Mi respiración y la de Millie, cada vez es más rápida.

Ellos comienzan a mirarse, y en ese instante, el rubio, comienza a volver hacia atrás, acercándose a nosotras. Le tapo la boca a Millie con mi mano, y quedamos sumamente nulas.

Sus pasos se oyen cada vez más cerca. En un abrir y cerrar de ojos, él se encuentra parado a tan solo unos pocos pasos de nosotras, pero por el momento no logra visualizarnos. No puedo controlar mi respiración. Él comienza a examinar todo el lugar lentamente. Luego de unos segundos, vuelve su mirada a sus amigos.

-¡Aquí no hay nada! –grita por fin.

En ese momento suspiro con alivio.

El vuelve a caminar hacia los chicos y lentamente quito mi mano de la boca de Millie.

Mill pega un resoplido, el cual parece oírse en todo el sitio. Ella se tapa la boca, y de repente el rubio mira hacia atrás y vuelve a acercarse hacia donde estaba hace tan solo unos segundos.

-¿¡Quien anda ahí!? –murmura, mientras comienza a revisar detrás de los árboles.

Otro de los chicos se acerca, y se suma con el rubio.

-Esto no puede ser –susurro, al saber que ya no tenemos escapatoria.

El rubio se acerca hasta nosotras, y corre las ramas recubiertas de hojas, dejándonos a la vista.

-¡Chicos! ¡Miren lo que encontré por aquí! –dice, esbozando una carcajada.